Acaba de salir el último libro de Steven Pinker, Rationality: Why It Seems Scarce and Why It Matters. Racionalidad: por qué parece que hay tan poca y por qué importa. Precisamente ahora tengo entre manos Kidding Ourselves: The Hidden Power of Self-Deception. Mintiéndonos a nosotros mismos: el poder oculto del autoengaño, un libro entretenidísimo de Joseph T. Hallinan, que, con pluma ligera pero afilada, al igual que la de Pinker o Gladwell, intenta ofrecer un poco de luz en el apretado magma que es el comportamiento humano.
En su texto, Pinker recoge que "tres cuartas partes de los americanos creen en un fenómeno que desafía las leyes de la ciencia. Un 55% de los estadounidenses cree en la curación psíquica, un 41% en las percepciones extrasensoriales, un 37% en las casas encantadas, y un 32%, en fantasmas, lo que también significa que la gente puede creer en casas encantadas con fantasmas, sin creer en fantasmas". Vamos, que solo uno de cada cuatro habitantes en América es un descreído.
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Cortesía USDA ARS. |
Hallinan también confirma este
amor por lo supersticioso, entregándonos información que, a veces, a más de uno seguro que ha logrado arrancarle una sonrisa. Los jugadores de béisbol resultan ser un excelente aporte
nutricional para el campo de lo increíble: jugadores que tienen por costumbre comer el mismo animal (pollo) el día que les toca saltar al campo, los que se orinan en las manos para que el bate no se les vaya o los que llevan puesta una tanga de lamé para superar una mala racha. No sé si el libro de Pinker lo menciona, supongo que sí, pero Hallinan no ignora la religión.
Los dos autores son conscientes de que el ser humano tiene miedo y de que, para racionalizarlo y darse aliento, busca ayuda de lo inexplicable. De otra manera, la existencia a muchos pudiera resultarles difícil de sobrellevar. Por si lo habíamos olvidado, aquí dejo un recordatorio de Richard Dawkins sobre la efectividad de la ciencia.