jueves, 30 de abril de 2020

Kit de inglés 191: call it a day.

Literalmente llámalo día y que debe traducirse por nuestro dar el día por terminado o dejarlo por hoy. Esta forma surge del mundo laboral, a partir de otra, call it half a day, (literalmente llámalo medio día), y que se refiere a las horas que el trabajador había acumulado para poder salir antes.  

La pronunciación casera: col it a déi. Y la buena aquí. 
En 1838 se registra call it half a day, mientras que la forma que nos ha llegado hoy, call it a day, es de principios del siglo XX. También tenemos call it a night (llámalo noche) y que sale en los años 30.

Esta forma se creó para referirse al mundo de los juerguistas, cuando, agotados de tanto fiestorro y actividad social, se iban a casa a descansar. Aunque uno también se podía ir a casa porque la fiesta o la compañía le resultaban aburridas. 

Esperemos que pronto podamos call it a night porque lo estamos pasando en grande. Por cierto, que, para los forofos del cine, hay película. De 1937. Una comedia que, para pasar el rato, siempre se puede sacar de Youtube.

Frase: She called it a day at noon. 

Ella dejó de trabajar a las doce.

martes, 28 de abril de 2020

A Trump, ¿qué le pone los pelos como escarpias?

Parece que a Trump, la posibilidad del voto por correo en las elecciones del martes, 3 de noviembre, le está poniendo los pelos de punta. ¡Fraude! nos chilla el presidente. Las del 2016, como corroboraron algunos miembros de su partido, no se libraron de esta mácula, así que, tal vez, con el frío aleteo del coronavirus soplándonos en las sienes, quizás no sería una mala idea pensar en la salud del votante.    

Fue Oregón el primer estado que abrió el voto por correo a sus ciudadanos en el 2000 y la verdad es que, en cuestión de fraude, no le ha ido nada mal, ya que al infractor que se pille manipulando el voto, le cae una buena encima. En veinte años, solo se han encontrado dos casos de fraude. 

Labor leader a voter--Samuel Gompers, president of the American Federation of Labor, casting his ballot in his home district
Seguramente hacer las cosas bien no debe ser tarea fácil, sobre todo para estados como Pensilvania, que solo permite la votación por correo si se está ausente. Entre otras cosas, hay que imprimir millones de papeletas con instrucciones en múltiples idiomas, instrucciones que no siempre son claras y que necesitan de personal que las explique, no solo en inglés. También hay que corroborar el domicilio del votante registrado. Para garantizar el éxito de estas labores es imprescindible la coordinación con las oficinas de correos. Pero ya sabemos que preguntando se llega a Roma. Seguro que Oregón, Colorado, Utah, Hawái o Washington, estados que también votan por correo, no pondrán ninguna pega en ayudar a los novatos, con o sin intereses. 

En estos momentos de pandemia, Trump probablemente tema que la memoria del votante no le beneficie. Los demócratas, que huelen la sangre, ya se han puesto las pilas y están preparando anuncios en los que se enseña a cómo votar por correo. De momento, solo se podrán ver en estados clave, como Pensilvania, a través de plataformas digitales.

domingo, 26 de abril de 2020

Un 26 de abril

Al 26 de abril lo recordamos, entre otras cosas, por el infame bombardeo de Guernica. Otro 26 de abril, pero de 1954, nos trajo mejor noticia: en una escuela de educación primaria, la Franklin Sherman, en Virginia, se vacuna a los primeros niños contra la polio.


Precisamente en estos momentos se la ha vuelto a rescatar como posible tratamiento para el coronavirus. El doctor Robert Gallo y su equipo creen que la vacuna podría comprarle al que estuviera infectado un par de meses de inmunidad, tiempo que quizás fuera suficiente para que el cuerpo diera con los anticuerpos que le permitieran combatir el virus.

Solo esperan el visto bueno de la Administración de alimentos y medicamentos. 

viernes, 24 de abril de 2020

Kit de inglés 190: Get a buzz on.

Esta semana una de cervecitas y bebidas espirituosas en bandeja de confinamiento: Get a buzz on.

Literalmente conseguir un zumbido o murmullo y que debería traducirse por entonarse o ponerse alegre.

La pronunciación para salir del apuro: guet a baz on. Y la buena aquí.

Esta forma idiomática es relativamente reciente. Fue en 1935 la primera vez que se registra.

Frase:

A shelter- in- place side effect: to get a buzz on. 

Un efecto secundario del confinamiento: ponerse alegre a base de bebida. 


Curiosidad: A Aldrin, piloto y astronauta de la misión Apolo 11, se lo conoce por el apodo de Buzz.

miércoles, 22 de abril de 2020

Interferencias electorales.

Mientras en España nos ocupamos de las declaraciones que hiciera el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil sobre los bulos, en Estados Unidos también está cayendo lo suyo. Sin ir más lejos, la semana pasada el presidente mandó un correo electrónico masivo a miles de votantes registrados en su partido.

Pedía dinero. La despedida la cerraba con una acusación: "las elecciones del 2020 no son de fiar". Y lo mismo tiene razón. ¿Acaso no hubo injerencia rusa en el 2016, por cierto confirmada por un informe republicano del Senado?

Officer Snodgrass of the White House police force with the latest addition to the Hoover pets - a possum [sic] which recently strayed into the White House grounds
Pero Trump no se refería a Rusia, sino a los demócratas que, según él, "están tratando de robarle las elecciones... porque saben que en las urnas no pueden con él". Para conseguir su propósito, estos malhechores se valen, efectivamente, del fraude y la confabulación. Quizás deberíamos decir confabuloción.

lunes, 20 de abril de 2020

En tiempos de pandemia necesitamos...

Un héroe. Y el que traigo hoy no tiene nada que envidiarle ni a Iron Man, ni al Increíble Hulk. Nuestro hombre se llama Joe Magarac, y es el salvador de los trabajadores de las minas de acero. Era tan fuerte y su capacidad de resistencia tal, se dice que nació en una montaña de mineral de hierro, que podía hacer el trabajo de 29 hombres al mismo tiempo, (al día se hacía unas 2000 toneladas de acero él solito), cortaba las planchas de metal con los dientes, podía parar un tren con un brazo y, en el trabajo, nunca se tomaba un respiro para comerse un sándwich y bañarlo con una cerveza. Seguro que los dueños de las acerías no pondrían reparos a esta devoción por el trabajo. 

Magarac era tan fuerte que una vez evitó que una mole de acero de crisol que pesaba cincuenta toneladas aplastara a sus compañeros de fundición, librándolos así de una muerte segura. Medía unos siete pies de altura. Su cuerpo estaba hecho de acero, aunque eso no le impedía llevar una vida normal. Vivía de pensión en casa de la señora Horkey, el jornal no le daba para más, y estaba enamorado. A la chica, la más bella del lugar, la ganó en un concurso de levantar peso, pero desgraciadamente la jovencita, Mary Mestrovich, así se llamaba, no le correspondía, y él dejó que se uniera a Pete Pussick, su verdadero amor. 

No se sabe a ciencia cierta de dónde era Magarac. Algunos dicen que era húngaro, otros, serbio, los hay que dicen que era croata y otros de Bohemia. Su apellido es burro en croata, pero, lo que queda fuera de duda, es que era inmigrante. Su nombre se deja caer por primera vez en 1931, cuando Owen Francis escribe un artículo que se publica en la revista Scribner. Francis dijo haber obtenido la historia de boca de los inmigrantes croatas que trabajaban en la fábricas de acero de Pittsburgh. 

Statue of Civilization, in front of Capitol, Washington, D.C.

Años más tarde, en 1948, Irwin Shapiro le carga a Joe en una novela infantil con otra heroicidad: la de sobrevivir a la discriminación. En la novela, titulada Joe Magarac and His USA Citizen Papers, Joe Magarac y sus papeles para la ciudadanía estadounidense, Joe consigue recaudar los 1000 dólares que le cuesta hacerse ciudadano. Cantidad nada desdeñable si tenemos en cuenta que, en 2014-15, creo recorder que pagué una cantidad similar. Con la administración Trump, las cuotas han subido. 

Por desgracia, Joe da con dos senadores de turno que le instan a que se vuelva a su país. Esos senadores desconocen el horror en el que han caído. En su cólera, Joe arrasa con lo que se le pone por delante: vías del tren que había ayudado a levantar, edificios... La rabia de Magarac termina encaramada en el Capitolio, en Washington, D.C. Al final, sin chica y sin papeles, Joe decide derretirse y hacer un último sacrificio, ofreciéndose en forma de barra de acero para que de él salga un edificio.

Que la fuerza de Joe quede con nosotros.

viernes, 17 de abril de 2020

Kit de inglés 190: At the end of your rope.

Can he remain on the Tight-Rope? A cartoon published when the submarine crisis became acute last June
Hoy, una expresión que, según Ngram Viewer, comenzó a utilizarse en 1838 y que en el 2012 apenas se usaba, aunque, con la pandemia que tenemos encima, me parece que pronto vamos a volver a desempolvarla: at the end of your rope. Literalmente al final de tu cuerda y que debería traducirse por estar al límite, ya sea en cuestión de fuerzas o de paciencia.

La pronunciación para salir del paso: at di end of yor róup. Y la buena aquí.

La expresión surge a partir de la forma inglesa At the end of your tether, expresión que aparece a finales del siglo XVII y que tiene el mismo significado. Un tether era una cuerda con la que se ataba al animal. Cuando llegaba al final de esta, el animal se quedaba sin terreno que cubrir, lo que le obligaba a permanecer prácticamente inmovilizado y sin nuevos terrenos en los que pastar.

Frase:

We were at the end of our financial rope. 

Estábamos al límite de nuestros recursos económicos. 

jueves, 16 de abril de 2020

Gafas y mascarillas, ¿incompatibles?

Cortesía de USDA ARS
Gafas y mascarillas, ¿incompatibles?

Con la mascarilla, este nuevo accesorio al que poco a poco hemos ido acostumbrándonos, a los que llevamos gafas la visión se nos ha puesto complicada. El vaho no circula, formando una especie de minisauna que, muchas veces, nos obliga a quitarnos las gafas y hacer los recados en plan Rompetechos.

Pero como no hay prácticamante nada que pueda permanecer oculto a la Red, googleo, en inglés, un gafas empañadas coronavirus y listos.

Por si ayudan, aquí van 2 métodos: comprobado solo el primero y con éxito.

Este nos lo ofrece la Policía del Departamento de Tokyo. Se trata de poner un pañuelito de papel entre mascarilla y boca.

El segundo procede de un trabajo publicado en Annals of the Royal College of the American Surgeons (Anales del Real Colegio de Cirujanos Americanos) en el 2011. Se lavan las gafas con agua y unas gotas de jabón y, a continuación, las secamos. Por lo visto, el jabón no se va por completo, lo que impide que se forme el vaho. Algunos dicen que aplicar crema de afeitar en las gafas también evita el temido empañamiento.

miércoles, 15 de abril de 2020

Criogenización

En tiempos del virus una actividad que no se está ahogando: la criogenización de esperma. Los envíos suelen ser de personas que padecen una enfermedad y que necesitan un tratamiento de fertilidad. Pero, esta vez, la demanda de clientes que están como un roble ha subido considerablemente y se están haciendo pedidos para que les guarden el esperma unos cinco años.
Cortesía de USDA ARS.

Esa subida se ha dejado notar, como era de esperar, entre los trabajos que más están dando la cara en esta crisis: personal sanitario, fuerzas del orden, conductores, etc. Incluso los que no pensaban tener hijos, también se están criogenizando el esperma. 

El kit que llega a casa,  ¿es fiable? Parece que sí, aunque siempre es mejor que se haga en una clínica.

¿Precio de crisis? Depende del que la pasa. Si nos sobran 100 dólares para el kit y otros 100 para refrigerarlo un año y asegurarnos así que no vamos a perder la cabeza, razonable.

lunes, 13 de abril de 2020

Los tres mosqueteros del aire.

Smithsonian gets model of first German plane to fly Atlantic. Washington, D.C., Oct. 26. A 20" scale model of the Bremen which made the first westward non-stop flight across the North Atlantic in 1928 has been received by the Smithsonian Institution from Germany. Miss Katherine Onsgard of Arlington, VA., a private flyer, is pictured holding the model of the plane which was flown from Germany by Capt. Hermann Koehl, Baron Zuenther Von Huenefeld, and Col. James Fitzmaurice. They made a forced landing on Greenly Island off the coast of Newfoundland, 10-26-38
Mientras que esperamos a que la comisión del coronavirus nombrada por Trump se pronuncie mañana en lo referente a la apertura de fronteras, nos embarcamos en el Bremen, el primer avión, que, tal día como hoy, pero de 1928, se hizo Europa Norteamérica de un tirón. Lindbergh hizo el trayecto en solitario el año anterior, y Alcock y Brown, lo cubrieron la década anterior, en 1919, pero fue Canadá el punto de partida.

Tres eran los pasajeros del Bremen: el piloto alemán Hermann Köhl, el aviador irlandés James Fitzmaurice, y el que ponía los dineros y el avión, un Junker W33, el barón Ehrenfried Günther Freiherr von Hünefeld.

Köhl había intervenido en la Primera Guerra Mundial. Von Hünefeld, por su parte, también sabía volar, aunque no se le permitió la entrada en la Fuerza Aérea por cuestiones de salud. Por su parte, Fitzmaurice fue miembro de la Real Fuerza Aérea Británica, aunque la dejó para unirse a las Fuerzas Aéreas Irlandesas.

El avión, que estaba previsto que saliera de Dublín a finales de marzo, tuvo que postergar la salida. El mal tiempo le impidió el despegue. El aterrizaje, que en un principio se pretendía fuera en Nueva York, tuvo que hacerse en la isla Greenly, en territorio canadiense. Una tormenta, el mal funcionamiento de la brújula y una fuga de carburante fueron las causas del aterrizaje forzoso.

Los tres mosqueteros del aire aterrizaron en un lago helado pero lograron salvar la vida y reparar en Nueva York el Junker del barón. La hazaña les valió unos cuantos meses de gira por Estados Unidos y Europa.

jueves, 9 de abril de 2020

Kit de inglés 189: to take in stride.

Hoy, una expresión muy relevante para estas semanas: to take in stride.  La traducción literal tomar en zancadas y que equivaldría a nuestro tomarse las cosas como vienen o tomárselas con calma. La pronunciación de andar por casa: tu teik in sssstráid. Y la buena aquí

El origen de esta expresión no está muy claro, aunque muchos piensan que sale del mundo de la hípica, cuando los caballos tenían que saltar los obstáculos sin cambiar el paso. Es en 1902 cuando se registra con sentido figurado.  

[Horse jumping over person]

Frase: Bernie Sanders took things in stride.
Bernie Sanders aceptó las cosas tal como vinieron. 

miércoles, 8 de abril de 2020

Los jardines de la victoria de la corona.

Con el coronavirus encima y con el miedo a quedarse sin abastecimiento, los americanos han decidido volver a los jardines de la victoria, los también llamados jardines de la guerra o jardines de alimentos para la defensa, zonas ajardinadas de la casa o terrenos comunitarios destinados al cultivo de frutas y verduras que algunos ya han bautizado con el nombre de los jardines de la victoria del corona. Este nacimiento por supuesto ha tenido una gran acogida en las redes.

Los jardines de la victoria aparecieron en 1917, cuando el presidente Woodrow Wilson nombra a Herbert Hoover jefe de la Administración de Alimentos de Estados Unidos. Semanas antes de entrar en la Primera Guerra Mundial, Hoover desarrolló el National War Garden Commission (Comisión Nacional Bélica de Jardinería), programa que alentaba a los americanos, para evitar el racionamiento, asegurarse cierta capacidad de exportación, dar de comer a las tropas, y, de paso, levantar la moral de la población civil dándoles trabajo que hacer por la patria, el cultivo en casa y en terrenos comunitarios. La iniciativa de Hoover se ha quedado en el lenguaje americano con el término hooverizing.

Rose Hayden-Smith, autora de Sowing the Seeds of Victory: American Gardening Programs of World War I, Cultivando las semillas de la victoria: programas americanos de jardinería en la Primera Guerra Mundial, nos dice que fue el estallido de la gripe en Estados Unidos en 1918 el que convenciera a la población de la necesidad de abrir surcos en la tierra. Claro, que el agricultor que no tuviera experiencia y se lanzara a cultivar tomates y lechugas, seguramente corrió el riesgo de perderlo todo a manos del pulgón y de otras pestes o de que, como mucho, consiguiera una col.

Por cierto, que el más antiguo que aún sobrevive (es de la Segunda Guerra Mundial) está en Boston, aunque las verduras hace tiempo que dejaron paso a las flores.

lunes, 6 de abril de 2020

Los próximos compradores

Cortesía de USDA ARS.
Y hablábamos el otro día de los colegios. ¿Y qué tecnología usan? Prefieren la de Google que, a través de sus Chromebooks, unos portátiles muy ligeros y económicos que vienen cargados de aplicaciones gratuitas, siempre que se esté enganchado a la red, y que ofrecen la posibilidad de trabajar en documentos sin estar conectado.

A 2016  la adquisición de un Chromebook le salía a la escuela por unos 30 dólares. Nada comparado con lo que esta venta le ofrece a Google: datos. Del estudiante y de su familia.

En el momento en que el estudiante tira de la internet de casa, la privacidad se tambalea.

Google, con su habilidad para los negocios, ha sido capaz de crear una red de voluntarios y de consultores entre los mismos profesores, que le surten, bajo su deseo de contribuir a mejorar la experiencia del usuario, no solo de trabajo gratuito, sino de información a la que, de otro modo, no hubiera podido acceder. Unos 30 millones de niños y jóvenes están usando los Chromobooks. Treinta millones de posibles compradores a los que hay que añadir padres satisfechos y profesores encantados.

domingo, 5 de abril de 2020

Kit de inglés 188: To bet the farm.

Cortesía de USDA ARS.
Hoy, nos vamos al campo con la expresión to bet the farm. Y no dejamos el juego, ya que esta forma literalmente se traduce por apostar la granja. 

Apostar todo, jugársela o apostarse hasta la camisa son sus posibles equivalencias. La pronunciación de andar por casa: tu bet de farm. Y la buena aquí (segundos 2-3 y siguientes).


Parece que esta expresión también sale del mundo del póquer, cuando los caballeros se dejaban en la mesa hasta las pestañas. Don't bet the farm, (No apuestes la granja), era el consejo que algunos daban a los jugadores antes de comenzar las apuestas.


Frase:

Don't bet the farm on Trump being dumped in 2020.

Yo no apostaría que se fuera a echar a Trump en el 2020.

jueves, 2 de abril de 2020

Que corra el wifi.

Y en Estados Unidos, el país donde no falta la tecnología, también pasan estas cosas: un 17% por ciento de los estudiantes menos favorecidos en el plano económico no tiene recursos para usar la internet en casa. Si hablamos de estudiantes de color, la cifra sube al 25% .

Incluso los que tienen internet en casa suelen hacer la tarea en bibliotecas porque allí, además, cuentan con apoyo extraescolar. Cuando nos referimos a la población estudiantil con menos recursos, el uso de las redes públicas sin duda es superior.

Cortesía de USDA ARS
Algunos alumnos, sobre todo los de zonas rurales, estos días estarán haciendo las tareas probablemente desde el asiento de un coche aparcado en el recinto de la biblioteca. Las bibliotecas están dejando correr el wifi y no hace falta contraseña para acceder. No sé si estará sucediendo lo mismo con el wifi de los colegios e institutos, pero cualquier ayuda es poca.