jueves, 30 de marzo de 2017

Kit de inglés 35: cobesity

Hoy traigo una palabra recién sacada del horno y de comidas va.

Cobesity, término que acaba de acuñar el profesor Sven E. Wilson del departamento de Ciencias Políticas de la Brigham Young University de Utah.

Como se podrá intuir por el nombre, obesity significa obesidad, y su pronunciación es algo parecido a obésiti. Con este término, el profesor se refiere a la obesidad compartida entre los esposos, porque como sabemos, las penas saben a menos cuando se mojan con un par de donuts. El prefijo co incluye un segundo componente.

Este fenómeno parece que se está difundiendo como la pólvora y no para de crecer. Esperemos que las cifras disminuyan, aunque, por lo que vemos a diario, la industria alimentaria, sobre todo los azúcares y las grasas, no van a ningún sitio, solo a los estómagos de mucha gente que está sola y aburrida. Y a los de las aseguradoras médicas, no nos olvidemos de ellos que, con la cobesity, les ha tocado el gordo. Y por duplicado...

miércoles, 29 de marzo de 2017

Frío sobre ruedas

El cambio climático ya está aquí.

Que cómo lo sé. Porque he visto al señor del furgón de los helados dándose un par de vueltas al vecindario al soniquete de It's a Small World, (canción Disney), a la espera de que los niños lo vieran cuando el autobús les dejara al cuidado de sus benefactores.

He dicho furgón porque las heladerías también van sobre ruedas. Y es que con los precios de la gasolina, por lo que se paga en España por un litro aquí casi dan cuatro, y eso sin contar con el subidón que nos ha metido en el cuerpo el gobernador Christie, que, lógicamente, ha repercutido en los bolsillos de los que tienen menos y necesitan, igual que los ricos, un medio de locomoción, es posible hacerse con una heladería móvil.

El surtido de helados no es muy variado, los típicos sabores de vainilla y chocolate. Ni que decir tiene que no hay opciones veganas. Nueva Jersey es bastante quesera, lechera y carnicera. En San Francisco estoy convencida de que las heladerías sobre ruedas exclusivamente veganas hacen el agosto. He aquí una idea empresarial, por si alguien se siente con espíritu emprendedor y le apetece echarse a la aventura... y a la carretera.

martes, 28 de marzo de 2017

Mes de la Mujer: Mildred Ella "Babe" Didrikson Zaharia

A punto de repetir el apio con un mes más, cerramos la serie de mujeres destacadas en la historia, recordemos que marzo es el Mes de la Mujer, con la deportistaMildred Ella "BabeDidrikson Zaharia. Y digo la deportista porque Mildred era una supermujer. Destacaba en el golf, aunque tampoco se quedaba atrás en otras actividades como la natación, los bolos, el billar, el tenis, el tiro con arco, el boxeo, el baloncesto, el béisbol, el atletismo, lanzamiento de jabalina, salto de vallas y también de alturas. 


Nacida en Texas en el seno de una familia de origen noruego, Mildred, desde muy pequeña, ya disfrutaba con cualquier actividad física, ya fuera subirse a un árbol o, más difícil aún, bajarlo. En los Juegos Olímpicos de 1932 se llevó unas cuantas medallas. Oro en jabalina y en salto de vallas, batiendo en esta última especialidad el récord mundial. Como se aburría se metió en el golf. Aquí demostró tener bastante talento para patear, porque logró colarse en un torneo solo para hombres. De hecho, Mildred fue la única mujer que consiguió figurar en el abierto de Los Ángeles durante cincuenta años. En 1948 quiso meterse en el U.S. Open pero no la dejaron dándole un portazo en las narices con el "solo para hombres". 

Aunque no era muy alta, medía 1,70 y pesaba 52 kg., toda ella era puro equilibrio. Grantland Rice, un cronista deportivo la describió como pura armonía muscular, un bloque de coordinación mental y física sin igual en el mundo del deporte. Aquí la dejamos, practicando un poco de todo.  

lunes, 27 de marzo de 2017

A ver dónde se mete


Es costumbre que el presidente de los Estados Unidos dé tres discursos anuales para la ceremonia de graduación de los estudiantes. Uno tiene que ser en una institución privada, otro en una academia militar y el otro, efectivamente, en una institución pública.

Trump tiene cubierto el flanco privado con Liberty University, una universidad cristiana de Virginia. De su presidente, Jerry Falwell Jr., obtuvo el año pasado un apoyo incondicional. Dar con una academia militar, lógicamente, tampoco debería quitarle el sueño. Lo que no veo tan claro es que se anime a pisar un ente público. Quizás el pensamiento le cause mareos o tal vez, en su diplomacia, prefiera evitarse abucheos. Me da que este año, (y los que le quedan), una tradición menos.  

domingo, 26 de marzo de 2017

El Napoleón que llevamos dentro

Acabamos de enterarnos de que otro fichaje de la prestigiosa universidad de la Universidad de California en una de sus sedes, la de Berkeley, ha sido acusado de acoso sexual. Y me sabe mal primeramente por él, porque el profesor en cuestión tiene ya unos cuantos añitos, 84, y lógicamente, por las personas que lo quieren y respetan. 

Recuerdo que la primera vez que entré en contacto con las ideas de la filosofía del lenguaje del profesor Searle fue en mis años de universitaria. Pero mi intención no es traer aquí sus teorías pragmáticas ni tampoco evaluarlas, ni siquiera me interesa su comportamiento, atestiguado o no.

Yo, de lo que quiero hablar es de otra cosa, de ese pequeño complejillo napoleónico que, seguramente, hemos debido de tener todos, o muchos, y que suele dar en la veintena y que es especialmente agudo entre los estudiantes americanos de clase media alta de ideología liberal (nótese que este término lo uso en contraposición al término conservador) y que pueden permitirse el lujo de estudiar en las universidades estadounidenses más prestigiosas. La Universidad de California es, seguramente, el buque insignia de la liberalidad de este país.   

Si ya de niños despuntan nuestras dotes de mando, es en la juventud cuando nos hacemos inaguantables. Y claro, en la universidad liberal (aunque precisamente Searle haya declarado haber votado a 
G.W. Bush) es donde ese caldillo bulle a borbotones. 

Ahora resulta que, a muchos estudiantes, esta acusación no les ha tomado por sorpresa. Algunos de los que han pasado por las clases del profesor lo califican de tremendo egocéntrico, libidinoso y misógino. Vamos, que lo que ha pasado les parecía inevitable. Y no dudo de que pueda ser todo eso y más, pero cuando uno busca matricularse con un profesor determinado tiene que aguantar eso. Ojo, vaya por delante que no estoy intentando justificar el comportamiento del citado profesor. 

Distinto sería, lógicamente, que dijera o cometiera barbaridades injustificables. Pero si el profesor/a es un misógino y se queda en comentarios, otra cosa es que sean de mal gusto, el que pierde es él o ella, aunque, francamente, a decir por la cantidad de alumnos que se matriculan en sus clases, la verdad es que no debe importarles mucho esas rarezas. 

Eso sí, cuando les importan de verdad, esos alumnos lo hacen notar. Hace tiempo que las universidades, sobre todo las liberales, están acalambradas por una labor de limpieza. Lo suyo es casi de dentista porque a los alumnos tomados por esta misión lo que les importa es mantener una buena higiene bucal. Me explico. Se trata del código "eso no se puede decir". Su labor depurativa es tan concienzuda que su instinto napoleónico se ha encaramado a la tarima del aula. Con estos ejemplos se verá lo que quiero decir. En Harvard algunos alumnos pujaron por eliminar de las clases de Derecho las leyes que trataban las violaciones. En otra universidad de Massachusetts una profesora escribió un artículo que versaba sobre el uso y abuso del sempiterno tema del sexo y de cómo se está manipulando para crear una especie de paranoia en las universidades. Rápidamente, y a instancias de los alumnos que se habían sentido ofendidos, se la sometió a una investigación. 


Los estudiantes también tienen que andarse con pies de plomo entre ellos. Una metedura de pata puede ser mortal y requerir una extirpación inmediata. La hasta el momento inocua pregunta del "¿y tú, de dónde eres?" (al preguntarse se puede presuponer que no se es americano) ha pasado a tener la fuerza de una manada de elefantes. El rizo rizado de la tontería llega hasta límites irrisorios cuando, en una universidad que conozco bastante bien, unos alumnos asiáticos colgaron una pancarta en la que se podía leer: "Pero, ¿no eras bueno en Matemáticas? Soy daltónico. No veo razas", pero que duró menos que el cantar de un vizcaíno, pido perdón por adelantado, no pretendo herir susceptibilidades, porque otro grupo de alumnos, también asiático, se sintió a su vez ofendido porque consideraba que la pancarta resaltaba su asiaticidad y, por tanto, su superioridad matemática.

Tóxico, en caso de que me lo pregunten. Tóxico. El tener que andarse con parihuelas hace que todos salgamos perdiendo. Nociones que son de obligado aprendizaje, 
¿cómo se va a defender o acusar de otra forma a una persona implicada en una violación si no se conocen las leyes? Se me ocurre, por ejemplo, que en las clases de anatomía se pasen de largo ciertas partes o que, en un boca a boca, el pecho ni tocarlo, tiremos de bomba para bicicletas en lugar de labios para la resucitación. Ni que decir tiene que la alarma ha cundido y que muchos profesores no es que no estén a gusto, es que salen temblando de las clases. Así no hay quien dé pie con bola.  

No es que se esté perdiendo el sentido del humor, es que algunos están empeñados en aplastarlo. Si las bocas de Richard Pryor, George Carlin o Lenny Bruce, probablemente la más sucia de las tres, volvieran a abrirse, pondrían el grito en el cielo. 
Chris Rock, otro comediante, ya ha dejado de ir a las universidades y Seinfeld también ha dejado oír su queja. Sí. Los estereotipos existen y, precisamente por eso, hay que saber tomárselos con humor. El propio Pericles tenía sus imitadores. ¿Es que vamos nosotros a ser más que Pericles? 

Aquí dejo un video del sensacional Don Rickles para ver si nos sacudimos un poco la tontería. Momento desternillante 2:37-3:14

jueves, 23 de marzo de 2017

Kit de inglés 34: cutthroat competition

Esta expresión tan visual procede de cut each other´s throat (literalmente cortarse la garganta el uno al otro), y no es difícil imaginar su significado. Significa enzarzarse en una fiera competición sin reparar en el daño que se pueda ocasionar. 

Lógicamente la expresión cutthroat competition (la pronunciación es algo parecido a kátzrout kompehtíshen) se usa mucho en el ámbito financiero y también en el deportivo, aunque no queda relegado a estos dos.

Su presencia se remonta a la década de los 80 del siglo XIX.

Aquí va un ejemplo.

The cutthroat competition to get the nod for Trump's Cabinet (La brutal competición por obtener el visto bueno del gabinete de Trump). 

miércoles, 22 de marzo de 2017

Si se lo quieren dar...

Escribiendo ayer la nota sobre las contribuciones de Doudna y Charpentier, me vino a la cabeza la película de El premio, protagonizada por Paul Newman, Elke Sommer y Edward G. Robinson y basada en la novela de Irving Wallace.  Por si no la han visto, no voy a dar una sinopsis, solo decir que transcurre en Estocolmo durante la ceremonia de la entrega de los premios Nobel. 

Para elaborar la novela Wallace se desplazó hasta la ciudad y así tener ocasión de entrevistarse con miembros del jurado. Wallace le pregunta a uno de ellos, el doctor Sven Hedin, un afamado científico, la razón por la que autores como H. G. Wells, Somerset Maugham o James Joyce no habían sido elegidos. "Demasiado popular y ordinario", dijo del primero. Del segundo "Figura pequeña y periodística". Y del tercero: "Y ese quién es".

Por lo visto también Einstein estuvo nominado unas cuantas veces y no salía. Y cuando salió no fue por la relatividad. Lo mismo pasaba con autores que jumeaban comunismo y la homosexualidad tampoco es que estuviera muy bien olida.

Confiemos en que esta vez no salga otro presidente. Por si a alguien le apetece escarbar el tema, hace un par de años que Geir Lundestad ventiló unos cuantos trapos sucios de la institución.  

martes, 21 de marzo de 2017

El tijeretazo molecular

Como parte de la serie dedicada al Mes de la Mujer aprovecho para presentar a dos científicas que deberían llevarse el próximo premio Nobel en Fisiología o Medicina. Una francesa y una estadounidense: Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier. Por supuesto, estas pioneras no han llegado a donde están solas, siempre hay alguien que ha venido antes y que se ha encargado de quitar un poco o mucha maleza del camino.

El primero fue el biólogo japonés Yoshizumi Ishino, el descubridor del CRISPR en 1987. Le siguieron Ruud Jansen y el profesor Francisco Juan Martínez Mojica de la Universidad de Alicante y precisamente fue este último el que dio nombre a esta técnica o sistema de edición genética. El acrónimo de CRISPR se las trae: clustered regularly interspaced short palindromic repeats. Y en español repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas.

Estas dos científicas se están currando a base de bien la posibilidad de, básicamente, meterle un tijeretazo a los genes, quitar la parte dañada y/o reemplazarla. Y todo gracias a esas cochinadas que no queremos: los virus. Eso sí, han sido incapacitados. 


¿Y para qué vale esto? Poca cosa. Para evitar enfermedades no deseadas, por ejemplo. O para declarar el Día Internacional de la Inmortalidad. Pero hay límites. Las células de orden reproductor no se pueden tocar, al menos, de momento, en muchos países. Digo yo que estarán temiendo un colapso en las peticiones de niños a la carta. A mí póngamelo con un ojo verde, otro amarillo y rabo de lagartija, que bien pudiera ser. Y claro, siempre queda la inmortalidad, que también podrá comprarse al peso. 

lunes, 20 de marzo de 2017

¿Qué tienen el apio y el baloncesto en común?

Que los dos comparten meses de celebración. Marzo y abril, por si fuera poco. Y es que hace unas semanas comenzó la March Madness (Locura de Marzo) seguramente uno de los eventos universitarios que más pasiones desata entre los mortales estadounidenses. Digo yo que, porque, entre otras cosas, da pie a llevarse más carbohidratos a la boca.

Este acontecimiento deportivo arrancó en 1939 y su creación se atribuye al entrenador de baloncesto Harold Olsen de la Ohio State University. Sobra decir que, en un principio, solo los hombres disputaban los partidos de baloncesto. La National Collegiate Athletic Association (NCAA), el cuerpo regulador baloncestístico, permitió la entrada a las féminas en 1982.

Trivia. De los equipos masculinos los Bruins de UCLA (Universidad de California) son los que han ganado en más ocasiones. De los femeninos el Tennessee Volunteers.

Cómo funciona.

  • Sesenta y ocho (68) equipos participan, sesenta y cuatro (64) en la versión femenina
  • Dura tres semanas
  • Los equipos se separan en cuatro regiones normalmente siguiendo un criterio geográfico
  • Los equipos mejor situados se enfrentan a los de peor clasificación
  • Varias rondas. La First Four (Preliminar), y así hasta llegar a las finales regionales
  • Reciben distintos nombres. Por ejemplo, a la tercera ronda se la llama Sweet 16 (los dieciséis en Estados Unidos se asocian a la mayoría de edad). La siguiente ronda es la Elite 8 (Los 8 de la Élite) y la Final 4 (Los 4 Finalistas)
  • La Final 4 se disputa en dos partidos que se juegan en tres días
  • Punto y final a la locura que este año será el 3 de abril en la University of Phoenix en Arizona 
Aquí acompaño un recetario de locura para el Sweet 16.

domingo, 19 de marzo de 2017

Los andares de pato

Chuck Berry era otro de esos todoterrenos que da la naturaleza. Componía música y letras, y por supuesto, las bailaba. Y cómo. La coreografía que subía a escena el padre del rock era impecable. Incluso llegó a inventar unos cuantos movimientos que después muchos tomaron prestados. Los andares de pato (duck walk) es uno de ellos.

La edad no mermó esta incombustibilidad. De hecho el maestro tuvo tiempo para dejarnos un último álbum que salió justo este año.

Aquí dejo una muestra de esta incombustibilidad y de su destreza en el escenario. El mozo, a sus sesenta, no parecía que necesitara de ningún desengrasante.


Nadie mejor que el Jefe para despedirlo.

Chuck Berry was rock's greatest practitioner, guitarist, and the greatest pure rock 'n' roll writer who ever lived (Chuck Berry fue el mejor en lo suyo, el mejor guitarrista y el mejor compositor de letras rock que ha existido nunca).

jueves, 16 de marzo de 2017

Kit de inglés 33: hell-bent

Esta expresión la recoge por primera vez Benjamin Colman en el canto I de su poema The History of Colonel Nathaniel Bacon's Rebellion In Virginia (La Historia de la Rebelión del Coronel Nathaniel Bacon En Virginia) que data de 1731.

Hell-bent, su pronunciación es algo parecido a gél-bent, se traduce por encabezonado o decidido. 

Aquí dejo la frase de la semana. 

Trump and the GOP Are Hell-bent on Making America Sick Again (Trump y el Partido Republicano están empeñados en que América se ponga mala).

miércoles, 15 de marzo de 2017

A las orillas del Miskatonic

Hoy, 15 de marzo, se conmemoran setenta años del fallecimiento de uno de los seguidores más fieles del inimitable Poe: Howard Phillips Lovecraft.

Al igual que su maestro, tuvo una vida corta. Como al bostoniano, (Lovecraft era de Rhode Island), parece que los problemas mentales también le perseguían. Los climas de la Nueva Inglaterra no deben ayudar mucho en lo que se refiere a la salud mental. En cambio, sí que dan para fantasmas, monstruos y seres míticos, como su famoso Cthulhu. Que se lo digan a Stephen King, su vástago, que vive en Maine.

Lovecraft, como a Poe, le sobraba inteligencia. Era muy versado en Astronomía, aunque las Matemáticas se le resistían. Lector y escritor ávido, su epistolario es ingente, conocía la obra de dos grandes pesimistas: Spengler y Nietzsche. Con este material, claro, no le quedaba otra que pensar que, con el progreso y el avance de la ciencia y la tecnología, el hombre no sobreviviría.

Como a muchos escritores de la época, se le ha tachado de racista y de tratar a las mujeres en sus obras con poca humanidad. Y es cierto. Pero también hay que decir que Lovecraft practicaba una xenofobia selectiva y extraña. Lógicamente los de descendencia inglesa eran los elegidos, seguidos de los hispanos y los judíos, mientras que los afroamericanos, los católicos irlandeses y los inmigrantes alemanes se llevaban la peor parte.

Lovecraft, no solo creó criaturas imaginarias, también universidades. Sí. La Universidad de Miskatonic, supuestamente en Arkham, una ciudad ficticia en Massachusetts. Y es que en las universidades es harto probable encontrar este tipo de criaturas.

martes, 14 de marzo de 2017

Mes de la Mujer: Nellie Bly

Abrimos la serie dedicada al Mes de la Herencia Femenina.

Mucho antes de que llegara Hildi Johnson o de que Johnny Barrett entrara en su Corredor sin retorno, estuvo Nellie Bly, o mejor dicho, Elizabeth Jane Cochran, reconocida como el mejor reportero estadounidense de todos los tiempos. De ella nace el periodismo de investigación, aunque le costó ponerlo en marcha, porque, como era de esperar, muchos, esgrimiendo su condición de fémina, tiraban de zancadilla, pues solo las locas se atrevían a salirse del circuito casero. 

Menos mal que vio un artículo titulado What Girls Are Good For (Para lo que sirven las chicaspublicado en el Pittsburgh Dispatch en el que se trataban las labores a las que las mujeres debían entregarse. El articulito la enfureció tanto que mandó su respuesta bajo el pseudónimo de la Pequeña Huerfanita (The Little Orphan Girl). 

El editor George Madden que, afortunadamente, tenía dos luces, pronto se dio cuenta de la valía de la joven, aunque eso sí, la obligó a que se cambiara el nombre porque en primer lugar las mujeres no trabajaban, pero ya que se había echado la manta a la cabeza, tenía que escribir bajo pseudónimo. 

Comenzó con artículos normalmente dedicados a los aspectos de la vida femenina. Moda, jardinería y cotilleos, sobre todo. Pero Nellie, una mujer de acción y de fuerte conciencia social comenzó a cansarse de estas limitaciones. La crítica empezó a despuntar en sus artículos. Asuntos de cierta gravedad, como el divorcio o las condiciones laborales de las mujeres rozaron su pluma. 

Se granjeó muchos admiradores pero, como suele pasar, la voz de los detractores es más estridente, así que cuando los afectados amenazaron con retirar los anuncios publicitarios del periódico si Nellie seguía empeñada en perseguirlos con su pluma, volvió a la sección de jardinería. Ese día cumplió con el artículo asignado, pero lo acompañó de la carta de renuncia. 

Después la vemos en México unos meses. La crítica que le hizo al por entonces presidente, Porfirio Díaz, sobre el encarcelamiento de un periodista, la obligó a salir disparada del país. 

De regreso a Estados Unidos se instala en Nueva York, donde, tras varios meses de infructuosos intentos para encontrar trabajo, por fin consigue que John Cockeril, el editor jefe del periódico de Joseph Pulitzer, The New World, la contrate. 

Y no comienza precisamente en la sección de jardinería, sino que la envían con una identidad falsa, práctica que hoy en día no está permitida, por cierto, a cubrir las condiciones de una institución mental. En los diez días que estuvo le sobró para denunciar la penosa situación en la que se encontraban las internas. La denuncia social no quedó aquí. También era el látigo de esos persuasores profesionales, los famosos lobbies.

En 1889, digo yo que aburrida del escritorio, se echó al mundo a ver si podía batir el récord de los 80 días de Julio Verne. Le sobraron casi ocho. A su paso por Francia, Verne, lógicamente, la estaba esperando. 



Con la fama bajo el brazo y otro despido, The World se negó a darle un tanto por ciento de los beneficios aunque luego volviera a trabajar para ellos, Nellie se echó a la carretera para dar conferencias y hablar de su libro. 

La Primera Guerra Mundial da con ella en Austria, mientras visitaba a una amiga, lo que, casualmente, da pie a que nuestra heroína se convierta, por si era poco, en la primera corresponsal de guerra estadounidense. 

Si esto no es legado... 

lunes, 13 de marzo de 2017

¿Musical para Tubman?

El año pasado se confirmó que Harriet Tubman, la líder abolicionista afroamericana, sustituiría a Andrew Jackson, el séptimo presidente, y como todo el mundo sabe, también propietario de esclavos, en los billetes de 20 dólares.

De hecho hasta hace menos de un mes se pensaba que el reemplazo, aprobado por el entonces Secretario de la Tesorería, Jack Lew, era inminente, pero ahora parece que el nuevo Secretario, Steven Mnuchin, no lo tiene tan claro.

El cambio, propugnado por Lew, invitaba a la participación ciudadana. Tubman, una mujer que logró escapar de la esclavitud, fue el rostro elegido para sustituir a Andrew Jackson al frente del billete. Jackson pasaría a ocupar el reverso.

A Trump no le gusta el cambio, argumentando que "Andrew Jackson tuvo una gran historia. Creo que es muy duro retirar a alguien de un billete". Tubman, a su entender, puede apañárselas con un billete de dos dólares. Me parece que, desgraciadamente, a Tubman intentarán doblársela metiéndola en la moneda de dólar, y eso, siendo optimistas.

Ni que decir tiene que el cambio supondría ver a la primera persona de color y a la primera mujer en más de cien años entre los rostros de los líderes blancos. Aunque algunas voces femeninas también se han alzado contra esta medida, a la que, prácticamente, consideran la gota que colma el vaso. Tubman, una mujer que despreciaba el sistema económico estadounidense y su impureza, recordemos que uno de sus generadores era la esclavitud, se le condena a convivir, después de lo que pasó, con la sombra, aunque pequeña y en el reverso, de Andrew Jackson.

Por cierto, que Hamilton también estaba condenado pero se libró por el musical. Por lo visto sus fans lo salvaron. ¿Musical para Tubman?

América necesita ayuda

Pero ¿qué nos han hecho estas elecciones?

Un estudio de 2016 del National Suicide Prevention Lifeline (Red Nacional de Prevención del Suicidio) ha revelado que el día previo y el posterior a las elecciones las llamadas de emergencia fueron un 140 por ciento más elevadas de lo normal. Y por lo visto no procedían solo de votantes demócratas.

La comunidad homosexual, bisexual y las personas transgénero fueron las más afectadas. La desaparición del Affordable Care Act implicaría una pérdida de cobertura, y por ende, el punto y final a los tratamientos hormonales y otros procedimientos

Digo yo que, en breve, la nueva administración nos hará saber si la Linea de prevención del suicidio va a volver a necesitar más voluntarios.

viernes, 10 de marzo de 2017

Kit de inglés 32: pissed off

Puede que la expresión del día no sea muy bonita, (advertencia, puede resultar ofensiva), pero se utiliza con bastante frecuencia, aunque se considera tabú y se prefiere sustituir con eufemismos.

Pissed off  (piiiissssd of) literalmente (meado) es un tres en uno porque conjuga el enfado, la irritación o la indignación y la moral baja en una sola expresión. La traducción sería algo así como cabreado y con la moral por los suelos. 

Fue gracias a las Fuerzas Armadas que la expresión despegara. De 1946 data la primera referencia que tenemos.

Puede usarse como adjetivo o como verbo. Aquí van un par de ejemplos.

I was so pissed when he spilled coffee on my new pants (Me puse tan cabreada cuando me tiró el café en los pantalones).

It really pisses me off he always wants to be right (Me pone de mala leche que él siempre quiera llevar la razón).

miércoles, 8 de marzo de 2017

Día Internacional de la Mujer

Si febrero nos trajo el Mes de la Herencia Afroamericana marzo es el Mes Nacional de la Mujer. Eso sí, a compartir con la cafeína, la harina, los producto congelados o el apio, por mencionar algunos, que vuelve a repetir en abril, sin duda un gran favorito, aunque, esta vez, tiene que ser fresco.

Para honrar la contribución femenina The Library of Congress, los National Archives and Records Administration, el National Endowment for the Humanities, la National Gallery of Art, el National Park Service, el Smithsonian Institution y el United States Holocaust Memorial Museum han puesto en marcha una serie de actividades que se extenderán hasta abril.


Un día como hoy, fue el día elegido para globalizar la igualdad de los derechos de la mujerAquí dejo la historia de esta efeméride.

Semanalmente yo también pondré mi granito de arena. A ver si logro sacudirle el olvido a algunas de estas pioneras, no sea que acaben en la sección de los congelados.      

lunes, 6 de marzo de 2017

En tierras de Clinton


Hoy repasamos algunas de las chocantes leyes que se gastan en Arkansas, el estado en el que se crio Clinton, donde está penado pronunciar erróneamente el nombre del estado. Vamos, que si se es de Texas mejor que se esmere uno. Por si alguien tiene ir pensado a Arkansas, dejo aquí la pronunciación españolizada para que la vaya puliendo. ÁAAARQUENSA. 


Según el Artículo 19 Sección 1 de la Constitución de Arkansas, los que se declaren ateos no pueden ocupar cargos civiles ni tampoco testificar en un juicio. ¿Pero esto no era anticonstitucional?

Los arcansinos tampoco pueden pedirle a una mujer en el mes de julio que baile con ellos como tampoco pueden encender o apagar de forma repentina el coche en un restaurante de comida rápida. Eso de salir pitando del McDonald's hay que pensárselo dos veces primero.

La prohibición que sigue tiene mas razón de ser: es delito comer queso un viernes si no va acompañado de una botella de cerveza, y no puede ser de 33 cl, tiene que ser tamaño grande.

Por lo visto también es ilegal hacer hamburguesas con carne de murciélago o de búho.  

En Little Rock City están muy concienciados en lo que se refiere a los asuntos culinarios y han decidido que, tocar el claxon en un lugar donde se sirvan bebidas frías o sándwiches después de las 9 de la noche no está permitido. Supongo que el frío da impresión o puede ser que sea más difícil engullir el sándwich a esas horas de la tarde.

Y bonificación para Arkansas, que, por iniciativa republicana, intenta prohibir los libros del historiador Howard Zinn en las escuelas públicas. ¿Será tal vez por esto?

"Vivo en un país ocupado. Un pequeño grupo de extraños se han apoderado del país y tratan de hacer de él lo que les da la gana, sabéis, y lo hacen realmente." Quiero decir, para mí son extraños. Quiero decir, esa gente que cruza la frontera desde México, no me son extraños. Sabéis, los musulmanes que vienen a vivir a este país, no me son extraños. Esas manifestaciones, esas maravillosas manifestaciones que hemos visto hace tan poco a favor de los derechos de los inmigrantes, digamos, y habéis visto esos letreros que dicen: "Ningún ser humano me es extraño." Y pienso que es verdad. Con la excepción de esa gente en Washington.
 Lástima que Zinn no esté para ver el subidón en las ventas.

domingo, 5 de marzo de 2017

My New Book! Mi nuevo libro


Es un placer anunciaros que mi primer libro, Perro verde, ha sido publicado.

Podéis encontrar más información sobre el libro en el blog o adquiriéndolo directamente en la página de la Editorial Renacimiento.  Ya os anticipo que el libro es un muestrario de "bichos raros", casi todos americanos.

Hace casi un año que comencé a glosar en el blog la vida y costumbres de los Estados Unidos, labor que, especialmente este año y con la que está cayendo, me ha parecido apropiada. Espero que este blog dé una idea de la infinidad de historias que esta tierra produce.

No quisiera que los lectores españoles sintieran esta dedicación por lo americano como un agravio, por eso he incluido "La maldición", la única historia de la colección que transcurre en tierras españolas.

Espero que dentro de poco pueda estar en España. Por supuesto, si queréis invitarme a dar una charla sobre el libro o el blog, lo podemos hablar. 

Qué llevarse a la boca

El fallecimiento del extraordinario pensador Tom Regan, filósofo moral, pionero en el movimiento de los derechos de los animales, ha hecho que vuelva a asaltarme la eterna duda: ¿pero qué comemos?

De las aguas sacamos de todo: peces espada y atún hasta arriba de mercurio, langostinos vietnamitas que se mantienen "frescos" en hielo picado hundido en un mar de bacterias, y no precisamente de las buenas, o tilapia china, a la que, por lo visto, le dan de comer los excrementos del cerdo.

Cuando uno ha sido capaz de detectar estos tufos, decide buscarse otras mañas. Quizás pegarle al sushi. Pero la desilusión, si es que nos preocupamos por nuestra salud y el medioambiente, pronto nos juega otra mala pasada: la sobreexplotación. El atún rojo, por ejemplo, está en peligro de extinción, por esa razón, hay que cazarlo furtivamente.

Incómodos, y como nos gusta el pescado a rabiar, optamos por los criaderos. De truchas y salmones, en especial. Horror de horrores. Un bocazas nos lo tiene que estropear: si yo fuera tú, mejor ni los olía; hinchados de antibióticos. Caemos en la trampa. ¿Y eso? A maíz los tienen y, aún peor, los inflan a carne picada de vaca y cerdo.

El asco no impide que nos paremos ante el reducido mostrador de la pescadería del supermercado: unos mejillones famélicos de la Isla del Príncipe Eduardo y un pescado en filetes que se anuncia como bacalao pero que, como ya estamos tan informados, dejamos pasar, porque puede que nos quieran dar pangasius por bacalao.

En la pecera verdosa, unos cuantos bogavantes nos llaman como las sirenas a Ulises. Están vivas. Pero la maldita desilusión nos envuelve porque estamos medio concienciados, porque queremos ser ciudadanos éticos, hacer lo mejor, y, sobre todo, no dejar un pisotón en la tierra en vez de la leve huella. ¿Serán furtivas? ¿Qué habrán desayunado? ¿Sesitos de vaca? La tarea es inagotable. De cabeza a internet.

La información nos trae que algunos países se valen de esclavos para la pesca. Con un googlazo, sabemos que a otros les da por esclavizar niños, esta vez en el sector chocolate. Obama aprobó una ley el año pasado prohibiendo el consumo de pescados y mariscos que procediera de manos esclavas. Desconozco el tiempo que aguantará bajo esta administración. Al final, decidimos pasar el día en ayunas, si acaso una taza de leche de soja, hasta nueva orden.

Si de compras hay que andarse con más ojos que una cesta de peces, en los restaurantes toda cesta es poca. Y es que muchos no tienen problemas en hacer pasar el gato por liebre (sustitúyase por los animales que se quiera). Al preciado bogavante, como se pida en ensalada, por ejemplo, alguno que otro no tendrá remilgos en darle el cambiazo por langostino, esperemos que no sea vietnamita, o por las famosas delicias de abadejo.  

Y el mundo de las carnes. Ese huele aún peor. Para información sobre el tema remitirse a Upton Sinclair y a su Jungla, The Jungle, que ya en 1906 denuncia las condiciones en las que se encontraban los trabajadores de las factorías cárnicas. Uno diría que la cosa ha cambiado mucho desde entonces. No cabe duda de que las magníficas invenciones de Temple Grandin, han reformado las prácticas de esta industria, pero los mexicanos que siguen ahí, hasta que los echen, creo que dirían, (si pudieran), que a ellos no les han llegado. 

Abundan los documentales sobre el maltrato a los animales. A veces, incluyen grabaciones nocturnas con el documentalista haciendo una incursión en una de estas explotaciones. Con la Ley mordaza del sector agropecuario (Ag-gag) los captadores de las imágenes que no tengan permiso para grabar se juegan una visita, como mínimo, a los tribunales. La vaca, desde luego, no solo es sagrada en la India. 

Y nos quedan los cereales, las legumbres, verduras y frutas. Con ellos seguro que nos libramos. Pues tampoco. El agotamiento de la tierra, reverdecido a base de pesticidas que no se van por mucho que se laven, las modificaciones genéticas y las bocas de multinacionales, como Monsantodesencajadas de avaricia, con las que, dentro de poco, hasta el aire que respiramos también pasará a formar parte de su elenco de patentes, nos lo ponen muy difícil.  

Por supuesto pueden decir que lo expuesto aquí me lo he sacado de la manga, que es todo un montaje y que las fuentes consultadas, si es que las he consultado, son un atajo de trolas. Siempre queda la duda. Por si acaso, intentaremos evadir estos puñetazos. Y cómo. Cómo va a ser. Intentando mantener el gato a raya.

Creo que Tom Regan lo aprobaría.

jueves, 2 de marzo de 2017

Kit de inglés 31: pink slip

Hoy nos vamos al mundo laboral, y es que, cuando a uno lo despiden, le entregan el famoso pink slip (pink sssslip), algo así sería la pronunciación. Literalmente el papel rosa se trata de la carta de despido embuchada en un sobre que, normalmente, viene en papel blanco.

De origen incierto, se piensa que salió del mundo de las artes, del teatro de variedades, hacia 1906, aunque ya aparecen usos de esta palabra hacia 1905 en el ámbito de la tipografía. Parece ser que cuando un tipógrafo cometía varias faltas se le alertaba con unos papelitos de este color. Cuantos más tuviera, claro, más posibilidad de ser despedido.

También de color rosa eran las cartas con respuesta negativa que se mandaban a aquellos que querían colaborar en revistas. Esta práctica editorial se remonta a 1906.

El ejemplo:

The employees got pink slips today (Los empleados recibieron hoy la carta de despido).

miércoles, 1 de marzo de 2017

Poner los pies en Alaska

Me he dado cuenta de que no he puesto los pies en Alaska. Adentrémonos en el hielo, si es que con las temperaturas que tenemos aún queda algo. Y si, con Alabama vimos que los caballos eran los que salían bastante bien parados, en Alaska es a los alces y a los osos a los que se trata con mimo, mientras que las mujeres y aquellos que gusten de ponerse tacones llevan las de perder.

Despertar a un oso que está durmiendo para sacarse una foto con la criatura es ilegal, pero si no duerme, entonces, no hay problema: podemos dispararlo.

En vuelo está prohibido avistar alces. También es ilegal lanzar un alce vivo desde un avión en movimiento.

Los hombres no pueden ir totalmente desnudos por la calle y tampoco se puede robar nieve del vecino para hacer un muñeco de nieve (si es para un iglú está admitido).

Y la de los tacones. Eso de dar saltitos para evitar que el tacón o los dedos se nos queden atascados en un boquete nada. Es ilegal. Quizás ir a lomos de un alce pudiera esquivar la temida caída, pero poco se puede hacer porque las ordenanzas obligan a la policía a mantenerlos fuera de las calles.

Total, que en Alaska el fíjate por donde vas, no resulta reduntante.