Esta mañana Iñaki Gabilondo alababa en la Cadena Ser la labor, callada y silenciosa, de un ejército oscuro que trabaja en la sombra por y para nosotros.
En Estados Unidos ahora mismo las ofertas de trabajo están en CVS, una farmacia, con 50000 puestos de trabajo. La mega Walmart, con 150000. Instacart, con 300000, una empresa dedicada a la alimentación y cuyos trabajadores ya se han quejado por la precariedad de las condiciones en las que los tienen. Amazon, claro, con 100000. La Albertsons Companies, un conglomerado también dedicado a la alimentación y al despacho de medicamentos, solo necesita 30000. Dollar General, el todo a un dólar, necesita 50000. Pepsi, 6000. Que no falte la bebida. Y para acompañarla las pizzas de Papa John's, Domino's y Pizza Hut. Todas buscan gente. También el 7 Eleven, la tienda de la esquina en la que se puede encontrar de todo. GE Healthcare busca personal para manufacturar ventiladores y otro tipo de material médico. Cuando la situación mejore, seguramente la robótica al poder.
Me aúno a esa alabanza. Y, de paso, a ver si hay suerte y podemos acabar con otra pandemia que nunca descansa. La del aprovechado, que, en medio de este desastre, me da que habrá más de uno que se dedique a la falsificación de salvoconductos, dando a sus trabajadores empleos que no desempeñan, obligándolos a que expongan sus vidas y a que arriesguen otras innecesariamente, para que su negocio, que ya va viento en popa, no se quede sin ánimo en las velas. El género humano, a veces, insaciable. Palabra de humana.
martes, 31 de marzo de 2020
domingo, 29 de marzo de 2020
No hay quien viva en ...
La población de Nueva York está disminuyendo. No es que sus habitantes se hayan refugiado en el pueblo, a pasar la cuarentena en casa de papá. Desde 2010 casi un millón y medio de personas afincadas en el estado se han mudado a otro.
El año pasado dejaron el estado 180.649 personas. El mismo año solo 45000 inmigrantes decidieron establecerse en Nueva York, la cifra más baja de inmigrantes desde el 2010.
Si esto sigue así, Nueva York puede perder un asiento en la Cámara de Representantes y donárselo a Tejas, cuya población sí que está creciendo.
Desgraciadamente, en Nueva York, no hay quien viva.
El año pasado dejaron el estado 180.649 personas. El mismo año solo 45000 inmigrantes decidieron establecerse en Nueva York, la cifra más baja de inmigrantes desde el 2010.
Si esto sigue así, Nueva York puede perder un asiento en la Cámara de Representantes y donárselo a Tejas, cuya población sí que está creciendo.
Desgraciadamente, en Nueva York, no hay quien viva.
viernes, 27 de marzo de 2020
Kit de inglés 187: To be all in.
En pleno esfuerzo antivirus, hoy to be all in. Expresión que procede del mundo del juego y que, literalmente, se traduce por estar todo dentro y que debe traducirse por jugárselo todo, ir a por todas, apostarlo todo o ir hasta el final.
En un principio esta expresión solo se usaba para decir que alguien estaba rendido o exhausto, pero con el póquer comenzó a usarse para referirse al momento en el que el jugador lo arriesga todo a una mano.
La pronunciación casera es muy fácil: ol in.
Frase:
Bernie Sanders is going “all-in on the $15 minimum wage.
En lo que se refiere al salario mínimo de 15 dólares, Bernie Sanders va a por todas.
Y un aviso: desde que comenzó el confinamiento al menos he recibido cinco llamadas de indeseables intentando sacar tajada del virus. Algunos se han hecho pasar por comercializadoras de Endesa y de Iberdrola. Otros operadores me han dicho que tengo aparatos magnéticos defectuosos en casa, qué querrán decir con eso de magnéticos?
En fin, mucho cuidado y, sobre todo, mucha salud.
En un principio esta expresión solo se usaba para decir que alguien estaba rendido o exhausto, pero con el póquer comenzó a usarse para referirse al momento en el que el jugador lo arriesga todo a una mano.
La pronunciación casera es muy fácil: ol in.
Frase:
Bernie Sanders is going “all-in on the $15 minimum wage.
En lo que se refiere al salario mínimo de 15 dólares, Bernie Sanders va a por todas.
Y un aviso: desde que comenzó el confinamiento al menos he recibido cinco llamadas de indeseables intentando sacar tajada del virus. Algunos se han hecho pasar por comercializadoras de Endesa y de Iberdrola. Otros operadores me han dicho que tengo aparatos magnéticos defectuosos en casa, qué querrán decir con eso de magnéticos?
En fin, mucho cuidado y, sobre todo, mucha salud.
miércoles, 25 de marzo de 2020
No más de diez pero pásalo en grande.
Me ha dicho mi esposo que ha llegado a casa una tarjetita con las recomendaciones sanitarias de la administración Trump. Para los que no sepan inglés: se permite que la gente lo pase bien pero con moderación. Siempre en grupos de menos de diez personas. Ya veremos si nos caerá otra tarjetita anulando esta recomendación o si se deja. O si se amplía el grupo.
Abierto por coronavirus
La Universidad de la Libertad, en Virginia, una universidad privada evangélica presidida por Jerry Falwell Jr., gran amigo de Trump, abrirá sus puertas esta semana a sus más de 5000 estudiantes.
Según Falwell, ha contraído una deuda con ellos. Se ha quedado con sus dineros y es de rigor devolverles el pago en instrucción académica, deportes y fiestorros.
El virus no se ensaña con los jóvenes, agrega. Eso sí, por si las moscas, ha decretado que las fiestas no sean multitudinarias y que no se superen los diez cuerpos en la misma habitación. Menos mal que tenemos el mejor presidente para lidiar con una crisis como esta, dijo en la emisora perteneciente a Fox, la cadena conocida por la fidedigna información que disemina.
Según Falwell, ha contraído una deuda con ellos. Se ha quedado con sus dineros y es de rigor devolverles el pago en instrucción académica, deportes y fiestorros.
El virus no se ensaña con los jóvenes, agrega. Eso sí, por si las moscas, ha decretado que las fiestas no sean multitudinarias y que no se superen los diez cuerpos en la misma habitación. Menos mal que tenemos el mejor presidente para lidiar con una crisis como esta, dijo en la emisora perteneciente a Fox, la cadena conocida por la fidedigna información que disemina.
lunes, 23 de marzo de 2020
Socialismo al rescate
A unos 33000 dólares por cabeza sale en Estados Unidos el tratamiento de la corona que tenemos encima y los votantes demócratas, especialmente las mujeres de color, siguen decantándose mayoritariamente por la opción Biden en lugar de una sanidad pública, seguramente por una extraña lealtad al que fuera vicepresidente con Obama. El coronavirus, ¿ les hará cambiar de opinión?
En otro orden de cosas. En el 2009 la administación Bush nos dio un cheque por valor de unos 800 dólares, creo que se llamaba un cheque estímulo para salir de la recesión del 2008 y gastárnoslo en cuanto nos tocara las manos. Esta vez la administración Trump baraja entregar 1200 dólares solo a las familias más necesitadas. Y eso, ¿no huele a socialismo?
En otro orden de cosas. En el 2009 la administación Bush nos dio un cheque por valor de unos 800 dólares, creo que se llamaba un cheque estímulo para salir de la recesión del 2008 y gastárnoslo en cuanto nos tocara las manos. Esta vez la administración Trump baraja entregar 1200 dólares solo a las familias más necesitadas. Y eso, ¿no huele a socialismo?
domingo, 22 de marzo de 2020
Un tanto marcado por el presidente.
Hace un mes Trump volvió a traernos otra manzana de la discordia que le sirvió para marcarse un tanto. Esta vez los afectados fueron los componentes del equipo de hockey conocido como el Milagro sobre el hielo, en inglés, The Miracle on Ice. Un 22 de febrero de 1980 el equipo estadounidense, con plantilla universitaria, derrotó en la semifinal de los Juegos Olímpicos celebrados en la localidad de Lago Plácido, en Nueva York, al conjunto soviético que, hasta el momento, era considerado el mejor del mundo.
Obvia decir que esta hazaña, enmarcada por las tensiones de la Guerra Fría, Carter acababa de anunciar que boicotearía los Juegos Olímpicos de verano que se iban a celebrar en Moscú como protesta por la invasión de Afganistán, sirvió para calentar los motores americanos.
Trump parece que también quiso repetir hazaña y sobrecalentar motores, al traerse al equipo a una de sus campañas políticas. Sucedió en Las Vegas. Trump les invita a subir al escenario. El organizador, ojo avizor, antes de tocar las tablas, uno a uno les va despachando una gorrita roja. Lleva una inscripción. Es la MAGA. La Make America Great Again. Haz América Grande Otra vez. Diez jugadores se la ciñen sin reparar siquiera en el color. Otros cuatro, más recelosos, deciden no ponérsela. Lo que iba a ser la celebración de una proeza, Trump la ha dejado en maniobra política. Estos veteranos atletas, a los que habría que haber convocado en la Casa Blanca si se les quería honrar de verdad, allí les dio Carter la enhorabuena, ahora tienen que lidiar con la animadversión de demócratas y republicanos.
Un tanto marcado por el presidente.
Obvia decir que esta hazaña, enmarcada por las tensiones de la Guerra Fría, Carter acababa de anunciar que boicotearía los Juegos Olímpicos de verano que se iban a celebrar en Moscú como protesta por la invasión de Afganistán, sirvió para calentar los motores americanos.
Trump parece que también quiso repetir hazaña y sobrecalentar motores, al traerse al equipo a una de sus campañas políticas. Sucedió en Las Vegas. Trump les invita a subir al escenario. El organizador, ojo avizor, antes de tocar las tablas, uno a uno les va despachando una gorrita roja. Lleva una inscripción. Es la MAGA. La Make America Great Again. Haz América Grande Otra vez. Diez jugadores se la ciñen sin reparar siquiera en el color. Otros cuatro, más recelosos, deciden no ponérsela. Lo que iba a ser la celebración de una proeza, Trump la ha dejado en maniobra política. Estos veteranos atletas, a los que habría que haber convocado en la Casa Blanca si se les quería honrar de verdad, allí les dio Carter la enhorabuena, ahora tienen que lidiar con la animadversión de demócratas y republicanos.
Un tanto marcado por el presidente.
jueves, 19 de marzo de 2020
Kit de inglés 186: Hold your horses
Esta semana otra de animales: Hold your horses. Literalmente agarra tus caballos y que debería traducirse por nuestro Ten calma, ten paciencia, no te precipites ¡Para el carro!
La expresión la registra por primera vez Picayune, un periódico de Nueva Orleans en 1844. Mencionar que hasta los años 30 del siglo anterior, la forma horses (caballos) se escribía hosses. Y que los caballos siempre se escriben en plural. Horses en lugar de horse.
Pronunciación casera: jould yor jórsis. Y la buena aquí (segundos 8-9 y siguientes).
Frase: Biden leads Democratic race, but hold your horses, politics junkies.
Biden encabeza la carrera demócrata a la Casa Blanca, pero no tan deprisa, adictos a la política.
La expresión la registra por primera vez Picayune, un periódico de Nueva Orleans en 1844. Mencionar que hasta los años 30 del siglo anterior, la forma horses (caballos) se escribía hosses. Y que los caballos siempre se escriben en plural. Horses en lugar de horse.
Pronunciación casera: jould yor jórsis. Y la buena aquí (segundos 8-9 y siguientes).
Frase: Biden leads Democratic race, but hold your horses, politics junkies.
Biden encabeza la carrera demócrata a la Casa Blanca, pero no tan deprisa, adictos a la política.
martes, 17 de marzo de 2020
¿Quién es más Sociedad John Birch que la mismísima Sociedad John Birch?
Comenzamos con un tironcillo de orejas al presidente estadounidense, que se queja de que le exportamos los virus. Y el martes pasado concierto multitudinario de 40000 personas en el Madison Square Garden para ver a los Allman Brothers.
Y seguimos con los Koch, esta vez con la sociedad a la que pertenecía papá Koch, la John Birch Society, Sociedad John Birch. Esta sociedad se fundó en Indianápolis, Indiana, un 9 de diciembre de 1958. La sociedad estaba integrada por doce hombres, no sé si con piedad o sin ella. La dirección quedó bajo el mando de Robert W. Welch Jr., un empresario jubilado hijo de Massachusetts que se dedicaba al negocio de los caramelos. Welch bautizó a la Sociedad con el nombre de un misionero baptista que también era militar, y que fue asesinado en China a manos de grupos comunistas al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Con la llegada de la Guerra de Vietnam, la organización pierde fuerza, declive que se hace más perceptible con el fallecimiento de Welch en 1985. Como no podía ser menos, Welch era fervoroso creyente de las teorías de la conspiración, en especial de aquellas que atacaran el comunismo. Él y sus partidarios estaban empecinados con la idea de que los comunistas habían conseguido añadir flúor al agua para poder controlar la mente del que la bebiera.
Aunque no se tienen cifras, la Sociedad parece que está volviendo a coger carrerilla, sobre todo en Tejas. Seguramente la elección de Trump haya aumentado el amor. Los comunistas ya no son su prioridad. Ahora luchan por sacar a Estados Unidos de la NAFTA, volver a los valores cristianos, cargarse las Naciones Unidas, quitarse del medio las carteras de educación y energía y dejar el gobierno federal a la mínima expresión. En cuanto a la injerencia rusa de las elecciones del 2016, esa no molesta.
Entre los miembros más conocidos de dicha organización parece que contamos con otro papá, esta vez papá Trump. Según Roger Stone, consejero del presidente, Fred Trump era amigo íntimo de Welch y aportaba sus dineros a la causa. El Jefe de Personal, Mick Mulvaney, el senador Rand Paul y su padre también pertenecen o han pertenecido a la Sociedad. Pero, sin lugar a dudas, el que es más Sociedad John Birch que la misma Sociedad John Birch es Trump. Y no es que lo diga yo, lo dice el presentador de ideología ultraconservadora, Alex Jones.
Y seguimos con los Koch, esta vez con la sociedad a la que pertenecía papá Koch, la John Birch Society, Sociedad John Birch. Esta sociedad se fundó en Indianápolis, Indiana, un 9 de diciembre de 1958. La sociedad estaba integrada por doce hombres, no sé si con piedad o sin ella. La dirección quedó bajo el mando de Robert W. Welch Jr., un empresario jubilado hijo de Massachusetts que se dedicaba al negocio de los caramelos. Welch bautizó a la Sociedad con el nombre de un misionero baptista que también era militar, y que fue asesinado en China a manos de grupos comunistas al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Con la llegada de la Guerra de Vietnam, la organización pierde fuerza, declive que se hace más perceptible con el fallecimiento de Welch en 1985. Como no podía ser menos, Welch era fervoroso creyente de las teorías de la conspiración, en especial de aquellas que atacaran el comunismo. Él y sus partidarios estaban empecinados con la idea de que los comunistas habían conseguido añadir flúor al agua para poder controlar la mente del que la bebiera.
Aunque no se tienen cifras, la Sociedad parece que está volviendo a coger carrerilla, sobre todo en Tejas. Seguramente la elección de Trump haya aumentado el amor. Los comunistas ya no son su prioridad. Ahora luchan por sacar a Estados Unidos de la NAFTA, volver a los valores cristianos, cargarse las Naciones Unidas, quitarse del medio las carteras de educación y energía y dejar el gobierno federal a la mínima expresión. En cuanto a la injerencia rusa de las elecciones del 2016, esa no molesta.
Entre los miembros más conocidos de dicha organización parece que contamos con otro papá, esta vez papá Trump. Según Roger Stone, consejero del presidente, Fred Trump era amigo íntimo de Welch y aportaba sus dineros a la causa. El Jefe de Personal, Mick Mulvaney, el senador Rand Paul y su padre también pertenecen o han pertenecido a la Sociedad. Pero, sin lugar a dudas, el que es más Sociedad John Birch que la misma Sociedad John Birch es Trump. Y no es que lo diga yo, lo dice el presentador de ideología ultraconservadora, Alex Jones.
domingo, 15 de marzo de 2020
Los cocimientos de los Koch
Según Sanders, ellos le escriben la carta al Rey Mago y este, desde su presidencia, se encarga de hacer el pedido. A cambio, dan sus buenos dineros a la causa libertaria y republicana. Por si se quiere ver, ahora que estamos todos metidos en casa, el activista Robert Greenwald recoge en su documental, Koch Brothers Exposed (Los hermanos Koch al descubierto), de 2012, los empujones y los cocimientos de esta pareja.
viernes, 13 de marzo de 2020
Kit de inglés 185: Joe Six-Pack
Cortesía de USDA ARS. |
¿Y quién inventó la forma?
Al periodista Martin F. Nolan, colaborador del Boston Globe, se le atribuye su creación en el verano de 1970.
La pronunciación para salir del paso: yóu siks pak. Y la buena aquí.
Frase: Wow, This Sounds Exactly Like What Joe Sixpack Wants.
¡Guau! No podía parecerse más a lo que el votante de a pie quiere.
jueves, 12 de marzo de 2020
Lo que tenemos delante, ¿de qué color es?
La presencia de candidatos como Bloomberg, un hombre con una fortuna personal de más de 600 mil millones de dólares y que se ha gastado unos 500 en solo cien días para poner anuncios a diestro y siniestro, siempre me hace dudar de la volatilidad del votante pero especialmente de lo democrático del proceso electoral. ¿Cómo es posible que, un individuo que quiera hacer su contribución a un candidato, solo pueda entregar 2800 dólares (esta cantidad varía anualmente según la tasa de inflación) y que Bloomberg se haya agasajado con esa millonada?
Sí, ya sabemos que uno puede hacer con su dinero lo que quiera, pero igual que esta cantidad es ajustada en el contribuyente también debería serlo para el candidato que se paga su actuación electoral.
Meterse en las tumultuosas aguas de la financión de los candidatos es un misterio que ni los más avezados saben vadear. Desde el 2010, año en el que el Tribunal Supremo autorizara la presencia de las SuperPAC, (parece que con las PAC no era suficiente), el proceso se hizo más enrevesado.
Para los que sepan inglés aquí va un cursito rápido sobre el funcionamiento de la financiación política. Un contribuyente este año puede dar al partido 35500 dólares para que el partido decida a quién se entrega el dinero. Una manera para evitar que parezca un soborno. Un individuo también puede dar a un comité de acción política, los famosos PAC, hasta 5000 dólares. Los PACs y cualquiera que quiera dedicar su dinero a echar pestes de un determinado candidato pueden contribuir sin restricciones en un grupo libre de impuestos amparado bajo la cláusula 527 del Código de Servicios de Impuestos Internos.
Y luego tenemos a los SuperPACs, que, con sus dineros, apoyarán o se opondrán a un candidato determinado. La única condición que se les impone a estos SuperPACs es que su actuación debe ser independiente de la campaña y del candidato al que pretende favorecer o perjudicar. Las donaciones a los SuperPACs son de carácter ilimitado. Y serán, probablemente, las fortunas de grandes compañías, esas que pueden permitirse una espléndida contribución, las que decidarán la suerte de un candidato. Eso sí. La Comisión Electoral quiere saber quiénes son esos donantes.
Por si esto fuera poco, la financiación puede proceder de lo que se denomina dinero suave y dinero duro. (Soft money, hard money). Y cómo no, también contamos con el oscuro (dark money). El suave es el dinero destinado a los PACs, comités de acción política, y a los Super PACs. No hay límite en las contribuciones suaves cuando se usan para apoyar una idea, no a un candidato. El dinero duro es la donación directa al candidato, mientras que al oscuro, como nos imaginamos, no hay quien le pueda seguir el rastro. Aunque, por lo que parece, no hay mucha diferencia entre el suave y el oscuro, ya que el suave parece atravesar un túnel de blanqueo. El oscuro parece venir de las organizaciones sin ánimo de lucro, que no tienen techo en las aportaciones que puedan hacer, y que tampoco están obligadas a dar detalles de su financiación ni a revelar la identidad de los donantes.
Lo que tenemos delante, una infinita oscuridad.
Sí, ya sabemos que uno puede hacer con su dinero lo que quiera, pero igual que esta cantidad es ajustada en el contribuyente también debería serlo para el candidato que se paga su actuación electoral.
Meterse en las tumultuosas aguas de la financión de los candidatos es un misterio que ni los más avezados saben vadear. Desde el 2010, año en el que el Tribunal Supremo autorizara la presencia de las SuperPAC, (parece que con las PAC no era suficiente), el proceso se hizo más enrevesado.
Para los que sepan inglés aquí va un cursito rápido sobre el funcionamiento de la financiación política. Un contribuyente este año puede dar al partido 35500 dólares para que el partido decida a quién se entrega el dinero. Una manera para evitar que parezca un soborno. Un individuo también puede dar a un comité de acción política, los famosos PAC, hasta 5000 dólares. Los PACs y cualquiera que quiera dedicar su dinero a echar pestes de un determinado candidato pueden contribuir sin restricciones en un grupo libre de impuestos amparado bajo la cláusula 527 del Código de Servicios de Impuestos Internos.
Y luego tenemos a los SuperPACs, que, con sus dineros, apoyarán o se opondrán a un candidato determinado. La única condición que se les impone a estos SuperPACs es que su actuación debe ser independiente de la campaña y del candidato al que pretende favorecer o perjudicar. Las donaciones a los SuperPACs son de carácter ilimitado. Y serán, probablemente, las fortunas de grandes compañías, esas que pueden permitirse una espléndida contribución, las que decidarán la suerte de un candidato. Eso sí. La Comisión Electoral quiere saber quiénes son esos donantes.
Por si esto fuera poco, la financiación puede proceder de lo que se denomina dinero suave y dinero duro. (Soft money, hard money). Y cómo no, también contamos con el oscuro (dark money). El suave es el dinero destinado a los PACs, comités de acción política, y a los Super PACs. No hay límite en las contribuciones suaves cuando se usan para apoyar una idea, no a un candidato. El dinero duro es la donación directa al candidato, mientras que al oscuro, como nos imaginamos, no hay quien le pueda seguir el rastro. Aunque, por lo que parece, no hay mucha diferencia entre el suave y el oscuro, ya que el suave parece atravesar un túnel de blanqueo. El oscuro parece venir de las organizaciones sin ánimo de lucro, que no tienen techo en las aportaciones que puedan hacer, y que tampoco están obligadas a dar detalles de su financiación ni a revelar la identidad de los donantes.
Lo que tenemos delante, una infinita oscuridad.
martes, 10 de marzo de 2020
Lo que me estoy perdiendo.
Lo que, de momento, he visto en Madrid desde que salí el día 8 de Pittsburgh.
Lo que me estoy perdiendo.
- Dos vuelos y los dos casi llenos. Y no es temporada alta.
- La envidia de Walmart. Colas en el Mercadona: tipo metro en hora punta.
- Escuelas canceladas dos semanas.
- En el hospital solo se permite un acompañante y un cambio de acompañante por turno.
- Viajes del Inserso cancelados.
Lo que me estoy perdiendo.
- La Bolsa estadounidense desenchufada.
- Los twitters de Trump, desperdigando virus con la supuesta senilidad de Biden.
- Los haceres del dirtbag left, (basura izquierdista), una izquierda energúmena que, a Sanders, gracias a su inestimable ayuda, lo está hundiendo con amenazas e insultos a los que, mejor dicho a las que, (las víctimas son casi todas mujeres), se atrevieron a apoyar a Warren.
- El minmartes de hoy, con Idaho, Michigan, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte y Washington a votar. Michigan es la joya de la corona, con 125 delegados, aunque, según las encuestas, no pinta muy bien para Sanders. Los otros estados ofrecen 352 delegados en total. Y casi todos se casan con Biden.
domingo, 8 de marzo de 2020
Cien años de béisbol
Aunque ya no estamos en el Mes de la Herencia Negra, pero vivo muy cerca de Homestead, una de béisbol de color.
Los Homestead Grays fue un equipo de béisbol profesional para jugadores de color e hispanos. Pittsburgh también tenía el suyo, los Pittsburgh Crawfords. Uno de los mánagers de los Crawfords fue el fotógrafo Teenie Harris. Los Homestead Grays comenzaron su andadura en 1912 y fue en 1950 cuando deciden desmantelarlo. El equipo de Pittsburgh corrió peor suerte. Más tardío, surge en 1930, se vio obligado a cerrar en 1939, debilitado por la fuga de figuras.
Ni que decir tiene que a estos jugadores, en medio de las leyes segregacionistas, solo se les permitía competir en lo que se llamaba la Liga negra. No importaba que a muchos de estos jugadores les sobrara categoría para participar en las Grandes Ligas de Béisbol o que fueran mejores que otros jugadores blancos.
Los Josh Gibson, probablemente uno de los mejores bateadores que ha dado este país o los Satchel Paige, que, en 1948, fuera fichado por los Cleveland Indians a los 42 años y se mantuviera en las Grandes Ligas diecisiete años más, (debía de ser bastante bueno cuando Joe DiMaggio dijo que Paige había sido el mejor lanzador, también el más rápido al que se había enfrentado), nunca consiguieron el reconocimiento que se les debía. La ignominia se cebó especialmente con Gibson.
Con el fichaje de Jackie Robinson en los Brooklyn Dodgers en 1947, los clubs de las grandes ligas comenzaron a animarse y a contratar jugadores de color. Robinson no lo tuvo nada fácil. En el terreno de juego hinchas y seguidores del adversario le escupían y le tiraban cosas por igual. En los vestuarios muchos de sus compañeros también le hacían la vida imposible. Pero no tenía más remedio que aguantar pues su contrato llevaba una cláusula que decía que, si se quejaba, a la calle.
En el video brevísima entrevista al nieto de Gibson.
Por cierto que, el 13 de febrero, se conmemoraron los 100 años de la creación de la Liga para jugadores de color e hispanos. El evento tuvo lugar en Kansas City, Misuri. Ocho equipos formaron parte de la iniciativa lanzada por el padre del béisbol de color, Andrew "Rube" Foster, mánager y también jugador, de los Chicago American Giants.
Los Homestead Grays fue un equipo de béisbol profesional para jugadores de color e hispanos. Pittsburgh también tenía el suyo, los Pittsburgh Crawfords. Uno de los mánagers de los Crawfords fue el fotógrafo Teenie Harris. Los Homestead Grays comenzaron su andadura en 1912 y fue en 1950 cuando deciden desmantelarlo. El equipo de Pittsburgh corrió peor suerte. Más tardío, surge en 1930, se vio obligado a cerrar en 1939, debilitado por la fuga de figuras.
Ni que decir tiene que a estos jugadores, en medio de las leyes segregacionistas, solo se les permitía competir en lo que se llamaba la Liga negra. No importaba que a muchos de estos jugadores les sobrara categoría para participar en las Grandes Ligas de Béisbol o que fueran mejores que otros jugadores blancos.
Los Josh Gibson, probablemente uno de los mejores bateadores que ha dado este país o los Satchel Paige, que, en 1948, fuera fichado por los Cleveland Indians a los 42 años y se mantuviera en las Grandes Ligas diecisiete años más, (debía de ser bastante bueno cuando Joe DiMaggio dijo que Paige había sido el mejor lanzador, también el más rápido al que se había enfrentado), nunca consiguieron el reconocimiento que se les debía. La ignominia se cebó especialmente con Gibson.
Con el fichaje de Jackie Robinson en los Brooklyn Dodgers en 1947, los clubs de las grandes ligas comenzaron a animarse y a contratar jugadores de color. Robinson no lo tuvo nada fácil. En el terreno de juego hinchas y seguidores del adversario le escupían y le tiraban cosas por igual. En los vestuarios muchos de sus compañeros también le hacían la vida imposible. Pero no tenía más remedio que aguantar pues su contrato llevaba una cláusula que decía que, si se quejaba, a la calle.
En el video brevísima entrevista al nieto de Gibson.
Por cierto que, el 13 de febrero, se conmemoraron los 100 años de la creación de la Liga para jugadores de color e hispanos. El evento tuvo lugar en Kansas City, Misuri. Ocho equipos formaron parte de la iniciativa lanzada por el padre del béisbol de color, Andrew "Rube" Foster, mánager y también jugador, de los Chicago American Giants.
sábado, 7 de marzo de 2020
Kit de inglés 184: My way or the highway.
Y ya que hace días nos echábamos a la carretera en el autobús electoral, hoy nos volvemos a ella con My way or the highway. Literalmente mi camino o la carretera, y que debería traducirse por si no te gusta ya sabes por dónde se va o si no te gusta, ¡allí tienes la puerta!
La pronunciación casera: mai güei or de jaigüei. Y la buena aquí, en la voz del coach (instructor) Shane.
De origen incierto, se piensa que esta expresión pudo haber salido del mundo de los negocios o del deporte, probablemente del fútbol americano. Fue a finales de los años 60 cuando despierta. En 2005, según Google Ngram, alcanzó el mayor número de usuarios. Parece que está en claro retroceso, aunque, con las modas, ya se sabe.
Cortesía de USDA ARS |
De origen incierto, se piensa que esta expresión pudo haber salido del mundo de los negocios o del deporte, probablemente del fútbol americano. Fue a finales de los años 60 cuando despierta. En 2005, según Google Ngram, alcanzó el mayor número de usuarios. Parece que está en claro retroceso, aunque, con las modas, ya se sabe.
viernes, 6 de marzo de 2020
Presentación de Tanto para esto en Fuenlabrada
Y aunque no soy Woody Allen y aún no he lanzado unas disputadas memorias, espero veros en el Centro Cultural Tomás y Valiente de Fuenlabrada, el viernes 3 de abril a las 7 de la tarde, para la presentación de Tanto para esto.
jueves, 5 de marzo de 2020
El autobús en las distancias cortas
Y mientras Warren deshoja la margarita con el me quedo, no me quedo y Sanders busca con desesperación el voto del electorado de color, en Nueva York será donde más caso le hagan, nos vamos con ellos de excursión en los autocares electorales. Aquí, un breve recorrido, en inglés, de su historia.
Y para los que no sepan inglés. Según la revista The New Republic, fue en 1948 cuando, Thomas E. Dewey, republicano moderado y látigo de la mafia, se subió por primera vez al autobús para buscar el voto. En el autobús está la prensa, con lo que los candidatos y sus leales acompañantes deben ciudar muy mucho lo que les sale por la boca. Sin ir más lejos, la campaña del senador demócrata Ed Muskiewas terminó en 1972, cuando a su esposa Jane se le ocurrió decirle a los periodistas que le narraran historias picaronas.
Pero el que no corre, vuela. Sobre todo cuando las distancias a cubrir son muy grandes y no se tiene tiempo para ir admirando el paisaje ni saludar al público. En la carrera demócrata a 31 de diciembre del año pasado los candidatos gastaron más de 4000 millones de dólares en vuelos privados. En el caso de Biden, por cada veinticinco dólares que gasta, uno y pico lo destina a fletar un avión privado. Sanders, por su parte, reserva uno de cuarenta. Sanders utiliza los aviones de Apollo Jets LLC, una compañía de aviones privados de lujo afincada en Nueva York. El trimestre pasado se dejó mil doscientos millones. Para deshacer el daño al medioambiente hizo una aportación voluntaria de 23, 200 dólares para compensar por las emisiones de CO2. Biden le pisa los talones, con 924000 dólares gastados entre el uno de julio y el treinta de septiembre en 2019. Biden también compensó al medioambiente. Warren va detrás con su donación correspondiente para mitigar los efectos del CO2. Bloomberg es cuarto con 646000 dólares, aunque esta cifra solo cubre unos cuantos días de noviembre y todo el mes de diciembre. El gasto de Klobuchar fue modesto, mientras que Buttigieg también hizo su donativo a la causa medioambiental, redujo las partidas destinadas a los vuelos privados y se subió a más aviones comerciales.
Aunque claro, estos gastos aún quedan lejos del millón o millones que paga el contribuyente cada vez que el presidente se va a patear a su club privado, Mar-a-Lago. Y me parece que, de donativo para reducir los efectos del CO2, nada de nada.
Y para los que no sepan inglés. Según la revista The New Republic, fue en 1948 cuando, Thomas E. Dewey, republicano moderado y látigo de la mafia, se subió por primera vez al autobús para buscar el voto. En el autobús está la prensa, con lo que los candidatos y sus leales acompañantes deben ciudar muy mucho lo que les sale por la boca. Sin ir más lejos, la campaña del senador demócrata Ed Muskiewas terminó en 1972, cuando a su esposa Jane se le ocurrió decirle a los periodistas que le narraran historias picaronas.
Pero el que no corre, vuela. Sobre todo cuando las distancias a cubrir son muy grandes y no se tiene tiempo para ir admirando el paisaje ni saludar al público. En la carrera demócrata a 31 de diciembre del año pasado los candidatos gastaron más de 4000 millones de dólares en vuelos privados. En el caso de Biden, por cada veinticinco dólares que gasta, uno y pico lo destina a fletar un avión privado. Sanders, por su parte, reserva uno de cuarenta. Sanders utiliza los aviones de Apollo Jets LLC, una compañía de aviones privados de lujo afincada en Nueva York. El trimestre pasado se dejó mil doscientos millones. Para deshacer el daño al medioambiente hizo una aportación voluntaria de 23, 200 dólares para compensar por las emisiones de CO2. Biden le pisa los talones, con 924000 dólares gastados entre el uno de julio y el treinta de septiembre en 2019. Biden también compensó al medioambiente. Warren va detrás con su donación correspondiente para mitigar los efectos del CO2. Bloomberg es cuarto con 646000 dólares, aunque esta cifra solo cubre unos cuantos días de noviembre y todo el mes de diciembre. El gasto de Klobuchar fue modesto, mientras que Buttigieg también hizo su donativo a la causa medioambiental, redujo las partidas destinadas a los vuelos privados y se subió a más aviones comerciales.
Aunque claro, estos gastos aún quedan lejos del millón o millones que paga el contribuyente cada vez que el presidente se va a patear a su club privado, Mar-a-Lago. Y me parece que, de donativo para reducir los efectos del CO2, nada de nada.
lunes, 2 de marzo de 2020
¿Qué prefieres Warren?
Hace unas horas me preguntaba qué estaba haciendo Klobuchar en la carrera demócrata y ya lo ha confirmado: quitarse de la carrera a la Casa Blanca y respaldar la candidatura de Biden. Con esta decisión, Klobuchar, al igual que Buttgieg, le entrega a Biden casi todos sus votos. Quizás Bloomberg pueda raspar algunos.
Ahora le toca a Warren pensarse si hará lo mismo por Sanders o si prefiere una de Biden. ¿Qué prefieres Warren?
Ahora le toca a Warren pensarse si hará lo mismo por Sanders o si prefiere una de Biden. ¿Qué prefieres Warren?
Y mañana martes, redobles
Y mañana, redobles: Mil trescientos cuarenta y cuatro delegados en lid, un 33.8% del total de votos de todo el país. Catorce estados. Alabama, Arkansas, Colorado, Maine, Massachusetts, Minesota, Carolina del Norte, Tennessee, Utah, Vermont, Oklahoma, Virginia, California y Tejas, siendo los dos últimos, los estados estrella.
California parece que se decanta por Sanders, mientras que en Tejas la contienda será más reñida. Los Bloombergianos aquí pueden dar la campanada. Minesota parece que la retiene Klobuchar, aunque por los pelos. La situación de Warren en su propio estado, Massachusetts, es peor. Según las encuestas, Sanders parte como favorito. Los estados más húmedos, Alabama y Tennesse, seguramente se los lleve Biden. Oklahoma dio la sorpresa en las primarias del 2016 al concederle a Sanders la victoria, pero creo que, esta vez, Biden se llevará el Sooner State, (El Estado tempranero), uno de los sobrenombres por los que se conoce a Oklahoma. Me parece que en aquella ocasión, los oklahomeses prefirieron a Sanders antes que darle la victoria a un Clinton. En Vermont el resultado no tiene ningún misterio. En Utah Biden no gusta. ¿Quizás Bloomberg? Las encuestas dan a Sanders como ganador. Virgina es de Biden. Como también parece que lo será Carolina del Norte. En Colorado seguramente gane Sanders. En Arkansas, claramente Biden, y Maine para Sanders.
Para Warren y Klobuchar el Supermartes es la prueba del algodón. Una derrota en Massachusetts debería sacar del ruedo a Warren. En cuanto a Klobuchar, francamente no sé qué motivaciones tiene para seguir adelante. Gasto de dinero... A menos que esté buscando una oportunidad para convencer a Biden de que no sería una mala vicepresidenta...
A tener en cuenta: solo los candidatos que consigan más de un 15% de los votos obtendrán la parte proporcional de delegados que les corresponda. En caso de que Biden, por ejemplo, fuera el único candidato que superara la barrera del 15%, se llevaría todos los delegados de ese estado, independientemente del número de votos que hubiera obtenido.
Y aquí dejo a Steyer pasándoselo en grande a ritmo de rap, con una cancioncita bastante estimulante.
California parece que se decanta por Sanders, mientras que en Tejas la contienda será más reñida. Los Bloombergianos aquí pueden dar la campanada. Minesota parece que la retiene Klobuchar, aunque por los pelos. La situación de Warren en su propio estado, Massachusetts, es peor. Según las encuestas, Sanders parte como favorito. Los estados más húmedos, Alabama y Tennesse, seguramente se los lleve Biden. Oklahoma dio la sorpresa en las primarias del 2016 al concederle a Sanders la victoria, pero creo que, esta vez, Biden se llevará el Sooner State, (El Estado tempranero), uno de los sobrenombres por los que se conoce a Oklahoma. Me parece que en aquella ocasión, los oklahomeses prefirieron a Sanders antes que darle la victoria a un Clinton. En Vermont el resultado no tiene ningún misterio. En Utah Biden no gusta. ¿Quizás Bloomberg? Las encuestas dan a Sanders como ganador. Virgina es de Biden. Como también parece que lo será Carolina del Norte. En Colorado seguramente gane Sanders. En Arkansas, claramente Biden, y Maine para Sanders.
Para Warren y Klobuchar el Supermartes es la prueba del algodón. Una derrota en Massachusetts debería sacar del ruedo a Warren. En cuanto a Klobuchar, francamente no sé qué motivaciones tiene para seguir adelante. Gasto de dinero... A menos que esté buscando una oportunidad para convencer a Biden de que no sería una mala vicepresidenta...
A tener en cuenta: solo los candidatos que consigan más de un 15% de los votos obtendrán la parte proporcional de delegados que les corresponda. En caso de que Biden, por ejemplo, fuera el único candidato que superara la barrera del 15%, se llevaría todos los delegados de ese estado, independientemente del número de votos que hubiera obtenido.
Y aquí dejo a Steyer pasándoselo en grande a ritmo de rap, con una cancioncita bastante estimulante.
domingo, 1 de marzo de 2020
Se ve venir
Resumen: Biden se lleva Carolina del Sur. Sanders es el que se llevará más delegados en la carrera a la Casa Blanca, (ganará por lo que se llama pluralidad, no por mayoría, es decir, conseguirá menos de los 1991 delegados necesarios para salir nominado). Entran los 771 superdelegados a escena, nominan a Biden, y Biden cae derrotado frente a Trump. Con la nominación de Sanders también pudiera suceder lo mismo, no cabe duda, pero, al menos, se respeta la pluralidad.
Desde 1972 los superdelegados han venido acatando la voluntad de los votantes aunque, esta vez, se les ve un poco nerviosos. Uno de ellos, William Owen, miembro del Comité Democrático Nacional que no le hace ascos entregar donaciones a la causa republicana, ya está dando coces para evitar la nominación de Sanders. Si de alguna manera Sanders lograra la nominación, Owens propone al expresidente Obama para la vicepresidencia. Si este la rechazara, el ofrecimiento iría a Michelle Obama.
Bloomberg, que tiene mucho dinero, ya se ha hecho amigo para el Supermartes (previo pago, naturalmente) de dos superdelegados. Ni más ni menos que de los vicepresidentes del partido demócrata de California y del de Tejas.
La cantinela es que, de salir Sanders, los demócratas nunca recuperarán el Senado. Pero con los otros candidatos, a excepción de Warren, la cosa cambia. Los demócratas no se dan cuenta de que, a la causa republicana, le da igual la cara del demócrata, aunque seguramente la prefieran dura.
Desde 1972 los superdelegados han venido acatando la voluntad de los votantes aunque, esta vez, se les ve un poco nerviosos. Uno de ellos, William Owen, miembro del Comité Democrático Nacional que no le hace ascos entregar donaciones a la causa republicana, ya está dando coces para evitar la nominación de Sanders. Si de alguna manera Sanders lograra la nominación, Owens propone al expresidente Obama para la vicepresidencia. Si este la rechazara, el ofrecimiento iría a Michelle Obama.
Bloomberg, que tiene mucho dinero, ya se ha hecho amigo para el Supermartes (previo pago, naturalmente) de dos superdelegados. Ni más ni menos que de los vicepresidentes del partido demócrata de California y del de Tejas.
La cantinela es que, de salir Sanders, los demócratas nunca recuperarán el Senado. Pero con los otros candidatos, a excepción de Warren, la cosa cambia. Los demócratas no se dan cuenta de que, a la causa republicana, le da igual la cara del demócrata, aunque seguramente la prefieran dura.
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