jueves, 28 de junio de 2018

Kit de inglés 100: Johnny-come-lately


Marchando otra de Johnny para la semana. Johnny-come-lately. Uno que acaba de llegar, un novato o un don nadie. La expresión es relativamente nueva ya que aparece en el siglo XIX.

La pronunciación de andar por casa: yóni kam léit. Y la buena aquí.

Frase:

Miller is a johnny-come-lately Trump supporter.
Miller acaba de llegar a las filas de Trump.

miércoles, 27 de junio de 2018

Jugar no es malo

The old one-room school

Se agradece el interés de la Secretaria de Educación, Betsy Devos, por saber si los medios de entretenimiento audiovisuales provocan más violencia en la sociedad, pero parece que la respuesta es no. Los estudios más recientes muestran que, en 25 años, la violencia juvenil ha disminuido un 80%. Los estudios también han corroborado que sí existe una correlación entre la violencia y la salud mental y/o la influencia del círculo familiar.

Y si nos creíamos que a los que les da por tirotear en las escuelas les van los juegos violentos nos equivocamos a lo grande. Por lo visto prefieren los juegos pacíficos. Me temo muy mucho que Devos y su comisión tendrán que levantar otras piedras si quieren encontrar respuestas.


domingo, 24 de junio de 2018

Por el medio ambiente

Aunque al recientemente fallecido Anthony Bourdain se le han dedicado muchas alabanzas, no creo errar si digo que las comunidades vegetarianas y veganas casi que han celebrado su desaparición. Más que nada porque el famoso cocinero los calificó de extremistas con toques a lo Hezbolá.

En el 2009 el escritor Jonathan Safran Foer rompió una lanza en favor de las prácticas vegetarianas con su libro Eating Animals, Comiendo animales, y ahora, en la voz de Natalie Portman, vegana comprometidísima, acaba de salir el documental. Aquí dejo el tráiler.

jueves, 21 de junio de 2018

Kit de inglés 99: stage-door Johnny






Y un Johnny para la semana. Y digo uno porque las expresiones que contengan la palabra Johnny y sus derivados son muy comunes. La que nos ocupa es stage-door Johnny, una expresión que se recoge por primera vez en 1912 y cuyo origen se desconoce. La pronunciación de andar por casa: stéich doooor yóni. Aquí la pronunciación correcta.

La palabra Johnny por si sola equivaldría a un Pérez, un García o un Sánchez, apellidos tan comunes como el nombre de Johnny, y que se usarían para referirse a un hombre cualquiera.

Un stage-door Johnny se podría traducir por un admirador de artistas. Y uno bastante devoto y normalmente con pudientes. De esos que esperan a que llegue la artista en cuestión para lanzar sobre ella su admiración y cortejarla.

La frase:

He is not at all a stage-door Johnny

No es en absoluto un admirador pegajoso

miércoles, 20 de junio de 2018

A ver si lo pueden pulir un poco

El portavoz de Uber, la empresa que se vale de conductores que ponen su coche, seguro, gasolina, ruedas, etc. para dar un servicio mediante una aplicación tecnológica, no está de acuerdo con un estudio que ha sacado el Center for Energy and Environmental Policy Research de MIT (Centro de Investigación sobre Políticas Energéticas y Medioambientales). Según este Centro, los conductores sacan limpios una media de 3, 37 dólares a la hora. El portavoz ya se ha puesto en contacto con el Centro para ver "cómo pueden pulir su hallazgo". Quedamos a la espera entonces de la revisón

lunes, 18 de junio de 2018

La hija de la estrella de la mañana

Hoy una nueva entrega del Women's Heritage Trail, la Ruta Cultural de las Mujeres de Boston. Hoy nos vamos con la periodista, intelectual, editora y defensora de los derechos humanos Alice Stone Blackwell (1857-1950). Aquí su vida. Curiosidad. Parece que la poeta Gabriela Mistral y Blackwell tenían cierta amistad. Blackwell, además de traducir algunos de los poemas de la chilena, también la presentó en los círculos intelectuales estadounidenses del momento.

domingo, 17 de junio de 2018

La madre de la ecología

Aprovechando que algunos ya están de vacaciones y otros a punto de tomarlas, abrimos la semana con una invitación a recorrer lo que se llama el Boston Women's Heritage Trail, (La Ruta Cultural de las Mujeres de Boston), todas ellas un ejemplo de perseverancia.

Hoy escojo a Ellen Swallow Richards (1842-1911), la primera mujer que logró estudiar en el prestigioso MIT y también la primera que consiguió impartir clases en esta institución. Aquí le permitieron graduarse en Ciencias, pero le pararon los pies cuando quiso hacer un doctorado en Químicas. El doctorado honoris causa tuvieron a bien dárselo unos añitos después, en 1910 y fue con Smith College.

En 1875 Swallow Richards fundó un laboratorio para mujeres costeado con fondos de la Asociación de Mujeres por la Educación, hasta su clausura en 1883. 

Sus mayores preocupaciones se concentraban en los temas que tenían que ver con la salud, la economía doméstica y la Ingeniería Ambiental, haciendo numerosos estudios de la calidad del aire, el agua y la comida. Se dice que fue ella la que creó la palabra "ecología".
Mañana, otra grande.

jueves, 14 de junio de 2018

kit de inglés 98: At the drop of a hat

La expresión de la semana: At the drop of a hat (min 4:55-5:01). Literalmente al dejar caer el sombrero, pero que podríamos traducir por en menos que canta un gallo, en un santiamén o un sin pensarlo dos veces. 

Parece que su primer uso se remonta a 1837, y que procede del mundo de las carreras y de deportes como el boxeo, en los que se dejaba caer un sombrero o bien se hacía una especie de barrido con él pero sin soltarlo. Otros dicen que procede del Lejano Oeste, cuando la señal para que comenzara el tiroteo era simplemente dejar caer un sombrero. 

La frase:

She is always ready to play at the drop of a hat.

Ella siempre está lista para ponerse a jugar en menos que canta un gallo.

martes, 12 de junio de 2018

Museo para los buenos

Menos mal que, de vez en cuando, los que verdaderamente merecen ser recordados, a veces nos los devuelve la historia, como si quisiera hacernos un favor desenterrándonoslos para aliviar la alquitranada zafiedad que respiramos.

Esto es lo que ha pasado con The Foggy Mountain Boys, Los Chicos de la Montaña Nublada, que, para suerte nuestra, también cuentan con su museo. Lester Flatt a la guitarra y Earl Scruggs al banjo sin duda formaron uno de los mejores grupo de música bluegrass. Verdaderos maestros de su oficio, Flatt era el más tradicional, mientras que Scruggs era el innovador. Incluso se atrevió a hacer sus versiones con canciones de Bob Dylan, lo que probablemente le costara el reproche de Flatt y que el grupo se disolviera.

Entre los entendidos del banjo el método Scruggs es conocido internacionalmente. Una técnica que requiere tocar el banjo de cinco cuerdas con púa o con la uña valiéndose del pulgar, el índice y el corazón. En la película Bonnie and Clyde podemos disfrutar de su pericia musical. Aquí dejo su Foggy Mountain Breakdown. 

lunes, 11 de junio de 2018

Más poderoso que el gobierno

Entre los Kardiashianismos, el museo Justin Bieber inaugurado en Canadá o la cumbre que comenzará en unos minutos, a las 9 de la noche, hora de la costa este, no cabe duda de que este es un momento ideal para abrir la ventana y gritar a todo pulmón, "Estoy hasta los mismísimos y no voy a aguantarlo más". Esto es lo que propuso el gran Peter Finch frente a las cámaras en Network, en España Un mundo implacable, la película rodada por Sidney Lumet con aplastante guion de Paddy Chayefsky. De dolorosísima actualidad. Chayefsky ya dejó anotado que "la televisión era indestructible, una fuerza monstruosa aun más poderosa que el gobierno". De la combinación de ambas fuerzas, ¿qué hijo nos dieron? Tweetazo.

domingo, 10 de junio de 2018

El hombre güija

La desaparición de David Douglas Duncan, conocido por sus fotografías de Picasso, Nixon y las estampas de los múltiples escenarios bélicos que pisó, me ha recordado la figura de Arthur Fellig, más conocido por Weegee (Güija). Aunque no es americano, nació en lo que hoy en día es Ucrania, pasó la mayor parte de su tiempo pegado a las comisarías neoyorquinas, a la espera de alguna desgracia que poder retratar a pie de víctima. A Weegee podría considerársele una especie de oportunista. Según él se pasó dos años en las comisarías sin ningún tipo de credencial, aguardando la llegada del teletipo que le enviara al lugar de la tragedia.

Sus instantáneas en blanco y negro, disparadas con un flash a unos diez pies de distancia, retienen una crudeza y realismo que parecen salidas del cine de gánsters. En los años 40 a Weegee se le tiene por el periodista de prensa de mayor fama. Diez años después no tiene donde caerse muerto, y eso que estuvo trabajando en Hollywood unos años, experimentando con lentes nuevas.

El cambio de gustos fue lo que lo mató. Aunque no del todo. Para escapar el hambre le tocó, lo que son las cosas, volver a Europa, donde aún se lo conocía poco. Eso sí, nada de comenzar por la crème de la crèmeEn los 60 lo tenemos haciendo películas nudistas, incluso participa en una. No sé si su personaje, en The Imp-Probable Mr. Weegee, así se llamaba el rollo, requería la desnudez de Weegee. Asqueado, la película era mala de solemnidad, abandona París, la ciudad del rodaje, no sin antes vender al director de tamaño ladrillo, Sherman Price, su sombrero y su abrigo. 

Stanley Kubrick, fiel seguidor de su obra, lo rescata para su Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, en España ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú, la sátira política que tiene a Peter Sellers interpretando a tres personajes distintos.

Todo esto y más nos cuenta Christopher Bonanos en su biografía de Weegee y que acaba de salir hace unos días. Flash: The Making of Weegee the Famous. En ella, Bonanos también menciona otra curiosidad. Peter Sellers tomó la voz chillona y el fuerte acento alemán de Weegee para dar vida a su personaje de Strangelove

Por cierto, que en 1999 Weegee estuvo en PhotoEspaña. No pude ver la exposición de Madrid, pero tuve la suerte de disfrutar de su obra años más tarde, precisamente aquí en Massachusetts.   

sábado, 9 de junio de 2018

Kit de inglés 97: to bust one's chops

Esta semana una de costillas. Y digo esto porque la expresión incluye unas chuletas (chops). La traducción es muy similar a  nuestro dejarse los riñones o el costillar haciendo alguna actividad.

Parece que to bust one's chops, tu bast guáns chaaps, aquí en versión correcta, se remonta a los años 60 del siglo XX. Algunos dicen que to bust in the chops era dar un tortazo justo en las patillas. Y es que en los 60 se recupera la moda de las patillas bien pobladas y extensas, casi comiéndose la mitad de la cara, y que recordaban la piel y las costillas de un cordero, de ahí que cuajara el uso de esta expresión. Otros, por el contrario, aducen que to bust in the chops era dar un puñetazo en la boca o en la mandíbula.

El ejemplo.

She busted her chops to get into medical school. 
Ella se mató a trabajar para entrar en la Escuela de Medicina. 

miércoles, 6 de junio de 2018

El 3 es un número mágico

Bob Dorough, el creador de las canciones de la serie televisiva infantil Schoolhouse Rock, nos dejó el pasado mes de abril a los 94. Nacido en Arkansas, lo suyo era el jazz. Dorough también tocaba el piano, y componía y cantaba sus propias canciones. Con Miles Davis trabajó en varias ocasiones en calidad de letrista y cantante.

Schoolhouse Rock salió a la pantalla en 1971 y así estuvo doce años. Y todo porque un ejecutivo que se dedicaba a la publicidad le dijera que sus niños no aprendían ni a la de tres las multiplicaciones y le pidió a Dorough que pusiera música a las tablas. En los 90 se rescató la serie, aunque esta vez solo duró cinco. Las matemáticas no eran las únicas a las que les ponía música. La lengua, la historia de América, las ciencias, los dineros y la ecología también tenían sus melodías.

Las mañanas de los sábados millones de niños de este país tuvieron la ocasión de aprender y disfrutar de los dibujos animados con los ritmos del autor. Sus canciones son difíciles de encasillar, una mezcla de Bob Dylan confitada con Simon & Garfunkel que las dota de una belleza indudable. Aquí dejo su magnífica apología del número tres, letra y voz son suyas.

lunes, 4 de junio de 2018

América es un pastel

Kennedy estaba equivocado: la religión no hermana. Sino que se lo digan al matrimonio formado por dos hombres, Charlie Craig y David Mullins, cuando fueron a encargar su tarta nupcial y el pastelero, aduciendo creencias religiosas que le imposibilitaban aceptar el encargo, prefirió perder un fajo de billetes y seguro que también unos cuantos clientes, aunque con su negativa a servir a la pareja quizás le hayan venido por otro lado.


En el 2012 la pareja llevó al pastelero a los tribunales de Denver, Colorado, y estos fallaron a su favor, argumentando que las leyes de Colorado prohíben la discriminación. Hoy, el Tribunal Supremo le ha vuelto a quitar la razón a la pareja. 

Y si esto de los motivos religiosos pasa con el pastel de boda, seguro que la famosa píldora anticonceptiva pone la guinda. En el 2017 Trump dio una palmadita en la espalda a sus amigos los empresarios para que, basándose en creencias religiosas, no tuvieran que cubrir la pastillita. Y eso que está amparada por el Affordable Care Act. Ese sí que es otro pastel. 

domingo, 3 de junio de 2018

¿El culpable? El uso y el abuso del ...

En marzo ya mencionaba en un post que, desde el 2012, año en el que comienza a registrarse el nivel de satisfacción mundial, los americanos no se encontraban con un ánimo muy dicharachero. De hecho, cada año sufre un bajón. En otro post, también hacía referencia a los atracones televisivos, especialmente los Netflixeros, y la probabilidad de que estos estuvieran contribuyendo a un aumento de la insatisfacción y de la depresión en el televidente.

Mary Meeker, socia en Kleiner Perkins Caufield & Byers, una empresa de capital de riesgo, nos dice que un adulto pasa seis horas de media pegado a un dispositivo digital. No sería de extrañar que esta adicción bien pudiera estar causando una alienación y/o depresión entre los adultos, tan sobreestimulados de desestímulos, que confían en encontrar refugio en la alienante otredad.

Y si esto está pasando con los adultos los críos tampoco se salvan. Parece que su salud mental está cayendo en picado. Entre el 2010 y el 2015 los síntomas de la depresión afloraron como esporas en este país. Más intentos de suicidio, especialmente en las edades comprendidas entre los 13 y los 18. ¿El culpable? El uso y el abuso del smartphone. A esta conclusión llegaron la doctora Twenge y sus colegas. Los muchach@s que pasaban más de cinco horas al día jugando con él acumulaban más características propias de una conducta suicida. Aunque el estudio no especifica si estos casos ya tenían una predisposición a dicho comportamiento, los autores son conscientes de ello, los resultados no dejan de ser alarmantes.

El aumento de la escolarización en casa me ha hecho pensar que, tal vez, los alumnos que se quedan en casa tengan una mente más saneada. Desgraciadamente no he podido dar con ningún estudio significativo que confirme tal hecho, y, mucho menos, con uno anterior al 2010 que también recoja los efectos del smartphone. Tan solo un estudio realizado en Israel por Neuman y Guterman entre alumnos con edades comprendidas entre los 6 y los 12 parece indicar que los alumnos que van a la escuela sufren más de depresión.

Desconozco cuál debería ser el siguiente paso. Por si las moscas yo me andaría con cuidado con el efecto smartphone. El difunto Steve Jobs (Mark Zuckerberg es un adepto de su filosofía) no permitía a sus querubines quemar el tiempo en sus iPads y otras flores de índole parecida. "Los peligros de la tecnología", decía.

viernes, 1 de junio de 2018

kit de inglés 96: babyface o heel

Esta semana dos por el precio de una: babyfaceheel. Palabras sacadas de la terminología de la lucha libre profesional, esa que nos divierte tanto porque vemos a unos enmascarados, nomalmente los villanos o heels, intentando vapulear al contrincante que, lógicamente, es el favorito de la audiencia. A este héroe o chico bueno al que el villano quiere hacer morder el polvo se lo conoce por babyface, literalmente cara de niño. Las pronunciaciones de andar por casa: béibiféis y jiiil. Aquí las buenas

Lewis el Estrangulador contra Ivan Linow 
El término babyface no es nuevo. De hecho hacia el año 1700, Jonathan Swift, el creador de Los Viajes de Gulliver, ya la utilizaba. Heel, en cambio, parece que sí es de origen estadounidense. Salta en 1914 del mundo del hampa. La palabra se usaba para referirse a alguien sin principios, un canalla, vamos.

La frase:

He actually played the good guy “babyface” (or “face”) counterpart to McMahon’s “heel,” or villain. 

De hecho, hizo de chico bueno mientras que McMahon era el antihéroe o villano.