martes, 30 de junio de 2020

El viento, ¿se lo llevó?

Pues otra de efemérides. Esta vez nos vamos a la publicación de un libro que, últimamente, ha estado dando de que hablar por sus prejuicios raciales. Se trata del best-seller, un millón de copias en seis meses, Lo que el viento se llevó, de la reportera y escritora Margaret Mitchell, que, tal día como hoy, un 30 de junio de 1936, vio la luz. La obra le dejaría un Pulitzer en 1937 y una película que saldría dos años después del galardón.

Mitchell, que en 1926 tuvo que dejar su trabajo en el Atlanta Journal para recuperarse de una rotura de tobillo que derivaría en artritis, se pasó la convalecencia rodeada de libros que le traía su esposo de la biblioteca, leyendo los artículos que su padre y su hermano publicaron en la revista de la Sociedad Histórica de Atlanta, revisitando la correspondencia de sus abuelos y recordando conversaciones de los veteranos confederados que oyó de niña. Terminó la novela en 1929, aunque hasta 1935 estuvo haciendo cambios.

Mitchell era de los escritores que componían la obra por el final. De hecho, siempre supo que a Rhett (nombre que en inglés evoca la palabra red, en español rojo), le importaba un comino lo que Scarlett hiciera. Los capítulos entre medias los retenía en su cabeza y luego los escupía en su máquina de escribir Remington, un regalo de su segundo marido, John Robert Marsh. Cuando terminaba de mecanografiar, archivaba lo que había escrito ese día en una carpetilla de cartulina, de esas color crema. Una carpeta para cada capítulo. Mitchell no seguía un orden, sino que atacaba la escritura del libro por la sección que se le antojara.

Mitchell, que llevaba el libro muy en secreto, se lo entregó, aún sin terminar, a Harold Latham, un editor de MacMillan para que le diera su veredicto. Evidentemente a Latham le gustó, aunque puso la condición de que el nombre de la heroína, que por entonces se llamaba Pansy, se cambiara. Probablemente porque Pansy le pareciera infantil y dotado de poca fuerza. Mitchell atinó con Scarlet, el color escarlata, palabra que, sin duda denota más garra. Su sonido casi que evoca la palabra harlot, en español ramera. Y ni que decir tiene que en el Apocalipsis, ya contamos con información sobre la gran ramera que, como no podía ser de otro modo, iba vestida de púrpura y escarlata.

Influencias más recientes en la elección del nombre de la heroína quizás fueran la novela histórica la Pimpinela Escarlata, de la baronesa Orczy, o, tal vez, la Letra escarlata, de Hawthorne. En un principio el nombre de la joven protagonista solo llevaba una t y Mitchell tuvo que pagar 50 céntimos a la hora a una mecanógrafa para que le corrrigiera los errores. Por lo visto Mitchell descubrió que Scarlet era un apellido de origen irlandés y quería convertirlo en nombre de pila, de ahí que añadiera otra t

En cuanto al título del libro, Mitchell lo tomó de un verso del poema Non sum qualis eram bonae sub regno Cynarae (No soy el que solía bajo el imperio de la hermosa Cínara) del infortunado escritor victoriano Ernest Dowson, título que este sacó a su vez de las Odas de Horacio, (Libro 4). Dowson es autor también de otro verso igualmente famoso, the days of wine and roses, Días de vino y rosas, perteneciente al poema Vitae summa brevis spem nos vetat incohare longam, Nuestra breve vida nos impide tener grandes esperanzas, título también sacado de las Odas de Horacio, en esta ocasión del Libro 1. Dowson, además de apreciar a Horacio, también reverenciaba a Poe, en especial este verso tan sonoro y perfumado: "The viol, the violet and the vine". ("La viola, la violeta y el vino") del poema La ciudad en el mar.

Rebel fortifications, Atlanta, Ga.


De momento, el viento no se ha podido llevar ni de las estanterías ni de las pantallas la obra de Mitchell. Quizás el pobre reconocimiento que se hiciera en su día a la extraordinaria Hattie McDaniel, primera mujer de color que se llevó un Óscar y que, por cierto, también participó en Song of the South, Canción del surla adaptación cinematográfica que hiciera Walt Disney en 1946 de las historias de Uncle Remushaya tenido algo que ver con que el viento, de momento, no se lo lleve.

lunes, 29 de junio de 2020

Se libró del Club de los 27.

[Spanish booth group at Army Relief Bazaar, Albany, N.Y.]
Aunque el mundo no está para muchas celebraciones, hoy traemos música. La del brillantísimo y malhadado Lowell George, que, me he dado cuenta leyendo su biografía, tal día como hoy, un 29 de junio, pero de 1979, aquí aún es 29, perdería la vida a manos de las drogas y atracones de comida. Siete años le libraron a George de entrar a formar parte en el Club de los 27.

George era uno de esos genios imposibles de encasillar lo que, probablemente, le dificultara alcanzar el reconocimiento que merecía. Niño prodigio, comenzó tocando la armónica, aunque sabía tocar cualquier instrumento que se le pusiera por delante. George era maestro de la guitarra con slide, pequeño círculo, normalmente metálico, que se desliza por las cuerdas del instrumento para darle un determinado sabor. Y George captaba, con especial pericia, el blues, la música country, el rock, la música folk y el jazz en una sola canción. Solo hay que escucharlo en Willin', una canción de 1971 con su grupo Little Feat, probablemente su canción estrella, para darnos cuenta de su talento. Una fantástica voz y unas letras, casi siempre suyas, igualmente sensacionales, muy visuales y a veces con cierto toque zappatiano, una especie de lúdico absurdo, acompañan su extraordinaria habilidad con la guitarra. Por cierto que, la inimitable Linda Ronstadt, sacará años después su versión de Willin',  y la verdad es que no sé por cuál decidirme.

George era admirador de la música minoritaria, de esa música de calidad que apenas tendrá difusión en el mercado. De Latinoamérica, por ejemplo, le intrigaba el arpa paraguaya. De vuelta a casa, el jazz fusión del guitarrista Larry Coryell, por ejemplo, también reclamaba su atención.

Aquí más información sobre las maravillas de este casi olvidado artista.     

domingo, 28 de junio de 2020

Fiestas durante el COVID. ¿Niño o niña?

Según DeSantis, gobernador de Florida, el comportamiento de los jovencitos ha forzado su decisión de cerrar las playas, así que, del 4 de julio, fiesta nacional, al 7, habrá que buscarse alternativas para pasarlo bien. Después de hincarle el diente a los perritos calientes y ponerse morado a pastel de manzana, ¿qué tal una gender reveal party?, la fiesta en la que se nos revelará el sexo biológico de la criatura que se lleva en el vientre.

La feliz ocurrencia no es nueva. Algunos dicen que salió del blog de Jenna Karvunidis en el 2008. Una revista de Chicago la sacó en sus páginas y lo demás, es historia. Para los que busquen ideas,  Youtube es el cofre de las sorpresas. No cabe duda de que algunas de las mejores perlas son las que en el 2017 nos dejara la familia Dickey. El esposo, un agente fronterizo de Arizona, utilizó un explosivo para determinar el sexo del bebé y calcinó, de manera involuntaria, 47000 acres. Ocho millones de dólares a pagar por la broma. 

También guardamos un recuerdo especial para la familia de Florida que, con papá y mamá, nueve hijos más otro en camino, en el 2019 nos revelaron con la inestimable ayuda de su mascota caimán, que la criatura sería hembra.

Y, por si aún quedan ganas y dinero y nos han invitado, uno siempre se puede enganchar a una baby shower, literalmente ducha de bebé, una fiesta para la recogida de regalos. En esta ocasión, no nos harán adivinar el sexo biológico de la criatura y se nos esperará con ropita de niño o niña o enseres que ambos sexos biológicos puedan usar indistintamente. Básicamente pañales o comida. 

Como se ve, ocasiones no faltan para pasarlo bien.

jueves, 25 de junio de 2020

Kit de inglés 199: Off the record.

Esta semana una de registros. Off the record, literalmente "fuera de registro" y que debe traducirse por extraoficialmente. La pronunciación casera no es difícil. Of de récord. Y la buena aquí (segundos 18-19).

Esta forma es de cuño reciente. Aparece por primera vez de manera escrita en noviembre de 1932 en el periódico norcarolino The Daily Times-News. El periodista atribuye la creación de off the record al presidente Roosevelt.

[Eleanor Roosevelt, Mrs. James (Betsy Cushing) Roosevelt, Franklin D. Roosevelt, James Roosevelt, and Franklin Roosevelt's mother, Mrs. James (Sara) Roosevelt, posed standing under big guns on the cruiser USS Indianapolis (CA-35), during a fleet review off New York City, May 31, 1934]

He aquí el texto en el que apareció publicada la forma off the record:

"He [Roosevelt] said that he was going to talk 'off the record', that it was mighty nice to be able to talk 'off the record' for a change..." 

"Él [Roosevelt] dijo que iba a hablar extraoficialmente y que la posibilidad de hablar así era de agradecer". 

martes, 23 de junio de 2020

Buscando a Nina.

b&w film copy neg.
Esta semana hubiéramos celebrado los 117 años del nacimiento de Al Hirschfeld, el caricaturista que retrató el mundo del arte americano en sus casi 80 años de trayectoria profesional.

Hirschfeld era hijo de una pareja poco convencional para la época. El padre, estadounidense, se quedaba en casa cuidando de los tres hijos, mientras que la madre, inmigrante rusa, hablaba ruso y yidis pero escaso inglés, regentaba una tienda de chuches.

Con diecisiete años Hirschfeld se colocó de director artístico en los estudios de Selznick. Allí estuvo cuatro años, hasta 1924, cuando, con el dinero que le dio un tío suyo, se marchó a París a compartir estudio y penalidades propias de la vida bohemia con otros dos artistas. Para sacarse un dinerillo extra, Hirschfeld bailaba claqué y tocaba el ukelele en los clubs nocturnos parisinos, (aunque también era diestro con el piano, su madre le enseñó a tocar, y con los instrumentos de percusión). En París tendrá ocasión de caricaturizar a figuras como Hemingway, Dos Passos, Picasso, Maurice Chevalier o Josephine Baker. Este gusto por el mundo de la farándula también se le coló por los esfuerzos de su madre, que, de pequeño, lo llevaba a ver los vodeviles.

Tras la aventura francesa, el teatro ruso capta la atención del joven Al. Así que, en 1927, lo tenemos en la Unión Soviética. Sus caricaturas se tornan un tanto comunistas, aunque esta tendencia ideológica pronto se borrará. Más viajes y experimentación de los que saldrán sus maravillosas acuarelas. Bagdad, Yalta, Teherán... Nadie, con la excepción de Charlie Chaplin, mostrará interés por su adquisición.

En 1931 lo tenemos dos meses en Tahiti, pero no le gustó. Su amigo, el caricaturista mexicano Miguel Covarrubias, lo invitó a que fuera a vivir con él a Bali, y allí se quedó un año hasta que Chaplin le compró las acuarelas. Con el dinero, Hirschfeld pudo adquirir el pasaje de vuelta a los Estados Unidos.

Para entonces el arte de Hirschfeld ya estaba bastante pulido: los grabados en madera japonés de Utamaro, Hokusai e Hiroshige, el trazo fino de Covarrubias y la influencia de los caricaturistas ingleses Max Beerbohm y Aubrey Beardsley y del americano John Held Jr., impregnaron su caraceterístico trazo, el arte de la línea imprescindible, capaz de revelar la psicología del retratado con excepcional maestría.

El nacimiento de su hija Nina en 1945 le trajo a Hirschfeld más fama. En los dibujos que entregaba al New York Times, se le ocurrió esconder el nombre de su hija, (siempre incluía el número de veces que aparecía la palabra NINA para alertar al curioso). Era una especie de buscando a Wally del que luego renegó. Hirschfeld trató de dejar esta práctica, pero las quejas le llovieron al periódico y tuvo que volver a retomar la ocurrencia. 

Y para los amantes de la rutina de los artistas: aquí dejo la de Hirschfeld.

Sobre las 10 de la mañana se subía a su silla de barbero (que se conserva en la Biblioteca Pública de Nueva York para las Artes Escénicas), para comenzar con su jornada laboral. A las 12 parada y sobre las 12:45 vuelta a la silla. A las 4 de la tarde receso para té y galletas y así hasta las 5 más o menos, cuando echaba el cierre a su escritorio. La noche, para la cena y otros menesteres, en especial salidas al teatro. Y este sistema no debió dañar su constitución, ya que casi vivió cien años. Aunque, probablemente, la genética tampoco estuviera en su contra. Su madre alcanzó los 91 y el padre los 93.

Y para los que quieran y puedan, magnífico recorrido de su vida en The Line King, El Rey de la línea. 

lunes, 22 de junio de 2020

Pelillos a la mar.

La retirada de Amy Klobuchar sin duda le está poniendo las cosas difíciles a Elizabeth Warren para alcanzar la nominación a la ansiada vicepresidencia. En cambio, quien sí parece que está viendo el cielo abierto, es la senadora de California, Kamala Harris.

De no presentarse Michelle Obama, con la que está cayendo, Biden y su comité probablemente se decidirán por una candidata con experiencia en política interior, con lo que decimos bye bye a Susan Rice.

Harris, por su parte, cuenta con amplia experiencia en asuntos internos y, además, mantiene una muy buena relación con Biden. Seguro que el candidato presidencial ya ha olvidado las acusaciones de aquella niña con coletas que iba en autobús. Pelillos a la mar. 

domingo, 21 de junio de 2020

De la Tierra al espacio.

A ponernos al día:

El presidente no llenó. El auditorio, conocido como BOK Center y diseñado por César Pelli, el creador de las Torres Petronas, solo vio unas 6000 personas de las 19000 que admite.

Había toque de queda en la zona pero el presidente insiste en que los radicales se dedicaron a taponar los detectores de metal con el fin de intimidar a sus seguidores, y de ahí, el vacío. Algunos han dejado caer en las redes que el escaso aforo hay que agradecérselo a las bromitas de los TikTokers y los K-pop, que se dedicaron a comprar cientos de entradas que luego no se ocuparon. Fuere lo que fuere, el seguimiento del mitin parece que tuvo bastante más éxito a través de los medios.

Por cierto que, a eso de las 10 de la noche, según acababa de terminar el mitin épico, movimiento sísmico de importancia que se dejó notar en todo el estado. Algunos creen que la culpa de tanta actividad sísmica hay que echársela al fracking, la extracción de gas de esquisto mediante fracturación hidráulica.


Y decepción también para los que miran al cielo, en especial para los ufólogos y aficionados a los OVNIS, ya que un 24 de junio de 1997, las Fuerzas Aéreas estadounidenses sacan un informe de 231 páginas que invalida la presencia alienígena en Roswell. Eso sí, si se desprecian las explicaciones de las Fuerzas y se quiere tener una experiencia de primera mano, siempre se puede ir al festival que Roswell celebra cada julio, aunque habrá que esperar hasta el año que viene para participar.     

jueves, 18 de junio de 2020

Kit de inglés 198: To be in the pipeline.

Cortesía de USDA ARS.
Hoy, una de fontanería con To be in the pipeline. Literalmente "estar en la cañería", pero que debería traducirse por estar trabajando en ello o estar en vías de desarrollo. Se piensa que el origen de esta forma no sale de las profundidades de las tuberías, sino que se crea a partir de la forma supply line, "línea de abastecimiento", "cadena logística" o "cadena de distribución", expresión que ya se usaba en la Primera Guerra Mundial.

Hacia 1922, ya encontramos ejemplos donde supply line es reemplazada por la forma pipeline. No se sabe con exactitud si esta sale de Inglaterra o de Estados Unidos, aunque los expertos parecen inclinarse más por el origen estadounidense. Es durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942, cuando aparece in the pipeline con el sentido que nos ocupa.

Pronunciación macarrónica: tu bi in de páiplain.
Y la buena aquí.     

Frase: The projects have been in the pipeline for a while now.
Se lleva trabajando un tiempo en los proyectos. 

martes, 16 de junio de 2020

¡Qué va pasar aquí!

Ya es hora de traer al padre Charles Edward Coughlin, radiopredicador católico, envidia en exitazo mediático para la FOX o los Rush Limbaugh, que, con su intransigencia, consiguió unos 30 millones de radio oyentes en los años 30.

Coughlin, hijo de estadounidense y canadiense, casi toda su obra la hizo desde Detroit. Hombre de contradicciones, primero fue un sí te apoyo al New Deal de Roosevelt y luego una crítica feroz que, con tiempo, la Iglesia Católica logró quitarse del medio, poco después del ataque japonés de Pearl Harbor. Desde su conglomerado radiofónico, la Radio League of the Little Flower (Liga de la pequeña flor), Coughlin llamaba al aislacionismo en su ratransmisión semanal, que, en 1936, se escuchaba en 36 emisoras. Estados Unidos debía mantenerse alejado de lo que viniera de fuera y no jugar a hacer pactos ni alianzas, en especial con la malévola Europa, si no quería que sus males contaminaran también a América.

El padrecito odiaba los extremos: rechazaba el comunismo y al nazismo por igual, y criticaba, con voz de hierro, al capitalismo feroz. Según él, existía una conspiración internacional de banqueros y comunistas, empeñados en destruir la inocencia de la República. Eso sí, reconocía que el capitalismo no había hecho una distribución justa de sus frutos (curiosamente, la Liga de la pequeña flor aceptaba donativos, un dólar diario por retransmisión en la que se nos recordara, dos dólares si queríamos incluir a nuestra madre en el recordatorio a través de las ondas), y que, por eso, la queja de los comunistas tenía razón de ser. Solo la vuelta a las enseñanzas del Señor podría sacar a Estados Unidos del atolladero. Y así, sus dieciséis principios de justicia social, centrados en la libertad de conciencia y de educación para la clase trabajadora, los inmigrantes no entraban en el bombo, salen a la luz.


Pero con tantos -anti, anticomunista, antinazi, antifascista, (Coughlin decía estar en contra del fascismo, aunque en Alemania, Italia y Japón era vitoreado), y anti KKK, a Coughlin se lo llevaron los demonios cuando a Roosevelt se le ocurrió nominar para la Corte Suprema a Hugo Black, un anticatólico que, hasta 1925, fue miembro del KKK en Alabama, tampoco era de extrañar que añadiera a su colección personal la de antisemita. El capital financiero internacional, en su mayoría judío, según el padre, era el causante de la Gran Depresión. Y todo por las ideas del ateo de Marx. En marzo de 1936, para proclamar su verdad, sacará su revista Social Justice, Justicia Social, con una tirada de doscientos mil ejemplares semanales. Y no será hasta que Roosevelt la prohíba, por cierto, bastante inconstitucional por parte del presidente, (las oficinas de correos prohibieron su distribución), que dejará de imprimirse.

Solo cuando las críticas y la audiencia comenzaron a echársele encima, Coughlin aflojó su ira. "No es mi propósito destruir el New Deal, sino perfeccionarlo", adjudicó. Aquí, un videoadulador de Coughlin, quizás la primera figura religiosa en esto de la predicación a través de los medios, para lanzar mensajes que nada tenían que ver con lo religioso.

Menos mal que con personajes como el padre siempre se puede sacar tajada artística. Y la lista es larga. Woody Guthrie lo menciona en su canción Lindbergh, el Doctor Seuss se burla de él en unas viñetas humorísticas. También lo usan Cole Porter, Arthur Miller, Philip Roth, Sax Rohmer o Sinclair Lewis. Por cierto que Lewis nos lo encarna en el obispo Prang, (un prang es una torre de un santuario aunque también significa accidente o choque) en su novela satírica It Can't Happen Here, (Eso no puede pasar aquí), título que años después tomará Frank Zappa para una de sus canciones. La novela, escrita en 1935, nos presenta el ascenso y la caída de Berzelius "Buzz" Windrip, un demagogo con buena labia que llega a ser presidente de Estados Unidos. Windrip es un personaje bastante totalitario, que pretende recobrar los antiguos valores, entre ellos el patriotismo, lo que requiere, claro esta, acción contra el inmigrante. Algunos han querido ver cierto parecido con otra personalidad política del momento. La verdad es que ahora mismo no caigo. 

lunes, 15 de junio de 2020

¿RoboCop a patrullar?

El año pasado SRI International ya sacó un prototipo de su RoboCop. Aquí el video del oficial de policía. ¿Buen momento para ponerlo a funcionar? Lo que impone ese casco...

domingo, 14 de junio de 2020

¿Buena idea, señor presidente?

Tras el el asesinato de un hombre de color ocurrido el viernes en un Wendy's de Atlanta, la alcaldesa, Keisha Lance Bottoms, una de las candidatas a la vicepresidencia, ha aceptado la dimisión de su jefa de policía, Erika Shields.

Little Africa on fire, Tulsa, Okla. Race riot, June 1st, 1921

Por su parte, Trump, según él aconsejado por amigos afroamericanos, ha pasado el Juneteenth que iba a celebrar en Tulsa, al día 20, a celebrar también en Tulsa. No queda muy claro por qué Trump ha elegido Tulsa, feudo republicano, para celebrar el fin de la esclavitud. Las malas lenguas dicen que su elección es un corte de manga a la población de color, y que no viene a apaciguar, sino a celebrar los disturbios raciales que tuvieron lugar en 1921, que dieron con la destrucción, entre otras, de la llamada Wall Street negra, la comunidad afroamericana más próspera del momento en Estados Unidos.

El discurso que dará el presidente, por lo visto es obra del ultraconservador Stephen Miller, su asesor político.

¿Buena idea, señor presidente?

jueves, 11 de junio de 2020

Kit de inglés 197: Between a rock and a hard place.

Con el panorama que tenemos, esta semana una de opciones. Between a rock and a hard place. Literalmente "entre una roca y un lugar duro" y que pudiera traducirse por nuestro entre la espada y la pared. Dificultad a la hora de escoger, cuando todas las opciones son igualmente espantosas.   

La pronunciación para salir del paso: bitúin a rok and a jard pléis. Y la buena aquí, con los Rolling Stones (segundos 44-58).

La frase es de creación relativamente reciente, de principios del siglo XX. El primer registro que tenemos de esta forma es de 1921, cuando aparece publicada en la revista Dialect Notes, volumen 5, de la American Dialect Society (Sociedad Dialectal Americana).

Cortesía de USDA ARS.
Se cree que su creación fue motivada por un conflicto que tuvo lugar entre las empresas del cobre y sus mineros en Bisbee, Arizona, en 1917. El dilema de los mineros: elegir la pobreza o morir excavando en la mina.

Frase:

Mary is caught between a rock and a hard place.
María está (atrapada) entre la espada y la pared. 

miércoles, 10 de junio de 2020

Evolución del virus americano.

Mientras el presidente se prepara para echarse a la carretera, el 19 de junio, para conmemorar el Juneteenth, se le podrá ver en Tulsa, Oklahoma, el coronavirus ha vuelto a repuntar en Florida, Tejas, Arizona, Kentucky, Utah, Arkansas... En Utah, uno de los subidones se ha dado en una empresa de envasados cárnicos. Casi 300 personas, de una plantilla de 1400, han dado positivo. La fábrica no se puede cerrrar ya que, por orden ejecutiva, las envasadoras se consideran negocios de primera necesidad. Casi todos los que trabajan en la fábrica son inmigrantes.
Dr.s Wheeler, Shackelford, and King
Foto cortesía USDA ARS

En Florida, mientras tanto, el principal temor es el coronacane. Virus aderezado con huracanes otoñales. El cane procede de hurricane. Aquí, un rastreador con los estados que llevan una trayectoria peor, los que van un poco mejor y los que manifiestan una tendencia más positiva hacia la recuperación en lo referente al virus. Tres colores, rojo, amarillo y verde, para indicar esa gradación, siendo el rojo el que peor va. Alaska el farolillo rojo. Illinois, el más verde.

lunes, 8 de junio de 2020

Las mujeres de Biden II.

[Portrait of Harriet Tubman]
El asunto George Floyd se lo está poniendo difícil a Biden a la hora de elegir a su segunda de a bordo. Warren no ha quedado descartada, aunque se la miraría con mejores ojos si las aguas estuvieran más calmadas.

Klobuchar, por su parte, sí que lo tiene más crudo. Fiscal jefe de Mineápolis de 1996 a 2006, durante su mandato se negó a procesar al policía acusado de asesinar a Christopher Burns, un hombre afroamericano, de ahí que no cuente con mucha aceptación en la comunidad de color.

El color de la piel no parece que vaya a ser determinante, ya que a Kamala Harris, exfiscal general del estado de California de 2011 a 2017, se le achaca que no se apretara a conciencia en los asuntos de la ley y el orden. Val Demings, también afroamericana, tiene estigma parecido al de Harris, aunque el suyo no es tan profundo. Demings fue jefe del departamento de policía de Orlando de 2007 a 2011, un departamento que tiene cierta fama por su uso de la fuerza. Su esposo también tiene experiencia en fuerzas del orden ya que fue sheriff del condado.

Quien de momento parece que se está llevando a Biden de calle es la alcaldesa Keisha Lance Bottoms. La alcaldesa nunca ha dejado de estar a su lado e incluso le ha defendido de los ataques de Harris. Recordemos el debate televisivo en el que Harris acusaba a Biden de oponerse a que los autobuses públicos escolares fueran mixtos.

Una de las paredes que se levanta en contra de Demings y Bottoms es su poca experiencia en asuntos internacionales. Susan Rice, exconsejera de Seguridad Nacional bajo la administración Obama y también exembajadora de Estados Unidos en la ONU, con amplia experiencia en cuestiones africanas, seguramente también esté siendo escrutada.

Eso sí, decida lo que decida Biden, deberá andarse con mucho ojo a la hora de escoger, no fuera a terminar con una pareja de baile a lo Sarah Palin.

domingo, 7 de junio de 2020

¡Escribe, no pienses!

Thurston the great magician
Hace poco que ha caído en mis manos un libro de Madeleine L'Engle, la autora del magnífico libro El pliegue en el tiempo que Disney se encargó de destrozar.

El libro, que lleva por título The Moment of Tenderness, El momento de ternuraes una selección de diociocho relatos escritos entre los años 40 y 50 que, su nieta, ha rescatado para deleite del lector. Y digo deleite porque las historias de L'Engle son de notable calidad. L'Engle es especialmente habilidosa con el humor, sus descripciones son vivísimas y maneja los diálogos con brío y elegancia. Y aunque el humor templa las páginas del libro, todo él parece estar difuminado con una pátina de nostalgia y soledad que corteja la barrera de lo sensiblero pero sin caer en la noñería. A veces, se echa en falta que la historia no esté más desarrollada y que casi se quede en estampa, pero esa percepción pronto se olvida gracias a la calidad de su escritura. En cuanto a los personajes, estos tampoco se resisten a su pluma, ya sea hombre o mujer, niño o adulto, aunque hay que decir que son los de clase media alta los que más le ocupan.

Los relatos de esta colección pertenecen a la época en la que L’Engle quería ser dramaturga y son en su mayoría de corte autobiográfico. Por ejemplo, en uno de ellos, el titulado "The Foreigners", "Los extranjeros", la narradora también se llama Madeleine.

Los temas que recogen los relatos son variados: maternidad, cuidado de padres mayores, ambición, rivalidad, el fracaso de la amistad o las apariencias engañosas. De hecho, este es el tema de "The Fact of the Matter", "Lo cierto es que", sería la traducción, un relato que combina la fantasía con el realismo mágico. En "Poor Little Saturday", L’Engle mezcla fantasía con magia, al estilo de las Crónicas de Narnia. 

Por cierto, mencionar que la autora tuvo muchísimos problemas para publicar su El pliegue en el tiempo. Los conservadores evangélicos, que la veían con malos ojos por creer en la salvación universal y seguramente también por dejar ver las ideas de Einstein en su obra, aprovecharon la ocasión para acusar a la autora de fomentar la brujería, y pidieron que el libro y las partes que lo siguieron fueran retirados de bibliotecas y librerías.

L’Engle, como se hace patente en esta colección, también practicó la ciencia ficción con bastante atino. En “A Sign for a Sparrow,” "Una señal para un gorrión", la escritora nos presenta un mundo postapocalíptico. El planeta Tierra, plagado de guerras y otras pestes, se ha vuelto inhabitable. Es con este relato con el que se cierra la colección.

Aquí una charla, en inglés, de la escritora, con su recomendación para ser un buen escritor: ¡Escribe, no pienses!

jueves, 4 de junio de 2020

Kit de inglés 196: Back to the drawing board.

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La tormenta que se avecina de Kirby Rollin.
Si en el Kit de la semana pasada traímos las prioridades, esta semana nos vamos a la mesa de diseño a buscar alternativas con la expresión back to the drawing board. Literalmente "de vuelta al tablero de dibujo" y que podríamos traducir por buscar otra alternativa cuando la que se ha puesto en marcha no ha funcionado, volver al punto de partida o empezar de nuevo.  

La pronunciación para salir del paso: bak tu de dróin boooord. Y la buena aquí.

Esta forma es bastante reciente y se remonta a la Segunda Guerra Mundial. De hecho, esta expresión tiene fecha. Y es el 1 de marzo de 1941. Apareció a pie de página de una viñeta de Peter Arno, el mejor humorista gráfico de la revista New Yorker.

En la viñeta se ve a un ingeniero y a varios militares que van corriendo hacia un avión que se acaba de estrellar. El ingeniero, bien pertrechado con sus planos bajo el brazo, dice: "Bueno, supongo que es hora de volver a empezar". La frase en inglés: "Well, back to the old drawing board".

miércoles, 3 de junio de 2020

La gran Gilda Radner.

Sweethearts, roses, moonlig[ht]
Hace ya tiempo que quiero escribir unas líneas sobre esa gran cómica que fue Gilda Radner, pero he seguido haciéndole el feo y hoy, por fin, me decido.

Radner, a pesar de la temible enfermedad que nos la arrancara a los 42 años, era la celebración pura de la vida. En la década de los 70, fue una de las pocas mujeres comediantes que lograron hacerse un hueco en el programa SNL (Saturday Night Live). Con su gran amigo John Belushi, el de Granujas a todo ritmo, y Bill Murray, el de la marmota, compartió programa.

Con los personajes de Roseanne Roseannadanna y Baba Wawa, una parodia de Barbara Walters, famosa periodista estadounidense, quizás consiguiera sus momentos más memorables. Radner, que era de la opinión de que el éxito y la fama estaban reñidos con ser buen comediante, nunca quedó eclipsada por la fama del esposo, el también comediante Gene Wilder.

En 1989, meses antes de su fallecimiento, salió a la luz It's Always Something (Siempre hay algo), un libro que recoge su vida, incluidos los años que tuvo que convivir con la enfermedad. En el 2018, Lisa D’Apolito sacó un magnífico documental titulado Love, Gilda, (Con Amor, Gilda) con grabaciones y documentos inéditos de la artista. 

En el video la dejo haciendo de Roseannadanna, una periodista especializada en salud. La periodista,  acaba de dejar de fumar, nos habla de los síntomas de abstinencia que está experimentando.

martes, 2 de junio de 2020

¿Quién es el Tío Remus?

Hace unos días escuchaba una de mis canciones favoritas de Frank Zappa, Uncle Remus. El video incluido es un homenaje musical que Dweezil Zappa hizo a su padre. El sensacional George Duke, voz y teclado.

Uncle Remus, aunque nombre ficticio, se piensa que está basado en un personaje de carne y hueso, Uncle George Terrell, un esclavo de la plantación de Joseph Addison Turner. Turner, también propietario del periódico The Countryman, (El Paisano), puso de aprendiz en su imprenta al joven Joel Chandler Harris, a cambio de comida, techo y ropa. El jovencito, siempre con la espina clavada de ser hijo ilegítimo, pronto se hizo amigo de los más desfavorecidos, los esclavos que trabajaban las tierras de Turner. En los escasos momentos de ocio que unos y otros pudieran tener, no es difícil imaginarse al muchacho pidiéndoles con admiración que le contaran historias de sus ancestros.

Cuatro años estuvo con el propietario, hasta 1866. Después pasó a formar parte de otro periódico, también en Atlanta. El Atlanta Constitution, pero sus oídos nunca olvidaron las narraciones del Tío George Terrel, ni las del Viejo Harbert o las de la Tía Crissy. Así, en 1880, sale su primera colección con la saga del Tío Remus, un narrador afroamericano que contará las aventuras de distintos animales. Hermano Conejo, hermano Zorro, hermano Lobo o hermana Tortuga visitan con asiduidad sus páginas.

Harris, consciente de que se estaba adentrando en terrenos farragosos al intentar capturar, entre otras cosas, el dialecto de estos esclavos, dijo que su labor recopilatoria era una especie de homenaje a la tradición afroamericana, a la que, sin duda, veía amenazada. La polaridad se extendió como la pólvora. Las escritoras Alice Walker, Toni Morrison y el criticón de Mencken, que lo eleva a la categoría de poco más que amanuense, se encuentran entre los detractores.


Del otro bando, figuras como Mark Twain, y si es palabra de Mark Twain parece difícil refutarla, llegaron a considerarlo "el único maestro que este país ha dado" en lo que se refiere a la captura del dialecto afroamericano. Rudyard Kipling escribió a Harris para hacerle saber que los estudiantes ingleses devoraban sus historias en las aulas. Y James Joyce, aunque no le mandó niguna carta, en Finnegans Wake le hace un guiño con su "Romunculus Remus".

Independientemente del efecto Harris, hay que agradecerle esa labor recopilataria, aunque solo sea para disfrutar del Uncle Remus de Zappa y Duke. Aquí, una tesis doctoral en español sobre lo fabuloso de Harris.