No sé si
Al Franken, senador demócrata por Minesota, satiricón y observador de nuestro tiempo, alguna vez apoyó su candidatura vestido de payaso, pero a
Pat Payaso no le importa. Embuchado en el traje, es una declaración ambulante de que la política pertenece a la arena de la burla.
Pat Payaso ha dejado el mundo de las promociones inmobiliarias para dedicarse a otros
ladrillos. Candidato demócrata en las municipales de Boston, su programa se va a centrar en las escuelas públicas y en recuperar los gravámenes para los que más tienen. Por supuesto, va en su cochecito de payaso, a juego con su peluca roja.
El 8 de noviembre a votar. Entonces hablaremos los payasos de verdad.
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