lunes, 5 de diciembre de 2016

Stein: Recuento2016


Jill Stein, la candidata del Partido Verde, sigue adelante en su campaña para demostrar la transparencia del proceso electoral, pero Trump no la deja. Sus abogados se están movilizando para pararle los pies. En su cuenta de Twitter el 27 de noviembre Trump nos dejó esto:
Serious voter fraud in Virginia, New Hampshire and California - so why isn't the media reporting on this? Serious bias - big problem! (Grave fraude electoral en Virginia, Nuevo Hampshire y California, ¿Por qué los medios no informan de esto? Muchos prejuicios. Un problema muy grave.  
Y está en su derecho ¿y en la obligación? de reclamar si es consciente de que en estos estados ha existido el fraude electoral. Pero, lógicamente, no le renta. En su lugar, se ha sentado a esperar, sabiendo que la pataleta se llevaría por delante el dos por uno: demócratas y verdes. De la riada, solo se queda con la condición de víctima.

Trump se estará frotando las manos. La diversión, garantizada. Como lo es el odio que está logrando cargar entre sus votantes hacia ese dos por uno que apenas puede tenerse en pie.

Stein ha sido capaz de recaudar, hasta la fecha, casi 7 millones de dólares en donaciones particulares para el recuento en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, pero ha tenido que abandonar en este último estado y elevar su causa a nivel federal porque, con la fianza que le pedían, un millón de los siete, pronto se veía pelada.

Pero los dineros de los contribuyentes se van a ver afectados porque pagar las insidiosas costas de los abogados, las labores de rastreo de la maquinaria electoral y la mano de obra implicada son un saco sin fondo.

El lunes Stein presentará la demanda. También el lunes, a los pies de la Trump Tower, se concentrará para defender sus demandas y dar una conferencia de prensa.

Lo mismo Trump, como parte de su distracción, se baja a saludarla y a darle las gracias.

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