miércoles, 8 de abril de 2020

Los jardines de la victoria de la corona.

Con el coronavirus encima y con el miedo a quedarse sin abastecimiento, los americanos han decidido volver a los jardines de la victoria, los también llamados jardines de la guerra o jardines de alimentos para la defensa, zonas ajardinadas de la casa o terrenos comunitarios destinados al cultivo de frutas y verduras que algunos ya han bautizado con el nombre de los jardines de la victoria del corona. Este nacimiento por supuesto ha tenido una gran acogida en las redes.

Los jardines de la victoria aparecieron en 1917, cuando el presidente Woodrow Wilson nombra a Herbert Hoover jefe de la Administración de Alimentos de Estados Unidos. Semanas antes de entrar en la Primera Guerra Mundial, Hoover desarrolló el National War Garden Commission (Comisión Nacional Bélica de Jardinería), programa que alentaba a los americanos, para evitar el racionamiento, asegurarse cierta capacidad de exportación, dar de comer a las tropas, y, de paso, levantar la moral de la población civil dándoles trabajo que hacer por la patria, el cultivo en casa y en terrenos comunitarios. La iniciativa de Hoover se ha quedado en el lenguaje americano con el término hooverizing.

Rose Hayden-Smith, autora de Sowing the Seeds of Victory: American Gardening Programs of World War I, Cultivando las semillas de la victoria: programas americanos de jardinería en la Primera Guerra Mundial, nos dice que fue el estallido de la gripe en Estados Unidos en 1918 el que convenciera a la población de la necesidad de abrir surcos en la tierra. Claro, que el agricultor que no tuviera experiencia y se lanzara a cultivar tomates y lechugas, seguramente corrió el riesgo de perderlo todo a manos del pulgón y de otras pestes o de que, como mucho, consiguiera una col.

Por cierto, que el más antiguo que aún sobrevive (es de la Segunda Guerra Mundial) está en Boston, aunque las verduras hace tiempo que dejaron paso a las flores.

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