lunes, 26 de diciembre de 2016

El primer Ives

Una prueba de que se está al tanto del ambiente navideño es conocer la obra de Currier & Ives.

¿Y quiénes son Currier & Ives? Nathaniel Currier y James Merritt Ives fueron un tándem de éxito especializado en litografías. Sus estampas de invierno, esos trineos tirados por un caballo, han quedado en la memoria de muchos americanos, aunque hay que decir que estos impresores hacían todo tipo de escenas. Catastrofistas, sentimentales, deportivas, de caza, religiosas, políticas, con trenes, barcos, bomberos en el furor de las llamas, carreras de caballos, retratos... todo les valía. Más de un millón de impresiones entre 1835 y 1907. Con esta productividad, no es de extrañar que ellos mismos se calificaran Publishers of Cheap and Popular Pictures (Editores de dibujos baratos y populares).

Currier&Ives
Currier nació en Massachusetts en 1813. Bajo la tutela de un tal Dubois, oriundo de Francia, el cual trajo la litografía a los Estados Unidos, se ejercitó Ives. En 1833 y tras años de aprendizaje abrió su propio negocio en Filadelfia.

Probablemente sus piezas más famosas sean sus impresiones en lápidas, en las que representa el dolor inconsolable de las familias que han perdido un ser querido.

Nacido en Nueva York en 1824, Ives se le unió más tarde, en 1852. Aunque comenzó como contable, también tenía en su haber habilidades artísticas que puso a disposición de Currier, mejorando las ventas. En 1907 la compañía, incapaz de competir con los nuevos avances en el fotograbado, se vio obligada a cerrar.

Su nombre aún persiste a modo de fundación.

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