jueves, 29 de diciembre de 2016

Kit de inglés 23: Jynx

Hoy el protagonista de la clase de inglés tiene que ver con un pájaro, con el béisbol y la superchería. El torcecuello, del género Jynx. De los pájaros carpinteros, tiene la habilidad de girar el cuello a cada lado más de 180 grados, lo que le sirve para imitar los movimientos de una serpiente y evitar así el ataque de los mustélidos.

Por lo visto este pájaro se usaba en la brujería y en las artes adivinatorias, y, aunque no creo que el pájaro se siga usando para hacer presagios, el caso es que su sentido mágico ha llegado hasta nosotros.

Lógicamante la palabra es de origen latino, pero fue con el béisbol donde adquirió este sentido a lo Harry Potter con el que ha llegado a nuestros días. De 1904 datan los primeros usos y que, desde entonces, se han extendido a todos los ámbitos. A nadie le gusta estar jynxed, ya que equivaldría a nuestro estar gafado o tener el mal de ojo.  

Los jugadores, algunos de ellos tan supersticiosos, comenzaron a utilizar este término para referirse a objetos o personas que les traían mal fario y que, por ende, les impedía ganar la competición.

Los niños, y los que no lo son tanto, también usan esta expresión a manera de juego. Cuando dos o más personas dicen algo al mismo tiempo, el más rápido puede jinx a los demás y obligarlos a que guarden silencio hasta que rompa el hechizo pronunciando su nombre. En España sería el equivalente a nuestro "chispa, madera, me debes un deseo".  (Por lo menos así se llamaba cuando yo era pequeña). 

Algunos etimologistas, como Douglas Wilson, han señalado que jynx procede de un personaje llamado Jinks Hoodoo de la comedia musical Little Puck de 1887.

Barry Popik ha señalado su origen en la canción tradicional Captain Jinks of the Horse Marines de 1868. 

Fuere lo que fuere esperemos que el Nuevo Año no estemos jinxed.

Una frase: Samantha Bee said she jinxed the election (Samantha Bee dijo que ella gafó las elecciones). 

miércoles, 28 de diciembre de 2016

El tercer Ives

Con Burl Ives (1909-1999) cerramos la trilogía de los Ives. Y se trata de otro músico, cantante, tocaba muchos instrumentos, entre ellos el banjo, la guitarra o la cornamusa de Northumbria, aunque este trovador también es conocido por su presencia en largometrajes (muchos lo recordamos encarnando al padre de Brick en La gata sobre el tejado de zinc caliente de Tennessee Williams).

Con su voz vive Sam, el muñeco de nieve de la película animada Rudolph the Red-Nosed Reindeer (Rudolf, el reno de la nariz roja) y que, todas las Navidades, proyecta la cadena de televisión CBS.

Desgraciadamente la Caza de Brujas macartista lo fichó como comunista, empujándolo a que cooperara con el Comité de Actividades Antiestadounidenses y delatara a algunos intelectuales, entre ellos Pete Seeger. Ives consiguió que lo sacaran de la lista negra, pero la traición le costó amistades. El propio Seeger lo ignoró durante cuarenta y un años, cuando ya enfermo y en silla de ruedas, tocaron juntos en un concierto benéfico.

Mejor que lo recordemos por su voz, aunque sus perseguidores de antaño quisieran empañarlo.

martes, 27 de diciembre de 2016

Ives 2

El segundo Ives de la trilogía es Charles Ives (1874-1954). Si, en literatura Mark Twain era considerado El americano, es en la música donde Ives disfruta del mismo título.

Su carácter representa el optimismo y el idealismo, atribuyéndosele la integración de lo americano con las formas de la música clásica europea. Su voz anticipa la de otro americano, quizás más conocido, Aaron Copland. 

Ives comenzó a componer a los trece, siendo el órgano su especialidad. De su padre recibió su primera instrucción, completando en Yale (Connecticut) sus estudios bajo la dirección del profesor Horatio Parker, probablemente el mejor profesor de composición de la época. Sus cuatro Sonatas para violín suponen la mejor contribución americana a este género.

A Ives se lo conoce por su pasión por experimentar y por su gusto por lo nuevo, de ahí que seguramente su popularidad solo ganara impulso años después de su fallecimiento. 

El rechazo de sus piezas y una mala salud probablemente avivaron ese monstruo que es la sequedad de la imaginación. Exhausto, aunque sin perder el sentido del humor que lo caracterizaba, dejó el mundo de los negocios (poseía junto a un socio una millonaria agencia aseguradora), al tiempo que también despedía a sus composiciones. 

lunes, 26 de diciembre de 2016

El primer Ives

Una prueba de que se está al tanto del ambiente navideño es conocer la obra de Currier & Ives.

¿Y quiénes son Currier & Ives? Nathaniel Currier y James Merritt Ives fueron un tándem de éxito especializado en litografías. Sus estampas de invierno, esos trineos tirados por un caballo, han quedado en la memoria de muchos americanos, aunque hay que decir que estos impresores hacían todo tipo de escenas. Catastrofistas, sentimentales, deportivas, de caza, religiosas, políticas, con trenes, barcos, bomberos en el furor de las llamas, carreras de caballos, retratos... todo les valía. Más de un millón de impresiones entre 1835 y 1907. Con esta productividad, no es de extrañar que ellos mismos se calificaran Publishers of Cheap and Popular Pictures (Editores de dibujos baratos y populares).

Currier&Ives
Currier nació en Massachusetts en 1813. Bajo la tutela de un tal Dubois, oriundo de Francia, el cual trajo la litografía a los Estados Unidos, se ejercitó Ives. En 1833 y tras años de aprendizaje abrió su propio negocio en Filadelfia.

Probablemente sus piezas más famosas sean sus impresiones en lápidas, en las que representa el dolor inconsolable de las familias que han perdido un ser querido.

Nacido en Nueva York en 1824, Ives se le unió más tarde, en 1852. Aunque comenzó como contable, también tenía en su haber habilidades artísticas que puso a disposición de Currier, mejorando las ventas. En 1907 la compañía, incapaz de competir con los nuevos avances en el fotograbado, se vio obligada a cerrar.

Su nombre aún persiste a modo de fundación.

domingo, 25 de diciembre de 2016

¿Qué suena por Navidad?

Hace ya unos años que lo vengo observando: a la música navideña le pasa algo. Ya no es la misma. 

Lógicamente la música evoluciona. Sí, pero no es eso. Los coros aniñados apenas se oyen y a las voces de toda la vida, los Bing Crosbys, los Sammy Davis Jrs o el queridísimo Dean Martin se les ha dado un codazo en la boca.  

El espanto se ha llenado con música... country, y, como era de esperar, de la mala. Así que, mientras uno intenta decidirse entre una camisa roja o blanca o si es mejor un libro de comida vegetariana o vegana como regalo, tiene que lidiar con las arcadas del juglar. Y digo arcadas porque parece que al cantante le cuesta sacar las letras de la garganta, envolviéndolas de una guturalidad antinatural. 

Entendería que esta adulteración se reservase para las zonas de las que salió el country en primera instancia, (normalmente vinculado a la población blanca de baja extracción social y con pocos recursos económicos de la zona de los Apalaches. La magnífica Dolly Parton es de aquí), aunque me cuesta creer que sus nativos quisieran escuchar esta atrocidad. 

Al final, después de darle muchas vueltas, he comprendido que se trata de un fenómeno que nos involucra a todos y que tiene que ver con la homogeneización. El country es la nueva arma para aunar al pueblo americano. La cutrificación está justificada siempre que sea para un buen fin. El mito del Hillbilly Elvis, el chico de campo con talento capaz de llegar a la cima, se rescata. El único problema con esto es que ni las canciones de Elvis y mucho menos su talento se rescatan, solo el reflejo de su imagen, eso sí, pasado por el tamiz del yo también puedo ser el Rey o no todos los chicos de campo son unos palurdos analfabetos.

Con este rescate musical parece que alguien está empeñado en que reivindiquemos la esencia del americano, cuando, lógicamente es solo representativa de unos cuantos. De esta operación rescate de momento no he disfrutado de ninguna pieza musical navideña con toques rancheros o raperos, por mencionar otros estilos. Quedo a la espera.

Pero la gravitación hacia lo cutre me temo que ha saltado los pentagramas. El presidente entrante, en este campo, nos da sopas con honda. Sin ir más lejos, las archifamosas gorras de béisbol parcialmente made in China, han sido elegidas por Trump y su equipo como un símbolo de solidaridad aderezado de pretendida humildad hacia los trabajadores, especialmente por los que realizan labores de fábrica. Seguramente a muchos de ellos vaya dedicada esta nueva oleada musical que a todas luces oirán a bordo de sus furgonetas, casi con certeza, americanas. 

Por cierto que, Trump, ¿llevará puesta la gorra en la toma de decisiones? El country navideño, ¿le servirá de inspiración? 

jueves, 22 de diciembre de 2016

Kit de inglés 22: Christmas in America


Con las Navidades soplándonos en el cogote, me ha parecido adecuado traer unas cuantas tradiciones gastronómicas de estas festividades a la mesa.

Hablando de mesa. En una entrada anterior mencioné que el pavo era típico de Acción de Gracias. Pues continuamos con el pavo, aunque en Navidades se prefiere dejarlo un poco de lado y optar bien por una especie de jamón cocido gigante que se mete al horno o si se tiene más dinero o ganas de aparentar que se tiene, por un ganso también al horno. Cada animal lleva sus respectivas guarniciones que se ponen en distintos cuencos para que cada cual se sirva lo que le apetezca. Puré de patatas, verduras igualmente asadas previo embadurnamiento con varios cucharones de azúcar o de mantequilla. Las judías verdes al estilo amandine (requiere almendras) son un clásico.

En los postres es donde más variedad se encuentra. Todo tipo de pies (tartas). La pronunciación es algo así como páis.

Pies de coco (coconut pies), de calabaza (pumpkin pies), de manzana (apple pies), de batata (sweet potato pies) y de nueces pacanas (pecan pies), un pelín amargas pero de buen sabor.

Mi favorito es el fruitcake, el pastel de frutas que nadie quiere. Y no me extraña porque hay que tener un paladar muy especial para adorarlo. Dicen que el de Kentucky, al estar borracho de bourbon, es el que mejor entra. Pero seco suele ser el gran repudiado. De hecho, el envío postal del susodicho es prueba evidente de que se odia a la persona a la que se va a hacer entrega de tan flamante obsequio. Pero si no se quiere, siempre se le puede dar uso enviándolo a otra familia.

Las galletas de jengibre (ginger cookies), y ambrosia, un postre hecho a base de naranjas y coco, típico del sur, también suelen estar en la mesa.

De beber, sidra (cider), pero sin alcoholizar, preferentemente caliente. Y el eggnog (ponche de huevo), una especie de natillas bebibles a las que se les suele añadir nuez moscada o vainilla, un toque de canela y algo de licor, aunque este último es opcional.

Para decorar el típico árbol aunque muchas casas prefieren los Christmas villages (pueblos navideños).

La flor de Pascua o poinsetia, llamada así en honor a Joel Roberts Poinsett, el embajador estadounidense que la sacó de México en la segunda década del siglo diecinueve, también da color a los hogares.  

Y en las calles luces por todos sitios, como si cada rincón fuera un Disney World.

Merry Christmas.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

El Imperio contraTrumpa.


Pues empieza bien Trump, y eso que todavía no es presidente. Ha hecho que el Imperio acabe de romper aguas. El general de las Fuerzas Aéreas encargado del programa F-35 Joint Strike Fighter le ha dicho a Trump, con buenas palabras, faltaba más, que no cree que el programa "esté fuera de control".

El 12 de diciembre Trump colgó en su cuenta de Twitter lo contrario, añadiendo que "podrían ahorrarse millones de dólares en compras militares y (de otro tipo) después del 20 de enero", fecha de la toma de posesión del cargo.

La rabia contenida del mensaje del teniente general Chris Bogdan trasluce un que te crees tú eso, con un no sabes donde te estás metiendo aderezado con un toque final, clásico y marcial, de te felicito por tu audacia.    
“The new administration I believe is putting everyone on notice, not just industry but the department that it wants better value from its dollar. I applaud the new administration for doing that.” 
"Creo que la nueva administración nos está advirtiendo a todos, no solo a la industria sino al departamento de que quiere un mejor precio. Aplaudo a la nueva administración por hacer eso".  
Cada F-35 Joint Strike Fighter cuesta 100 millones de dólares y tanto las Fuerzas Aéreas como la Marina y el Cuerpo Especial de la Marina los utilizarán. El programa tiene una vigencia de 55 años (de momento ya ha consumido 15) y se espera que cueste 1.5 billones de dólares.

A nadie le gusta que le metan las manos en los bolsillos, pero el estamento militar de momento ha conseguido vadear muchos recortes. Quizás se deba a la sagacidad de las contratas y, también hay que decirlo, a un acorazado sistema burocrático.

Al alcanzar la jubilación, muchos militares no pueden resistir los placeres del mundo de los negocios, convirtiéndose en asalariados, ¿consultores, tal vez?, de las empresas que se llevan las contratas en el Departamento de Defensa, y que, por cierto, suelen ser siempre las mismas. Un mano a mano entre gigantes lo que bloquea la comparación de precios. Vaya, parece que la palabra monopolio aún no se ha extinguido del todo.

No es extraño que cuando se rescata a Eisenhower advirtiendo de los peligros del complejo industrial-militar, la urticaria reaparezca. Porque a nadie le gusta, aunque sea palabra de muerto, que le agiten la conciencia. Muchos ciudadanos están aferrados a la idea de que la industria armamentística es el motor de la economía estadounidense, y les resulta incomprensible aceptar que le escatimen los cuartos cuando se trata de defender al país.

"¿Cómo se puede permitir que los combatientes vayan en modelos desfasados, que, dicho de paso, todo el mundo tiene?" Humillante. Y una vergüenza. Porque han perdido operatividad y, de tanto usarlos, se deterioran, claro. Las voces de solidaridad se desatan. ''Si fuera mi hijo el que estuviera en ese cascajo, yo también pediría que modernizaran el parque aeronáutico". Su trabajo no tiene precio. El efecto eslabón desencadenado. Una voz tras otra. Nuestros soldados merecen respeto y toda la ayuda que pueda prestárseles es poca. No hay duda al respecto. Como tampoco la hay de que es indecoroso quitarle a la ciudadanía capital social, por no mencionar el destino que le espera a esta inversión.

 El ándeme yo caliente y el que venga detrás que se hinche a cáscaras de altramuces si es que puede tiene un fuerte arraigo en Estados Unidos. La supervivencia del más fuerte, del más valiente, del más osado, del más... emprendedor. La Belleza de la economía.

martes, 20 de diciembre de 2016

Ruta literaria en Filadelfia: en casa con Edgar Allan Poe

Cerca de Camden, a unas cinco millas pero ya en el estado de Pensilvania, queda una de las muchas casas en las que vivió posiblemente el escritor más solitario de todos los escritores estadounidenses.

Hijo de actores, Edgar Allan Poe quedó huérfano a los dos años. Un matrimonio adinerado, John y Frances Allan que vivía en Richmond, Virginia, lo adoptó. Con ellos vivió en Inglaterra cinco años hasta su regreso a Richmond. En la recién inaugurada Universidad de Virginia Poe cursó un año pero debido a las desavenencias con su padre adoptivo que quería que se hiciera un hombre de bien en lugar de dedicarse a la pluma, (acabó desheredándolo), el autor tuvo que abandonar sus estudios por falta de recursos económicos.

A los dieciocho lo tenemos en Boston, el lugar que lo vio nacer, publicando su primer volumen de poemas, Tamerlán y otros poemas. Lo tenemos en Grecia y en San Petersburgo, sin pasaporte, recurriendo al ministro, Henry Middleton, para escapar de la justicia rusa.

De regreso a América, en 1829, se alista en el ejército, donde lo recomiendan para acudir a West Point, la escuela militar en el estado de Nueva York. Pero Poe no está a gusto y logra que la Academia lo expulse, el único modo para conseguir su liberación ya que necesitaba el permiso que el padre se negaba a concederle. Richmond, Baltimore, Filadelfia y Nueva York fueron las otras ciudades por las que pasó.

En esta casa Poe, su esposa Virginia, y María Clemm, madre de ella y también tía de Poe, vivieron dos años: 1843 y 1844. Los Poe siempre vivieron con la espada de la pobreza colgándoles al cuello, ya que el autor trataba de subsistir solo con la venta de sus escritos. Hacia 1835 convencido de que estaba destinado para las letras, lo tenemos de redactor, crítico literario, colaborador y editor. Incluso llegó a tener su propio periódico.

Decir que Poe era un hombre de talento inaudito es quedarse corto. Culto, era hábil con los idiomas, sagaz, inteligentísimo, con una apreciación desorbitada por la belleza y por la perfección absoluta, magnífico matemático, con una capacidad asombrosa para la deducción, una imaginación desbordante, magnífico poeta, cuentista inimitable.

Con este catálogo de virtudes no es de extrañar que la lista de autores sobre los que Poe ha tenido alguna influencia sea ingente. Aunque, dicho sea de paso, no fueron los americanos los que descubrieron al autor, sino que fue de mano de Baudelaire que se le devolvió su lugar en el panteón de los artesanos. Y es que América, tan utilitaria, no estaba para tontorronadas románticas, y, mucho menos, para alguien que escribía con tanta erudición y cotas intelectuales.

Con su ojo sagaz y posiblemente inspirado por las aventuras de Vidocq Poe nos dio el género detectivesco, el de calidad, no a lo Arthur Conan Doyle. Ese mismo ojo también anuncia la ciencia ficción y obras de Julio Verne o de Isaac Asimov, por nombrar algunos autores.

Con ese mismo ojo y su habilidad para el análisis psicológico, Poe refinó el género de terror en el cuento, concibiendo la necesidad del efecto único. Por influencia de otro gran cuentista americano, Hawthorne, Poe es capaz de articular esta concepción creadora.

Por su apreciación de la Belleza, fue reverenciado entre los poetas simbolistas. En Rusia, Dostoyevsky recogió su afinada psicología, mientras que en Latinoamérica Horacio Quiroga nos anuncia en su Decálogo del perfecto cuentista que "cree en un maestro, Poe ... como en Dios mismo".

De sus poemas, Annabel Lee, un canto a la pérdida de su joven esposa. O the Raven (el Cuervo) con ese enloquecedor goteo del Nevermore, nunca más, cuyo eco también le llegó a Antonio Machado.

Simbolistas y surrealistas, amantes de lo onírico, regurgitan al autor, desentrañándolo, para que luego, otros poetas americanos, T.S. Eliot o Wallace Stevens, puedan digerirlo.

De su estancia en Filadelfia se sabe que fue su época más prolífica y, también, la más feliz. Treinta y un cuentos los escribió en esta ciudad. The Black Cat, (El gato negro), The Gold Bug (El insecto de oro) y The Tell-Tale Heart (El corazón delator) los escribió en esta casa.

En el 532 North 7th Street está la casa. Una casa de ladrillo, de varias plantas y un pequeño jardín. Su zona de trabajo está en la planta superior, mirando a la calle. Cuenta con un sótano al que, cuando se desciende, es inevitable no pensar en el maldito gato.

Al ser monumento histórico nacional está gestionado por el gobierno. La entrada es gratuita y el último pase es a las 4 de la tarde. La visita lleva aproximadamente una hora. Si se va en domingo, el aparcamiento en la calle también es gratuito.  

Me pregunto si, de vivir ahora, con su magnífica obsesión por el método, alguien le prestaría atención

lunes, 19 de diciembre de 2016

Nixon, no te vayas por favor.

El Colegio Electoral ha hablado. Por eso no nos queda más remedio que dejarlo en manos y boca de Mark Russell.

¿Que quién es Mark Russell? Según él, "tiene 535 escritores a su disposición. Cien en el Senado y 435 en la Cámara de Representantes". Se olvidó, quizás conscientemente, de incluir a los 538 compromisarios que conforman el Colegio Electoral.

A Russell le achacan causticidad en sus parodias musicales, aunque él se defiende argumentando que "él no hace las noticias, simplemente se limita a comunicarlas".

Su buque insignia es un piano decorado con la bandera americana. Nada mejor para dar la bienvenida al nuevo Comandante en Jefe.

Aquí lo dejo, a los ochenta y cuatro, al piano, y "echando de menos a Nixon".

domingo, 18 de diciembre de 2016

Ruta literaria en Nueva Jersey: en casa con Walt Whitman

Si nos hemos echado a las carreteras de Nueva Jersey y tenemos media mañana perdida sin saber que hacer, recomiendo una ruta literaria, un domingo, para así evitar pagar los parquímetros y ya que nos salga el día, aparte de la comida y la gasolina, claro, totalmente gratis.

Eso sí, hay que tener cuidado con no dejar nada a la vista en el coche porque la casa museo que recomiendo está en Camden, una zona fronteriza a Filadelfia, que, desgraciadamente, es famosa, además de por su magnífico acuario, por sus ingentes bolsas de pobreza y sí, también por su peligrosidad. El año pasado se decretó que ocupaba el primer puesto en el palmarés de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos. (Para los curiosos: Detroit quedó en tercer lugar). Así que admito que esta ruta literaria que propongo sea para los más atrevidos. 

Entre las calles 3 y 4, justo en el 330 de Mickle Boulevard, también conocido como el Martin Luther King Jr. Boulevard, Walt Whitman, el poeta de lo americano, vino a vivir aquí en 1873 con su hermano George y su esposa. Bram Stoker, el creador de Drácula, u Óscar Wilde peregrinaron hasta aquí para conocer al maestro de la libertad y de la innovación. Su "A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente en paz", identifica esa libertad de la que hablo. 

Walt Whitman se crió en un ambiente cuáquero, sus padres eran seguidores de Elias Hicks, un predicador con raíces indioamericanas y afroamericanas que se desvinculó de la ortodoxia cuáquera para reivindicar la suya. Hicks también fue uno de los primeros cuáqueros que apoyaron la desaparición de la esclavitud.

De Hicks parece que Whitman tomó la idea de "la obediencia a la luz interior" y que luego el poeta de la carretera sin fin (open road) ataría alrededor de su "Canto a sí mismo", una celebración de su unicidad y la de los demás. Emerson, el gran pensador, fue el que le dio el empujón que necesitaba para desgajarse de la tradición europea y abrir nuevas rutas para la libertad de expresión. Muchos son los inoculados por el efecto Whitman. Le pregunté al guía si sabía si Lorca se había pasado por aquí, pero desgraciadamente no supo decirme.  

Y hablando de expresión, quiero romper una lanza en favor de Whitman, al que siempre se le han achacado sus tendencias proesclavistas. El mismo Whitman, al cabo de los años, reconoció que, sobre el papel, se había demostrado liberal trayendo la buena nueva de la irrepetible divinidad en cada uno de nosotros, también la de los esclavos, mientras que su corazón secretamente albergaba un conservadurismo del que le costaba desprenderse.

Whitman era un hombre que, a través de su obra, intentaba congraciarse con sus congéneres, sin importarle la clase social o la raza. Lo que le importaba era hacerse comprender entre los suyos, ya fuera un propietario de esclavos o el mismo esclavo. 

Del mismo modo que Whitman contenía multitudes, también era un fardo de contradicciones, como cualquier alma. En una época de tantas turbulencias, no olvidemos que Whitman fue enfermero en la Guerra de Secesión, parecía inevitable que su espíritu, dolorido, a veces no perdiera el horizonte. 

Además, su presentación del homoeroticismo, la camaradería entre hombres, el placer sexual, escandaloso para la época, le abrió otros frentes al creador de Hojas de Hierba que probablemente lo desgastaron.

Si deciden pasarse recomiendo encarecidamente que confirmen por teléfono. El horario es muy extraño y a veces cambia sin previo aviso, sobre todo en invierno. La casa es grande y da la bienvenida con un video sobre el autor y muchas fotos, todas originales de la época. Aviso: cuenta con dos plantas y no hay ascensor. La entrada es gratuita. 

A pocos kilómetros, Filadelfia. Hay que cruzar un puente, previo pago de 5 dólares si se va en coche, para pisar Pensilvania. Allí otro grande americano espera. Pero ese, para otro día.

Aquí dejo al Profeta de la tierra, de sí mismo, de todos nosotros dándonos la bienvenida a América.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Kit de inglés 21: Shred the gnar

Volvemos a los términos deportivos. Shred the gnar se utiliza especialmente en el esquí, el snowboard y el surf para referirse a alguien que desciende las pendientes y sortea los obstáculos con gran habilidad a una velocidad vertiginosa. Este término surgió en la década de los 80 y su uso se ha extendido al día a día para indicar que alguien está realizando un buen trabajo con una tarea complicada.

Parece ser que Shred, (hacer trizas, triturar) también se utiliza en música para referirse a un virtuoso de la guitarra mientras se marca una demostración de lo rápido que es. En el esquí y el snowboard Shredding es la estela que deja atrás el deportista.

Gnar, gnarr o nar procede de gnarly, (duro, difícil), pero también puede significar perfecto.

Aquí dejo el ejemplo (segundos 28-30).

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Facebook, pero en papel

Con las festividades navideñas tocando a las puertas, el cartero trae en su pequeño furgón de puertas correderas los inevitables christmas. Pero no vienen solos. De hecho, parece que la tradicional felicitación navideña está perdiendo terreno frente a la carta anual que incluye distintas tomas de la familia en papel Kodak XTralife con perro y gato si los hubiere.


No sé cuándo comenzó esta tradición de enviar un resumen con los logros anuales, parece ser que la aparición del ordenador tuvo algo que ver, pero la adición del fotoálbum ha sido de aparición más reciente.

Y debo decir que muchos americanos la temen porque, manipulando las palabras de Norman Mailer, estamos ante un Anuncio de sí mismos, una especie de ostentamaratón de lo conseguido en el año a punto de finalizar.

Ya sea la instalación de un parterre o la compra de un nuevo collarín para Toby, todo cabe en su labor anunciadora. Facebook por unos instantes toma cuerpo para verse en papel.

Un Merry Christmas de los Webster y un débil esperamos que estés bien y sin miramientos.

¿Que qué hemos estado haciendo?

Mary se lleva el primer párrafo con su máster y menudas notas. Todo sobresalientes.

El segundo para Adam. Otro máster para él. Hay que destacar que además se las apaña para trabajar a tiempo completo.

Por supuesto que han viajado. Y de lo lindo. Incluso se han comprado su tercera casa de verano en la Toscana.

Los nietos se han cruzado el país en Harleys y han dormido en el Hilton.

También tuvieron visita extranjera, jugaron al golfo y dieron una fiesta para setenta invitados.

En Inglaterra el Lord Alcalde les dio el título de Freeman (miembro de un gremio) y luego lo celebraron con un almuerzo, prolongadísimo, al que asistieron amigos a los que no habían visto en quién sabía el tiempo que hacía que no habían visto.

La última línea un pretendido amago de interés hacia el receptor: Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo, que realmente debería interpretarse como un gracias por haber leído hasta el final.

Dios te bendiga,
Mary, Adam, Will, Audrie y Toby.

martes, 13 de diciembre de 2016

Martes 13 es Viernes 13


Estoy de suerte. Como vivo en suelo americano, hoy, por lo menos, me he librado de la mala fortuna. Y es que en el mundo hispano y creo que también en Grecia el martes 13 no cae bien. En Estados Unidos el día con mal fario es el viernes.

Me ha llamado la atención que, de haber caído en este día, el país habría registrado unas pérdidas que oscilan entre los 800 y los 900 millones de dólares. Y es que aproximadamente unos 20 millones de personas sufren algún tipo de trastorno de pánico asociado al dichoso día que no les permite operar con normalidad.

El próximo cae a mediados de enero del 2017. Ya se verá si Jason Vorhees se sale con la suya.

lunes, 12 de diciembre de 2016

8 cosas que hay que saber para desenvolverse por Nueva Jersey

Con las vacaciones navideñas encima quizás alguien esté pensando en pasarse o tenga que pasarse por Nueva Jersey.

Aquí dejo una lista a tener en cuenta.

1. La mayoría de los coches son de gasolina y de conducción automática. Recomiendo practicar, si es posible, antes de lanzarse a la aventura. No es difícil pero la falta de embrague despista y el acelerador se exalta enseguida.

2.  No todas las gasolineras despachan diésel. Recomiendo hacerse con una lista antes de emprender el viaje.

3. Nueva Jersey y Oregón son los dos únicos estados que prohíben el autoservicio en las gasolineras. Así que hay que abrirle el depósito al que despacha. No se les da propina.

4. El combustible sale más barato si se paga en metálico que si se paga con tarjeta.

5. Y hablando de propinas. Son obligatorias, al menos que el servicio haya sido espantoso, para los taxistas, camareros, peluqueros, y en general, para las personas que nos prestan un servicio. (A los que despachan pizza en un área de servicio o están en la caja registradora de un Starbucks, por ejemplo, se les puede dejar una pequeña propina en un tarro de cristal que suele estar en el mostrador. Lo reconoceremos porque lleva pegado con papel celo el letrero TIPS (propinas) que alguno de los empleados ha escrito con rotulador. La propina varía, no hay unificación de criterios en este tema, pero lo normal es dejar entre un 10 y un 15 % antes del IVA (Taxes en inglés). Ojo que si vamos a un restaurante en manada la propina seguramente será mayor.

6. Existen dos vías principales que cruzan Nueva Jersey: The Garden State Parkway y New Jersey Turnpike. Las dos son de pago y no son nada baratas. 

La primera cruza de norte a sur, la otra va más en diagonal. Esta última une Nueva York por el norte y por el sur pasa muy cerca de Filadelfia. Si queremos ir a la Gran Manzana tomaremos The Garden State Parkway. La conducción por esta vía no me parece muy complicada, aunque a veces la señalización es un poco confusa.

Lo que sí es confuso es el sistema de peaje. Para empezar. Cuando uno quiere incorporarse al Garden State Parkway, normalmente hay que encestar, y digo bien, encestar una moneda de veinticinco centavos y otra de diez en una especie de canasta gigante de plástico para que se nos permita la entrada. No me extraña que este país sea tan fecundo en baloncestistas de primera. ATENCIÓN. En la incorporación no hay personal. Solo una cámara vigilante. Así que mejor ir bien cargado de monedas (solo se puede pagar con monedas) si uno no quiere incurrir en una falta. Lo mismo sucede a la salida.

Una vez incorporados tendremos que pasar por otros peajes, aunque esta vez es más fácil porque hay personal. Eso sí. No todos los puestos están atendidos con trabajadores. De hecho casi todos están mecanizados y solo están habilitados para aquellos que dispongan de pases anuales. Si no se tiene monedas, habrá que ir al carril que dice Cash Receipts (Metálico. Recibos) y si se tiene monedas se puede ir al Token Exact Change (Ficha. Cambio exacto) donde volveremos a practicar el jueguecito del enceste.

7. Si se prefiere o se va con un presupuesto más ajustado, es lo que yo hago, es posible dejar el coche en un aparcamiento al aire libre, normalmente abren de 5 a.m. a 1 de la madrugada, por un precio asequible que incluye un billete de ida y vuelta para una persona en autobús. Eso sí. Hay que tener paciencia, y mucha, para poder hacerse con una plaza. Antes de las 9 de la mañana es bastante difícil dar con una. Estos lugares se denominan Park and Ride (Aparca y Monta). También se puede pagar los peajes para cruzar el río Hudson pero aparcar en Nueva York puede resultar oneroso.

8. Para los amantes del agua también se puede cruzar en ferry.


Curiosidad. La Estatua de la Libertad está en aguas de Nueva Jersey y no en las de Nueva York.

domingo, 11 de diciembre de 2016

William Randolph Hearst con esteroides.

Saturados de pizza, incomestible, con el pizzagate de la semana pasada en Washington, he recordado que Melissa Zimdars, profesora de Comunicaciones en Merrimack College, Massachusetts, sacó el mes pasado una lista con páginas webs que proporcionaban noticias falsas o engañosas.


También el mes pasado, Laura Sydell publicó en npr (National Public Radio) un artículo sobre la creación de noticias falsas.

Jestin Coler, propietario y editor de Disinfomedia, un mundo de noticias falsas, fue el protagonista del artículo. 

De su sello, nos dice Coler, es la noticia de que un agente del FBI fuera asesinado por filtrar los correos electrónicos de Clinton. Era mentira. Su defensa: Esto es lo que la gente quería oír. 

Por lo visto al principio lo que le interesaba era crear una página web que recogiera las voces de la derecha alternativa, publicar historias falsas o engañosas y luego denunciar esas historias públicamente y señalar que eran ficticias. 

También dice que los escritores que trabajan para él han intentado escribir noticias falsas para los demócratas, pero nunca muerden el anzuelo. 

El engorde o adelgazamiento de la noticia haciéndola un bolo alimenticio envenenado no es algo nuevo, pero aún con los efectos electorales encima, parece que su hedor no deja de ensancharse.  

William Randolph Hearst, el magnate de la prensa amarilla cuyo retrato recordamos por Citizen Kane, ya sabía de esto, de la especulación, de la hipérbole y de las verdades a medias, tácticas infalibles. Si hubiera tenido a mano internet, de buen grado se hubiera servido de ella para tratar de convertirnos en miembros de las brigadas de los useful idiots (idiotas útiles). 

A veces, es muy difícil, a mí por lo menos me cuesta horrores, destilar en este fango la ganga de la mena. La noticia que apareció hace unos días en el Washington Post anunciando que la CIA ha descubierto que Rusia metió las manos en las urnas americanas para que Trump llegara a la Casa Blanca me ha dejado con peor cuerpo porque, además de arrimarme contra el paredón de los idiotas útiles, una vez más se confirma que al sensacionalismo y a la falsedad siempre les recubre la misma pátina: poder y odio.

Una exposición libre y abierta de los correos electrónicos de los personajes públicos, incluso la de los mensajes más delicados, parece descabellada. Pero con esta medida, si lo pensamos bien, llevamos las de ganar. Así nos ahorraríamos mucha literatura basura, aunque a estos artistazos se les tocaran los ingresos. Pero estoy segura de que, siendo personas de tantos recursos, enseguida darían con otra gallina a la que pintarle los huevos.

Además, así los rusos y algún que otro americano menudo chasco se llevarían, ¿o no?

Por el momento, me limitaré a devorar the Onion, (la Cebolla), el portal de noticias satíricas. Una de las pocas verdades de las que estoy convencida.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Kit de inglés 20: Cry uncle



Uncle también se puede ver con los verbos say (decir) o holler (gritar). Literalmente llama a tu tío, viene a significar admitir la derrota. Cry uncle sería el equivalente a nuestro ¿te rindes? o ríndete. Cómo se pronuncia. Aquí dejo mi versión. (Krái ónkol).

No es raro ver esta expresión en el contexto infantil y en el deportivo, por ejemplo en la lucha libre, aunque también se ha extendido a otros contextos, como el político.

Aunque se considera un americanismo, su origen no está claro. Unos la llevan a la Antigua Roma mientras que otros no se van tan lejos en el tiempo y la localizan a mediados del siglo diecinueve en Inglaterra.

Los defensores de la tesis romana arguyen que a los niños de Roma, cuando se les acorralaba, se les forzaba a decir la frase Patrue, mi Patruissimo, (Tío, mi mejor tío), una frase que indicaría su sumisión. ¿Y por qué se pedía la sumisión con el tío que, por cierto, era el paterno, y no con el abuelo, por ejemplo? Por lo visto porque el hermano del padre tenía casi la misma consideración que el padre. Mencionar al padre quizás les pareciera demasiado.

La inglesa tiene tintes de comedia, y parece que está relacionada con una broma en la que el protagonista era un loro al que se le azuzaba para que se dirigiera, desconozco si en términos amigables, al tío del dueño del loro.

También los hay que dicen que el término era americano y que cruzó el charco, siendo Estados Unidos el creador de otra broma en la que el protagonista volvía a ser un loro, no sé si se trataba del mismo al que me he referido antes.

De 1891 a 1907 el loro sale en distintos periódicos para reaparecer en la década de los 40.

Aquí dejo la frase.

It's over when you say uncle (El juego termina cuando admites la derrota). 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Por qué las carreteras americanas estarán más oscuras que nunca?

Otro trozo de memoria se nos va, dejándonos solo la nostalgia. Esta vez las víctimas son un icono de la cultura de viaje estadounidense, el letrero de no hay vacante (No vacancy) en los moteles de carretera que tan acostumbrados estábamos a ver en las películas. ¿Y qué pondrán ahora?


Nada. Porque el menos intimidante Full house (Hasta la bandera) que surgió en los 80, también corre peligro.

En un mundo donde se pueden descargar las aplicaciones en un abrir y cerrar de ojos o hacer las reservas por internet su presencia se ha hecho innecesaria.

Pero, un momento, ¿y los que no contamos con artilugios para descargarnos aplicaciones? ¿Qué ocurre si el motel nos ha jugado una mala pasada y hay overbooking o simplemente tenemos que cancelar por un percance y nos pilla en carretera?

Solo queda empujar el coche hasta llegar a la estación de servicio más próxima o dar con una casa solitaria en la que cuenten con un teléfono para que podamos ponernos en comunicación con el motel y anular así la reserva antes de que nos casquen la cancelación tardía.

Stephen King, el rey de las novelas de terror de nuestro tiempo, bien podría tomar nota de esta nueva situación. Terror para los sin móvil, los desaplicados...

En caso de que el coche no nos decepcione y podamos llegar al motel, puede que nos encontremos a unos propietarios duchos en las tácticas comerciales, y que, presionados por las grandes cadenas hoteleras, decidan esconder la disponibilidad por varios motivos.

Primero, el negocio es el negocio, claro, y su misión es retener clientes. Si son de su parecer los pretendientes a huéspedes siempre pueden mandarlos a otros moteles de su propiedad o desviarlos a moteles de amigos y conocidos, confiando que luego el favor les será devuelto.

Segundo, creo que ya lo he dejado intuir, el motel se reserva el derecho de admisión. Así que en cuanto vea a los que van a registrarse siempre puede mandarlos con viento fresco si no les da el aprobado. No es infrecuente encontrar grupos de universitarios con las hormonas revueltas dispuestos a montar una.

Los más optimistas piensan que los letreros no se retirarán del todo, sustituyendo el neón por la iluminación LED.

Por cierto, que en mi coche, aun a riesgo de que me llamen retro, siempre llevo otras reliquias del pasado: el mapa y yo, uña y carne, y eso que me cuesta leerlos. El hipocampo que, afortunadamente, aún me deja que lo anime a que se lo curre.

lunes, 5 de diciembre de 2016

¿Cómo lo quiere picante o poco hecho?

A RateMyProfessors.com, una de las páginas webs más visitadas para evaluar la labor de los profesores universitarios, le ha salido otro competidor, y parece que está pisando fuerte.

RateMyProfessors.com se basa en un sistema numérico en el que se puntúa del 1 al 5 la calidad del profesor y la dificultad para aprobar la asignatura, siendo el 5, la calificación más alta. Un 5 en dificultad significaría que el profesor haría sudar al estudiante. Además, se puede enfatizar si el profesor o profesora evaluado está de buen ver, añadiendo un pimiento rojo (digo yo que será un chile). Vamos, que los gordos, feos o los viejos no se comerían un rosco en este apartado, aunque, esperemos que este método de puntuación, bien pudiera importarles un pimiento.
En este buzón se puede encontrar todo tipo de comentarios sobre el profesor en cuestión, pero, normalmente, las quejas y recomendaciones para evitar al indeseable son las que más abundan.

Pero Professor Watchlist ya es otra cosa, porque recoge el nivel de indeseabilidad del profesor basándose en su actuación ideológica en el aula. Su misión: "exponer y registrar a los profesores que discriminen a los estudiantes conservadores, fomenten valores antiamericanos y promuevan propaganda izquierdista en el aula". La página web que salió hace unos lunes al mercado pertenece a Turning Point USA, un grupo centrado en "educar e identificar a jóvenes que se encarguen de fomentar los principios de libertad de los mercados y la limitación gubernamental".

Su sistema no es numérico, sino que es un cuestionario en el que se pide al denunciante, entre otras cosas, que incluya el nombre del profesor, que explique cómo supo de este profesor y que describa lo que hizo. También se ofrece la oportunidad de incluir un video o una foto del profesor en cuestión, fastidiándola.

El artífice de este negocio es Charlie Kirk, un millennial de Illinois al que desde hace unos años, y eso que no creo que pase de los veintidós, se le ve en la tarjeta de sucesión a Trump. Según la joven promesa, Turning Point "es visible, muy agresiva".

Vaya, otra vez con la agresividad a cuestas y esas cositas tan feas que suelen acompañarla: racismo, sexismo, discriminación y el dichoso nativismo. La monetización y el estrellato hacia la fama a veces emite este fulgor.

Muchas universidades cuentan con mecanismos internos para decidir si los cargos presentados contra un profesor, casi siempre de carácter anónimo para evitar que la rabia del acusado se refleje en las notas del denunciante, merecen ser castigados. No obstante, es cierto que la plantilla universitaria suele ser de ideología demócrata y puede mostrarse parcial hacia el profesor o profesora imputado. Sin embargo, el caso de Oberlin College, una universidad de clara inclinación demócrata, ha demostrado que no tiene por qué ser así, despidiendo a una de sus profesoras.

Irremediablemente es prácticamente imposible disociar la ideología de la persona, por eso, para evitar este tipo de conflictos al profesor le quedarían dos opciones: admitir desde el principio sus inclinaciones políticas o tragárselas. Así solo quedaría en manos del estudiante decidir si va a elegir la experiencia del profesor izquierdista o prefiere la de otro. Eso sí, juego limpio. Nada de apañar imágenes ni de sacar frases de contexto cuando se suban las ofensas a la página para destrozar al liberal que a sabiendas se escogió porque eso solo crearía... miedo.

Evidentemente no se trata de convertir a los estudiantes, sino de ofrecerles armas que abracen distintos puntos de vista para combatir la desidia mental. Los problemas surgen cuando bien el profesor no ha declarado su ideario o no ha sabido mantenerlo a raya o cuando el estudiante es incapaz de discriminar entre lo que es una opinión personal de lo que es el análisis y la interpretación, lanzándose irremediablemente a los brazos de la ofensa.

Y ahora que lo pienso, ya que el pimiento, ese nativo americano está prometido, ¿no sería mejor que Kirk tirara de una hamburguesa cruda, medio hecha o chamuscada en su portal para evaluar al profesorado? 

Americanísimo, sin duda. 

domingo, 4 de diciembre de 2016

Stein: Recuento2016


Jill Stein, la candidata del Partido Verde, sigue adelante en su campaña para demostrar la transparencia del proceso electoral, pero Trump no la deja. Sus abogados se están movilizando para pararle los pies. En su cuenta de Twitter el 27 de noviembre Trump nos dejó esto:
Serious voter fraud in Virginia, New Hampshire and California - so why isn't the media reporting on this? Serious bias - big problem! (Grave fraude electoral en Virginia, Nuevo Hampshire y California, ¿Por qué los medios no informan de esto? Muchos prejuicios. Un problema muy grave.  
Y está en su derecho ¿y en la obligación? de reclamar si es consciente de que en estos estados ha existido el fraude electoral. Pero, lógicamente, no le renta. En su lugar, se ha sentado a esperar, sabiendo que la pataleta se llevaría por delante el dos por uno: demócratas y verdes. De la riada, solo se queda con la condición de víctima.

Trump se estará frotando las manos. La diversión, garantizada. Como lo es el odio que está logrando cargar entre sus votantes hacia ese dos por uno que apenas puede tenerse en pie.

Stein ha sido capaz de recaudar, hasta la fecha, casi 7 millones de dólares en donaciones particulares para el recuento en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, pero ha tenido que abandonar en este último estado y elevar su causa a nivel federal porque, con la fianza que le pedían, un millón de los siete, pronto se veía pelada.

Pero los dineros de los contribuyentes se van a ver afectados porque pagar las insidiosas costas de los abogados, las labores de rastreo de la maquinaria electoral y la mano de obra implicada son un saco sin fondo.

El lunes Stein presentará la demanda. También el lunes, a los pies de la Trump Tower, se concentrará para defender sus demandas y dar una conferencia de prensa.

Lo mismo Trump, como parte de su distracción, se baja a saludarla y a darle las gracias.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Transition 2017

El poder recaudatorio se ha vuelto a imponer sobre la posibilidad del cambio en las filas demócratas. Nancy Pelosi se ha quitado de encima a Ryan, el aspirante a dirigir la suerte de la minoría de la Cámara de Representantes, aunque no se ha librado de las críticas, sobretodo de los 63 miembros del Caucus que votaron en su contra el pasado 30 de noviembre.

Eso sí, Pelosi, para amansar las voces que se han levantado contra ella, ha tendido una ramita de olivo lanzando un plan para dar mayor visibilidad a las nuevas generaciones. La cuestión es saber si a los peces gordos que están en la cima les importará compartir un trocito del pastel con estos jovenzuelos o, peor aún, que se den un atracón en sus narices.

Mientras tanto Trump se debate en el mismo lodazal de oro.

La edad de los elegidos no es el problema, sino conciliar los miedos de los nacionalistas republicanos a que su líder les venda a Wall Street, con los temores de los republicanos tradicionales, a los que la idea de que Mitt Romney se suba a la Secretaría de Estado, no porque también pertenezca a la logia wallstreeniana, sino por lo que dijo de Trump y su pertenencia al establishment, les pone los pelos de punta.

¿Goldman Sachs o más Jeff Sessions?

De momento, parece que Wall Street, Calle del Muro, es la más besuqueada.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Kit de inglés 19: mulligan



Aunque el término de hoy está asociado con el mundo deportivo, en concreto el golf, también puede usarse en otros ámbitos, por ejemplo el político.
Sen. Saulsbury (Golf)
Y es que un mulligan, su pronunciación es algo así como máligan, es un golpe adicional después de un mal tiro. El mulligan también tiene su opuesto, el gilligan, un tiro correcto pero que se vuelve a intentar. Lógicamente en un torneo oficial un mulligan no se admite. 

Con la petición de Jill Stein a que se proceda a un nuevo recuento de votos electorales en varios estados, algunas voces han calificado su decisión de mulligan, es decir, un intento a la desesperada. 

Aquí va el ejemplo.

Jill Stein asked for enough money to try for a mulligan (Jill Stein pidió el dinero suficiente como para ir a por un mulligan). 

El origen de esta palabra es incierto, pero en términos golfísticos, todo apunta a que apareció en la década de los 20 o 30. 

Algunas teorías señalan a David Bernard Mulligan, un golfista amateur oriundo de Canadá que se movía en los clubs más importantes de Nueva York, como el creador del término. Otros, sin embargo, apuntan a que fue obra de un trabajador llamado John Buddy Mulligan y que se encargaba de las taquillas de un club de golf en Essex Falls, Nueva Jersey. 

Fuera quien fuera el ingeniero de esta técnica la motivación fue la misma. Invalidar el primer tiro con su repetición.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Profano y profundo

Si estuviera, hoy cumpliría 76 años.

Puede que muchos lo recuerden por la película No me chilles que no te veo en la que hace de ciego o por Superman III, en la que interpreta a Gus, el genio informático que los hermanos Webster utilizan para enriquecerse, pero Richard Pryor, además de ser buen actor, era mucho más que eso. Era el padre de todos los comediantes de nuestros días.


Entre los comediantes, parece que una infancia traumática, la suya marcada por un padre proxeneta, una madre prostituta y una abuela que lo crio en el prostíbulo que ella regentaba, se hace de primera necesidad para poder reírse de sí mismo y hacer que el público se ría con uno y de uno. Nadie como él trató sus adversidades en el escenario. Memorables son sus narraciones sobre el accidente que le quemó el cuerpo mientras purificaba cocaína con productos químicos inflamables.

A Pryor, como a casi todo artista, le costó encontrar la voz. Comenzó imitando los inocuos amaneramientos de Bill Cosby, pero pronto sintió que ese no era él. El sentimiento de impostor lo tomó subido al escenario en Las Vegas, frente a una audiencia en la que figuraban, entre otros, algunos miembros de la Rat Pack, Dean Martin y compañía. Allí los dejó plantados, en mitad del espectáculo. Pero Pryor ya sabía quién no era.

En el ajuste de su personalidad requirió de lo obsceno, la palabra mal sonante, la ordinariez, pero dicha con tanta naturalidad que parecía exenta de la agresividad y rabia desbordada con la que Lenny Bruce la trataba y que no logró tanto eco en unos Estados Unidos que aún no estaban lo suficientemente preparados para afrontar ese chorreón de libertad de expresión.

Y en cierta manera era lógico porque Pryor, al ser de color, tenía que andarse con pies de plomo si no quería alienar a la población blanca. El justo medio lo encontró en la palabra nigger (negro), un término ofensivo pero que su uso y abuso parecía deleitar tanto a negros como a blancos. Y es que Pryor hizo comprender a su audiencia que este término no atacaba a un individuo sino que reflejaba el carácter de una colectividad.

Por supuesto, el hacer comprender lleva su tiempo. En su caso cinco segundos. Ese era el lapso que Saturday Night Live decidió insertar con el fin de pillar y censurar las obscenidades que Pryor soltara en este late show, en directo.

Los cómicos, siempre tan necesarios, con sus verdades enteras y crudas, capaces de salvaguardarnos de la locura, sobretodo en épocas de autocracia.

Ahora, me pregunto, ¿volverían a aplicarle los cinco segundos?

martes, 29 de noviembre de 2016

London, aventura en Alaska.

Esta semana seguimos con las celebraciones. En este caso se conmemora el centenario de la muerte de Jack London, autor, entre otras obras, de Colmillo blanco o La llamada de la selva.

Aunque nació en San Francisco, y en San Francisco no es que haga mucho frío, a London se le considera el maestro de las narraciones árticas, y es que, en 1897 marchó a Alaska, la Última Frontera, siguiéndole el rastro a la fiebre del oro de Klondike.

La aventura le hizo volver con escorbuto y menos de 5 dólares en el bolsillo, pero la mente la traía cargada de ideas para volcarlas sobre el papel. Según él, "fue en el Klondike donde me encontré a mí mismo. Allí uno logra su verdadera perspectiva. Yo conseguí la mía". De 1902 data una de sus mejores historias sobre la vida en el Yukón, To Build a Fire (Construir una hoguera) y que nos da una idea de esa perspectiva.

En la agresiva indiferencia del hielo, el hombre vive la pureza del silencio blanco, un espacio de su creación, brutal, en el que nadie puede adentrarse. Pero ese espacio, casi animal, está limpio, exuda coraje y, sobre todo, honestidad, esa honestidad tan a lo Hemingway. No es casual que los dos fueran grandes amantes del boxeo. En la opresión de la naturaleza solo la sabiduría nos puede salvar, parece que viene a decirnos London. Pero, a veces, la renuencia a escuchar a los demás, la arrogancia humana, siempre tan de moda, puede llevarnos a lo inevitable. Solo el perro, conocedor de sus límites, logra sobrevivir. 

En esta desinteresada desolación, una oportunidad para la camaradería, no hay sombras del materialismo, apunta London, porque no hay lugar para la hipocresía. London, socialista practicante, millonario, darwinista, humanitario, amante de los animales, a veces con prejuicios raciales, siempre al borde del alcoholismo y del suicidio, no dudó por un instante que la suya era una cruzada en un mundo muerto, a veces ciega con la posibilidad de que Dios existiera. ¿De qué otra manera se explicaría entonces que el Paradise Lost (El Paraíso perdido) de Milton fuera uno de los tres libros que lo acompañaran en su expedición?

lunes, 28 de noviembre de 2016

Testimonio musical

Hace ahora 40 años, precisamente un 25 de noviembre de 1976, también era jueves, Día de Acción de Gracias, que la Banda se despedía en San Francisco. ¿Y qué es la Banda? The Band. Indiscutiblemente, uno de los mejores grupos de rock made in Canadá y los Estados Unidos, y eso, que la lista es abultadísima.

Martin Scorsese estuvo allí, atento a las cinco horas de concierto que Robbie Robertson, Richard Manuel, Garth Hudson, Rick Danko y Levon Helm, el único estadounidense, compartieran con otros grandes de la música: Eric Clapton, Neil Young, Joni Mitchell o Bob Dylan. Con Dylan la Banda se embarcó en su gira mundial. Dos años después del concierto, Scorsese sacó un documental: The Last Waltz (El último vals).

Robbie Robertson acaba de sacar sus memorias, Testimony (Testimonio).

Aquí dejo un testimonio de su brillantez.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Huesos del pavo, ¿atragantados?

Como era de esperar, Wisconsin va a proceder al recuento. Su primer recuento de votos presidenciales desde que se formó como estado. Lo que me ha dejado un poco perpleja es que la petición haya venido de la mano de Jill Stein, la candidata del Partido Verde, aunque, bien pensado, si Clinton quería lavarse las manos en este asunto es lo mejor que le podía pasar, independientemente de que los escoldos de una posible investigación en su contra puedan volver a reavivarse.

Me temo que el enjuague se va a quedar a medias, porque Marc Elias, el abogado de la campaña electoral de Clinton, ha declarado que "como no encontramos pruebas de piratería o intentos externos de alterar el voto electrónico, no pensamos usar esta opción. Pero ya que se ha iniciado el recuento en Wisconsin es nuestra intención participar para asegurar que el proceso transcurre de una manera justa para las partes involucradas".

No dudo de los buenos propósitos de Stein cuando habla de "Crear un sistema en el que todos podamos confiar", y quizás esté en lo cierto de que solo así podrán disiparse las dudas sobre la transparencia del proceso electoral, aunque disipar los nubarrones sea a precio de californio. Pero este ir al rebufo de los demócratas da que pensar.

Y digo yo que, para evitar ese dar que pensar, el presidente entrante, ¿no podría unirse a los esfuerzos del recuento? Al fin y al cabo fue él el que declaró que si perdía las elecciones podría no acatar el resultado.

Ojito con esos huesos.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Kit de inglés 18: Black Friday

Como no podía ser de otro modo, el protagonismo se lo lleva el Black Friday, Viernes negro. Aquí dejo mi versión (Blák Fráidey).

Con el estómago bien relleno de pavo, tarta de calabaza y salsa de arándanos, y casi con el tenedor en la boca, los desaforados compradores se lanzan este día a la desesperada a encontrar los rebajones del año.

El pistoletazo de salida se dio el jueves, pero es el viernes cuando la fiebre abrasa el mercurio. Solo se necesitan unas mantas, unos buenos termos de café y los típicos cigarrillos para pasar las horitas en la cola a esperar a que la tienda en cuestión abra. Bueno, eso y un compañero, claro, en caso de que se tenga que abandonar el puesto. Pero el compañero también tiene otra utilidad además de darnos palique. Y es que, una vez dentro, hay que quitarse del medio al enemigo, a los otros zombis, el videojuego ha comenzado, y todos los puestos están tomados, con lo cual, no queda más remedio que abrirse paso con... el carrito de la compra. Sí y nada del tamaño pequeño, aquí los hay de distintos tamaños, aquí caballo grande o no ande. ¿De qué otro modo sino iba a caber la iBox?

La pareja, un formidable dúo de coordinación, adquiere ventaja si está delgada y ágil. En sus papelones, uno empuja y para el vehículo mientras el otro agarra el precioso objeto del deseo. Los dos otean. Terror. Al final del pasillo. El duelo. La iBox está justo en las baldas centrales, ¿quién la hará suya?

La cargadora más gorda sonríe. Puede ver la delgadez de su contrincante pero a ella no le detiene nada porque lleva uno de esos espráis espantavioladores. La mano, tocando el bolso, le tiembla de emoción.

La rociada se lleva las manos a la cara. El dolor la aplasta, pero pocos han visto a la gorda, tan azombados estaban con lo suyo, y, los que la han visto, se alejan de ella con miedo y picados por la urgencia de no perder un segundo, tan vital.

El Black Friday trae esto. La supuesta compra solidaria, el consumismo como un acto patriótico. Y ahí no queda la cosa. El sábado es día de lealtad a los establecimientos locales y el lunes Cyber Monday (Ciber lunes) y ya enganchamos con la temporada navideña.

Aunque la palabra Black ya se usaba para referirse el ennegrecimiento de ciertos acontecimientos, por ejemplo pánicos bursátiles, fue en la década de los 50 cuando se usó con el sentido comercial con el que lo conocemos ahora.

Aquí dejo la frase: Most stores post their Black Friday offers online (La mayoría de las tiendas cuelgan sus ofertas de viernes negro en línea).  

Decisión prepavo

Estamos a la espera de la decisión de Hillary Clinton. Resulta que el director del Centro Informático para la Seguridad y la Sociedad de la Universidad de Michigan se puso en contacto con ella para comunicarle que existía la posibilidad de que hubiera recibido menos votos en ciertos condados con los que contaban y en los que se usó el voto electrónico.

Los estados afectados son Wisconsin, Michigan y Pensilvania. La fecha tope para pedir un recuento y eliminar la posibilidad de un ciberataque se cierra mañana en el caso de Wisconsin.

Y todo esto después de que Clinton admitiera públicamente la derrota. Supongo que en estos momentos también debe estar valorando que, de equivocarse, Trump le retire su magnanimidad y la coloque entre barrotes.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los entresijos del pavo: El Día de Acción de Gracias


Thanksgiving (el Día de Acción de Gracias), probablemente la celebración más importante en Estados Unidos, es una fiesta para pasarla en familia, viendo el partido de fútbol americano por televisión, aunque si se tiene la suerte y la desgracia de trabajar en una tienda, lo mismo le toque a uno echar la tarde en el establecimiento, atendiendo el desaforado ansia comercial de las masas.

Esta fiesta tan tradicional comenzó con el desembarco de los primeros peregrinos del Mayflower en las costas de Massachusetts, que, seguramente, no comieron pavo en fecha tan señalada, porque dicho animal no se dejaba coger con facilidad. En su lugar le pegaron al ciervo que les trajeron los Wampanoag, los nativos de esa zona, alguno patos y peces.

White House turkey, 1920, 11/20/20
Sin embargo fue en el siglo dieciocho cuando el pavo, ya domesticado, campeaba por las cocinas de los americanos compartiendo cazuela con gansos, cerdo, carne, pollos, cordero y el omnipresente ciervo. Después de la Guerra de Secesión el pavo echó el vuelo, despuntando sobre los demás animales. Y es que los avispados industriales del comercio pavero, especialmente los de Pensilvania, Maryland y, cómo no, Nueva Jersey, se encargaron de meter al animal hasta en la sopa, y eso a pesar de sus desorbitados precios.

Si Lincoln se dio cuenta del valor político de esta festividad, sacándola del territorio de Nueva Inglaterra y echándola sobre la piel americana como un lazo unificador, un nudo que reconciliase a la Unión y a los Confederados y que se puso en marcha el 3 de octubre de 1863, Sarah Josepha Hale, una editora de Nueva Inglaterra, ya se percató de su valor comercial años antes, con la publicación en 1827 de su libro Northwood: A Tale of New England (Northwood: Una historia de Nueva Inglaterra).  

Parece que la editora envió una carta a Lincoln el 28 de septiembre pidiéndole la fiesta nacional y en menos de una semana a la señora Hale se le reconoció su fiesta y la de todos, a celebrarse el último jueves del mes de noviembre, pero que Roosevelt pasó al tercer jueves para ayudar a los comercios que ya empezaban a quejarse por aquel entonces de que la cercanía a la Navidad les estaba ahogando las ventas.

Curiosidad: Lincoln también fue el que comenzó la tradición presidencial de indultar un pavo.

martes, 22 de noviembre de 2016

Tim Ryan contra Pelosi

¿Quién es Tim Ryan?

El representante demócrata por Ohio le ha lanzado el guante a Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes. 

Ryan es joven, está en los cuarenta, y tiene algunas cosas a su favor. Lo primero es la diferencia de edad, lo segundo que, digámoslo sin tapujos, es hombre, y nunca podrá recolectar la saña que se ha ganado Pelosi, y, lo más importante, es de Ohio, precisamente de la zona de Youngstown, una zona que conozco de primera mano y puedo atestiguar que es un área en general bastante deprimida económicamente hablando. 

En su contra: la efectividad de Pelosi recaudando fondos.

El 30 de noviembre, día de votación para definir al líder demócrata, se verá.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Impichado

Allan Lichtman, el profesor universitario que pronosticó la victoria de Trump, vuelve a la carga con una nueva predicción, aunque, esta vez, es visceral: Trump será enjuiciado.

domingo, 20 de noviembre de 2016

La cumbre repateadora

Vino el viernes colapsando las carreteras de Nueva Jersey y cerrando el Lincoln Tunnel y supongo que el domingo se marchará de igual modo. El magnate Trump tenía prisa por pasar el fin de semana pateando en compañía, entre otros, de Romney, Reince Priebus, Christie y el general James Mattis en el Trump National Golf Club, en Bedminster, la niña de sus ojos en términos golferos.

Y no me extraña que sea la joya de su corona porque hacerse miembro solo cuesta 300000 dólares. A los bolsillos más exclusivos, como los de Bill Clinton, no les importa descolgarse estas menudencias y pagar lo que haya que pagar con tal de vérselas con diestros que no los desluzcan.

Y hablando de diestros. Dicen las malas lenguas que George Norcross envió a Christie, el convidado de piedra, a la reunión. Y quién es George Norcross. Un demócrata al que tanto los republicanos como los de su propio partido temen. Su miedo es tan atroz, que algunos lo denominan la "Pesadilla de América".

Los republicanos le atribuyen el encarcelamiento de Charles Kushner, el padre del yernísimo. Para algunos, la reunión del pasado fin de semana representa la esperanza de que Kushner se dé cuenta de que no fue Christie el que le puso entre barrotes, sino Norcross. Curiosamemente el hermano de George se llama Donald y también se dedica a la política.

Otros republicanos opinan (también algunos demócratas) que Christie y Norcross son prácticamante miembros de una banda de delincuencia organizada. Su consejo: huir de Christie como de la peste e imputar a Norcross.

Ahora solo falta saber si la tarjeta de visita de Norcross deslumbró a Trump o si, por el contrario, le repateó. 

Los presidentes, ¿traficantes de esperanza?

Mientras el equipo de Trump afila la lista de candidatos al gabinete con magnates de la industria como Forrest Lucas o con mecenas como Steven Mnuchin, sus votantes no solo le piden que haga un poco de limpieza deshaciéndose de los pesos pesados del partido republicano, sino que van más allá. Reclaman un drain the swamp. En otras palabras, que vacíe la ciénaga.

Después de la más que probable elección de Mitt Romney como secretario de estado los verdaderos republicanos temen lo peor.

"Donald, no te unas a los RINOs". Los RINOs (Republican in Name Only, De republicano solo el nombre) es un acrónimo peyorativo para referirse a los miembros del partido conservador a los que no se les ve lo suficientemente republicanos. Este término ya existía en los años veinte, pero fue a partir de los 90 cuando tomó más fuerza.

"No te acerques a ellos. Son peores que ese atajo de mentirosos que son los demócratas. Te votamos a TI para que salvaras a Estados Unidos del nuevo orden mundial no para que TE UNIERAS a él", clama la desesperación de otros.

Es cierto que algunos, menos alarmistas, defienden estas nominaciones argumentando que Trump sabe muy bien lo que se hace porque, de natural, es un ganador, un hombre de negocios que necesita la experiencia de Romney para sacar adelante el país.

Los incrédulo-despectivos también tienen algo que decir al respecto: "Romney puso a parir a Trump. Si le quedara algo de vergüenza no aceptaría. Y esto también va por esos dos zurullos de Christie y Gingrich", argumenta otra voz conservadora. 

De este maremágnum solo un par de cosas están claras: el recelo por la intelectualidad de muchos votantes republicanos, los cuales parecen verse en constante amenaza por el creciente desarrollo de las ciencias y por la liberalidad con la que fluyen las ideas. 

Por eso cuando vieron a George W. Bush en la gran pantalla diciendo que Jesucristo era su filósofo político predilecto la masa republicana se sintió aliviada. Al fin, uno de ellos. Estaban salvados. La esperanza les hinchó el corazón mientras los ojos, tal vez la emoción, se les nublaba. 

Bush no era como ellos. Trump tampoco lo es, pero han conseguido que sus seguidores vivan bajo la idea perpetua de que algún día, quizás sus hijos, también puedan alcanzar ese sueño, de ahí que la esperanza nunca se les rompa.  


La otra es que Christie lo va a tener muy difícil para llevarse una cartera. No porque sea un zurullo según algunos, sino porque después de que castigara al padre del yernísimo con la cárcel, es prácticamente misión imposible. Una lástima, porque la secretaría de comercio, sabiendo tanto de casinos y de transportes, le quedaba que ni pintada.