lunes, 30 de agosto de 2021

¿Quién fue la Primera Toga africanoamericana del Supremo?

Hoy, un nombre a conocer y es el de Thurgood Marshall que, el 30 de agosto de 1967, lo convierte en el primer juez africanoamericano del Tribunal Supremo. Y allí ejercería durante veinticuatro años. 


Por supuesto, sufrió en sus propias carnes los efectos de la segregación. En 1930 quiso matricularse en la Universidad de Derecho de Maryland, (University of Maryland School of Law), pero le denegaron la entrada, así que tuvo que estudiar en Howard University, universidad que sí admitía africanoamericanos, y de la que se graduó con honores en 1933. Años después, Marshall le sacaría los colores a la Universidad de Maryland con una demanda que ganaría el jurista. 

Marshall abrió su despacho en Maryland, estado del que era originario. Pronto se labró la reputación de ser un abogado que se partía el cobre por defender a los invisibles. Con una carrera brillante, en veinte años, veintinueve casos ganados de los treinta y dos que defendió, no es de extrañar que, en 1961, el por entonces presidente, John F. Kennedy, lo eligiera para integrar el Segundo Circuito, (de los trece que hay), de los Juzgados de Apelaciones de Estados Unidos. En 1965, Lyndon B. Johnson lo nombró fiscal general. Dos años más tarde, es miembro del Tribunal Supremo. 

Marshall, además de ser amigo del hombre insignificante, también defendía el derecho al aborto y se manifestaba en contra de la pena de muerte.  

sábado, 28 de agosto de 2021

Kit de inglés 257: Blue movie.

Esta semana dejamos los sabores y nos vamos con los colores. Vaya por delante que la expresión de hoy no es apta para menores, y es que una blue movie se podría traducir por película porno. Haciendo una búsqueda por internet, el Diccionario Macmillan me dice que la forma blue movie está de moda. Literalmente "película azul", parece que sale del mundo del séptimo arte.


Pronunciación de andar por casa: "blu múfi". Y la buena aquí

Según el Diccionario Morris sobre el origen de las palabras y las expresiones, cuando la bailarina de turno comenzaba a enseñar más de la cuenta, al foco revelador se le ponía un flitro, generalmente de color azul, de ahí que el azul haya teñido esta expresión.  

Otra teoría dice que esta forma salió del mundo de la prostitución en la Escocia de 1824. Por lo visto, las trabajadoras del sexo siempre iban vestidas con una bata azul. 

El pitsburgués Andy Warhol también nos dejó su famosa Película azul, según algunos, su visión sobre la Guerra de Vietnam.  

miércoles, 25 de agosto de 2021

La originalidad de la nada.

Esta tarde quería sacar a pasear a la creatividad, pero la lluvia de Pittsburgh, también los truenos, son una maravilla, con lo que me he quedado en casa, pensando en la labor creativa. El psicólogo y economista inglés, Graham Wallas, en su Arte de pensar de 1926, esboza los cuatro pilares en los que, según él, se sustenta el proceso creativo. A saber: preparación, incubación, iluminación y verificación. Trece años más tarde, en su A Technique for Producing Ideas (Técnica para producir ideas), el estadounidense James Webb Young, empresario de gran de éxito dedicado al mundo de la publicidad, atacará el proceso creativo en 5 pasos

  • Investigar y evaluar la información con la que contamos
  • Digerir el material
  • Dejarse llevar por el inconsciente, nada de forzar las cosas para
  • llegar al momento eureka y
  • poner en práctica la idea, una vez sometida al criterio de unas cuantas mentes de buen juicio.  
Cortesía USDA ARS. 

Para explicar sus teorías, Webb Young se vale de las ideas que el también economista, ingeniero, sociólogo y filósofo italiano Vilfredo Federico Pareto (1848-1923) expuso en su Tratado de Sociología General (también conocido por La mente y la sociedad). Pareto señalaba, entre otras cosas, que el comportamiento del ser humano es ilógico y que, para entenderlo, hay que ahondar en sus instintos, (para el sociólogo las supersticiones o las ideas preconcebidas son parte de esos instintos). De su combinación saldrá ese ladrillo que llamamos creatividad. En una palabra. Nada es completamente original. Ni siquiera la lluvia. 

martes, 24 de agosto de 2021

¿Qué estoy leyendo?

 ¿Qué estoy leyendo? 


Ahora mismo, A Lab of One's Own, (El laboratorio de una), los recuerdos de Rita Colwell, microbióloga y uno de los científicos estadounidenses más destacados del momento. Con su pluma y sus estudios sobre científicos y sus descubrimientos, Sharon Bertsch McGrayne, escritora de magnífica reputación, asiste la memoria de la que fuera la primera directora de la Fundación Nacional de las Ciencias. A Colwell le debemos, entre otras cosas, que ahora sepamos cómo sobrevive el cólera de una epidemia a otra, (sorpresa, el calentamiento de los océanos tiene que ver con su inactividad), o que los servicios de inteligencia estadounidenses, dígase la CIA, se tomaran en serio el terrorismo biológico. 

Colwell participó en los estudios que se hicieron de las famosas cartas de ántrax que se enviaron por correo tras los atentados del 11 de septiembre. Por cierto que Colwell nos dice que el gobierno estadounidense no andaba muy bien preparado para resistir un ataque del Bacillus anthracis, pues la preocupación nacional estaba acorazada bajo las amenazas nucleares y la radiactividad. Y una curiosidad. Si todo el país hubiera sido espolvoreado con ántrax al mismo tiempo, solo hubiera habido suficiente ciprofloxacín  (el medicamento que se usa para combatir la bacteria) para dos localidades de tamaño medio. 

 Cortesía de USDA ARS.
Para llegar arriba, Colwell tuvo que lidiar con frasecitas memorables como "no gastamos becas en mujeres" y soportar escarnios de otros colegas. Seis veces se vio obligada a cambiar de especialidad para que la dejaran trabajar. Eso sí. Colwell es justa y reconoce que también recibió mucha ayuda de los varones. Especial afecto guarda por la incondicional que le brindara su esposo, el químico Jack Colwell, y por la de su director de tesis, John Liston. 

La prosa, que no escatima las explicaciones especializadas, engancha y se sigue con gusto. Altamente recomendable para conocer un apartado de la ciencia, especialmente el que cubre las décadas 50 y 60 del siglo XX.  

viernes, 20 de agosto de 2021

Kit de inglés 256: ice cream sundae.

Marchando otra de helados. Y hoy nos vamos con otra especialidad. El ice cream sundae que, literalmente, equivale a "helado de domingo", y que podríamos traducir por copa de helado. 

Esta copa, además de las bolas de helado, suele llevar nata montada por encima regada con sirope y virutas de chocolate. De copete, una cereza confitada. 

Foto de Keith Weller. USDA ARS.

Pronunciación casera: "áis crim sándei". Y la buena aquí.  

No sabemos la fecha en la que se creó la famosa copa y hay varias ciudades que se disputan su origen. Parece ser que la más aceptada es la que da a Ithaca, en Nueva York, la invención. En mayo de 1892, el periódico local, el Ithaca Daily Journal, ya recoge un anuncio del tándem Platt & Colt, dueños de una farmacia que, con John M. Scott, ministro unitario, (se piensa que fue este el creador de la exitosa mezcla), ya nos coloca esta copa mundial. 

Decir que, en un principio, el compuesto se llamaba Cherry Sunday (Cereza de domingo) en lugar de "helado de domingo". La grafía de "Sunday" también se cambió depués.  

Frase: Stop eating the world's unhealthiest sundae. 

Deja de comer la copa de helado menos saludable del mundo. 

jueves, 19 de agosto de 2021

Frío flotante.

Con los calores del verano, una combinación muy americana. Los helados flotantes. Para proceder al experimento, uno se puede valer de cualquier refresco con burbujas, aunque me parece que los tipo "ginger ale" o los 7UP, más ácidos y con cierto toque a lima o limón, se evitan. Cuando se ha elegido el preciado líquido, se echan dentro dos bolas de helado, casi siempre de vainilla y, tachán, burbujeo asegurado. Una de las mezclas favoritas es helado de vainilla nadando en zarzaparrilla, y a la coca-cola tampoco se le hace ascos. Si se quiere añadir más calorías, se puede rociar la mezcla con sirope. El de chocolate es un clásico. 

Unas 22 libras de helado, eso es lo que consume el americano "promedio" al año, consumo que, en parte, se debe a la Decimoctava Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que, el 16 de enero de 1920, obligaba al país a reformar hábitos con su prohibición del "licor embriagador". 

Durante los trece años que la Ley estuvo en vigor, el consumo de alcohol bajó. Para mantenerse a flote, a algunas destilerías, como a la cervezera Yuengling, se les ocurrió vadear el temporal dedicándose a la producción heladera. Como el negocio heladero iba viento en popa, en esos años aparecieron también nuevas sensaciones. Como los polos, esos bloques de hielo atravesados por un palito y que hicieron su presentación en 1923. 

Cuando, en 1933 se puso fin a la Sequedad, el consumo de helado obviamente notó la llegada del alcohol, y, aunque sus devotos volvieron a los bares en su busca, nunca olvidarían al mantecoso y refrescante heladito. Para asegurarse de que esta tradición y negocio no decrecía, durante la Segunda Guerra Mundial los miembros de los cuerpos combatientes recibieron su postre helado, hábito que, seguramente, se sigue manteniendo.  

Y, por supuesto, el helado tiene sus museos. El central, en Nueva York, con sucursales en Austin, Tejas, y, un poquito más lejos, en Singapur.

lunes, 16 de agosto de 2021

Nanci Griffith, elegancia y evocación.

El cardenal Burke tiene la Covid-19. Está con respirador. Hoy pudiéramos hablar de aquellos que se niegan a creer en la efectividad de la Ciencia y a arruinar su credibilidad, y de paso, la vida de otros, apoyando en algunos medios teorías conspiratorias. La elegida del cardenal: las vacunas llevan un microchip que nos colocan bajo la piel, con el que, el Gran Estado, controla nuestros movimientos. 

Muchas veces me he preguntado cómo es posible que personas de la inteligencia del cardenal puedan creerse estas barbaridades, aunque otras veces me da por pensar que nada de creérselas, sino que lo hacen alentados por el ora et labora. Me explico. Hay que seguir agitando esa jaula repleta de serpientes para que su labor no decaiga.

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Pero no es del cardenal ni de los negacionistas de quien quiero hablar, sino de una grande de la música que, desconozco si estaría vacunada, nos dejó hace unos días. Nanci Griffith. A esta hija de Texas, tierra que ha dado grandes de la música, Phil Ochs o B.W. Stevenson entre ellos, se la reconocía por sus contribuciones en la música folk y country. Fuera de las fronteras estadounidenses, Griffith quizás fuera más conocida en Irlanda. Su voz, amplia y cristalina, y su habilidad para contar historias hacían una delicia escucharla. Aquí la dejo con Love at the Five and Dime. Mi traducción: Amor en la tienda de la esquina, sin duda, un canto a la elegancia y a la evocación. 

jueves, 12 de agosto de 2021

Kit de inglés 255: Dixie.

Hoy rescatamos a Dixon, uno de los miembros de la línea Mason-Dixon. No se sabe con seguridad el origen de la palabra Dixie, sureño, aunque algunos piensan que pudo haber salido del apellido del científico. Otra teoría defiende que el término procede de un billete de diez dólares que el Banco de los ciudadanos emitió por primera vez en 1860 en Nueva Orleans. En el reverso, aparece la palabra Dix, diez en francés. 

La pronunciación de andar por casa: diksi. Y la buena aquí. Ni más ni menos que con Little Feat, Emmylou Harris, Bonnie Raitt y Jesse Winchester.

La famosísima canción que lleva el mismo título y que tantas veces hemos oído en las películas antiguas salió en 1859 y, en poco tiempo, se convirtió en el himno confederado.  

miércoles, 11 de agosto de 2021

Teletrabajo y te lo bajo.

A algunas compañías esto de que sus trabajadores hayan decidido quedarse en casa a trabajar les ha venido muy bien. Google, sin ir más lejos, ya ha dicho que si sus empleados deciden no volver a poner los pies en la oficina, reducción salarial de un 25%. 

Desde casa, muchas veces se trabaja más. Los clientes y los jefes se piensan que, al estar en su propia salsa, el trabajador no tiene otra cosa que hacer que seguir trabajando. 


Y hablemos de los gastos: menos para la empresa. La luz. Lo que tira del aire acondicionado en verano. Y el servicio de cáterin. Las comiditas que se ahorrará Google, porque no creo que tire de DoorDash, con entregas a domicilio para contentar a sus chicos. Y no hablemos de los Ubers y Lyfts que ya no saldrán a recoger a algunos miembros de la plantilla.  

Masajistas que trabajáis en Google, andaos con ojo.   

lunes, 9 de agosto de 2021

Abolicionista o esclavista a golpe de piedra.

Hace unos días escuchaba Sailing to Philadelphia de Mark Knopfler. La pieza musical, inspirada en la monumental Mason & Dixon de Thomas Pynchon, nos cuenta las peripecias de los  topógrafos y astrónomos ingleses Jeremiah Mason y Charles Dixon en la América colonial. Mason y Dixon dieron por terminado su viaje al Nuevo Continente un 20 de octubre de 1767, después de haberse pasado cinco años delimitando las tierras que se porfiaban los Calvert de Maryland y los Penn de Pensilvania. Las dos familias llevaban ochenta años disputando las tierras, que, por supuesto, habían recibido de mano real. Unas 4000 millas cuadradas fronterizas en lid. Y los habitantes de estas zonas, sin saber a quién darle sus dineros. No era de extrañar entonces que en este limbo económico los conflictos bélicos fueran constantes. 

Library of Congress, Prints & Photographs Division. Frederick Tilberg. Mason-Dixon Line Marker, Zora, Adams County, PA. Reproduction number [HABS PA,1-ZORA.V,1--1] 

Unas 400 piedras traídas de Inglaterra con su correspondiente escudo de armas, aún es un misterio por qué se usó cantería de la metrópoli en lugar de la autóctona, ¿otra cuestión pecuniaria?, templó los nervios. El combinado inglés comenzó con un equipo de cinco y terminó con ciento quince personas, casi todas empleadas en el transporte de los instrumentos de medición. Uno de ellos, el primer telescopio cenital que se usó en América, lo fabricó John Bird en Londres. La minuta a cuenta de Thomas Penn. Este instrumento era tan frágil, que tenía que ir en colchón. Para moverse por aquella jungla, tuvieron que abrirse paso talando, a hacha, lógicamente, unos cuantos árboles. 

Parece ser que sus mediciones no fueron perfectas. El efecto de la gravedad. Las montañas, por ejemplo, engañaban la plomada, inclinándola o desviándola de la vertical correcta. Pero nadie se quejó de las demarcaciones porque venían de mano de profesionales. Tres mil quinientas dieciséis libras con 9 peniques, unas 500000 libras de nuestros días, fue lo que se les pagó. Y, aunque esta cifra pueda parecer astronómica, ninguno de los dos se hicieron ricos.  

Dixon falleció a los 45 en 1779. Ávido bebedor y de costumbres reprochables, al menos para su iglesia, se le expulsó de la comunidad cuáquera a la que pertenecía, aunque se supone que volvió a congraciarse con ella, ya que descansa en un cementerio de esta Sociedad de los Amigos. Se desconoce el lugar en el que reposa, pues era costumbre cuáquera el no identificar las tumbas. 

Mason no corrió mejor suerte. Años después de terminar la linea de demarcación volvió a Filadelfia. En el viaje se puso malo. Sabiendo que el final estaba cerca, escribió a su amigo Benjamin Franklin para que le encontrara un lugar donde enterrarlo ya que no quería "imponer los costos ni a su esposa ni a su familia". Franklin le encontró ese hueco, pero a fecha de hoy, tampoco se conoce su paradero.

Cuando ya se barruntaba la Guerra de Secesión, la línea que trazaran Mason y Dixon volvió a coger impulso con el llamado Compromiso de Misuri de 1820, un intento por mantener el equilibrio entre los estados abolicionistas y los esclavistas. Hay que tener en cuenta que Pensilvania era abolicionista y Maryland, esclavista. Con el estallido de la Guerra Civil en 1861, la demarcación de los ingleses aún se hizo más profunda, de ahí que el territorio que quedara al norte se identificara con la libertad y lo que estuviera al sur, con la esclavitud. 

Una linea invisible que cruza muchos patios, incluidos los de la actual Delaware. De hecho, aquí comenzó su trabajo, en un lugar llamado Middle Point, para el que quiera acercarse. Brown's Hill, en Virginia Occidental, la cierra. La pareja inglesa no pudo rematarla. Uno de sus guías mohicanos les dijo que era imposible continuar hacia el oeste. William Penn había firmado un tratado con la Confederación Iroquesa, las Seis Naciones, que les denegaba el paso. Faltaban 36 millas que, en 1774, puso David Rittenhouse, topógrafo de Filadelfia. Es de agradecer que Rittenhouse no quisiera hacerla suya y que conservara el nombre de estos dos científicos. 

viernes, 6 de agosto de 2021

Kit de inglés 254: Raw deal.

Y esta semana nos vamos con una expresión muy cruda. Raw deal. Literalmente "trato crudo" y que podría traducirse por nuestro trato injusto.  

Pronunciación para salir del paso: "roooo diiiil". Y la buena aquí, con Schwarzenegger en 1986. 

Cortesía USDA ARS. 
Se desconoce la fecha exacta del origen de esta expresión, aunque a principios del siglo XX ya se registra. 


Frase: They got a very raw deal. 

Se les dio un trato injusto. 



miércoles, 4 de agosto de 2021

Detallitos nada saludables.

 Al plato unos detallitos nada saludables.

Solo un 3% de las muertes causadas por arma de fuego en este país son accidentales. Los suicidios por arma de fuego superan a los homicidios. En 2017 los suicidios casi doblaron los homicidios en todo el mundo. 


    Cortesía de USDA ARS.

También a nivel global las enfermedades cardiovasculares son las que se llevan más vidas por delante. Unos dieciocho millones anuales. Para que nos hagamos una idea de su letalidad. Tendremos que combinar desastres naturales, terrrorismo, incendios, sobredosis, muertes por ahogamiento, el Parkinson, homicidios, malaria, suicidios, el SIDA, accidentes de tráfico, enfermedades del hígado, diabetes y cáncer para darles alcance.     

Y ojo con los selfies. Que causan muchos más fallecimientos que los ataques de un tiburón. Y otro datito que llama la atención en el país más rico del mundo. Ya sabemos que tener dinero puede alargar la linea de la vida, pero la brecha entre el que más tiene y el que está a verlas venir no es moco de pavo. El más adinerado puede llevarse hasta quince años más. Si se es mujer, la distancia se acorta a diez.  

Aquí, más información. 

domingo, 1 de agosto de 2021

La utilidad de Onésimo.

Biden quiere hacerle la vida imposible al que no esté vacunado y trabaje para el gobierno federal. Unos siete millones de personas son las afectadas. Los que no quieran vacunarse tendrán que atarse a la mascarilla y meterse un hisopo por las narices cada dos por tres.  

Atrás quedan los tiempos de Onésimo, el esclavo que, en 1706, desembarcara en Boston y que comprara el ministro puritano Cotton Mather, conocido, entre otras cosas, por su participación en los Juicios de Salem.  

En 1716 Onésimo le confió un secreto al esclavista: él sabía cómo combatir la viruela. Mather, a pesar de su severa religiosidad, tuvo la vista de no echar en saco roto las palabras del hombre al que llamó Onésimo (del griego útil). Que una vez le practicaron una operación, le dijo. Que le frotaron el brazo con una pequeña cantidad de la viruela y que así nunca sufrió sus terribles efectos. Y que, aquel que quisiera usarla, se libraría del contagio. Esa operación a la que se refería Onésimo consistió en frotarle una herida abierta en el brazo con el pus de una persona infectada. Mather comenzó a investigar. No tardó tiempo en descubrir que la variolización, así se denomina esta técnica, ya se usaba en Turquía y en China. Solo le quedaba propagar la buena nueva entre sus conciudadanos. 


La oportunidad no le hizo esperar mucho ya que, en 1721, la viruela irrumpió en Boston. Ni que decir tiene que la propuesta no fue bien recibida. ¡En qué cabeza cabía fiarse de las prácticas diabólicas de un esclavo! Otros, los más píos, se opusieron a su temeridad esgrimiendo que no era voluntad de Dios hacer que sus criaturas enfermaran.

Mather encontró eco en el médico Zabdiel Boylston, que, de inmediato, inoculó a su hijo y a sus esclavos. De las doscientas cuarenta y dos personas que le dieron el brazo, solo seis murieron, esto es, una de cada cuarenta. Los que prefirieron negárselo vieron como a uno de cada siete le tocó perder la vida. Ahora, en Estados Unidos ya no hay esa necesidad. Solo necedad. Por cierto que, con el tiempo, en Massachusetts la vacuna contra la viruela se hizo obligatoria.