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lunes, 30 de agosto de 2021

¿Quién fue la Primera Toga africanoamericana del Supremo?

Hoy, un nombre a conocer y es el de Thurgood Marshall que, el 30 de agosto de 1967, lo convierte en el primer juez africanoamericano del Tribunal Supremo. Y allí ejercería durante veinticuatro años. 


Por supuesto, sufrió en sus propias carnes los efectos de la segregación. En 1930 quiso matricularse en la Universidad de Derecho de Maryland, (University of Maryland School of Law), pero le denegaron la entrada, así que tuvo que estudiar en Howard University, universidad que sí admitía africanoamericanos, y de la que se graduó con honores en 1933. Años después, Marshall le sacaría los colores a la Universidad de Maryland con una demanda que ganaría el jurista. 

Marshall abrió su despacho en Maryland, estado del que era originario. Pronto se labró la reputación de ser un abogado que se partía el cobre por defender a los invisibles. Con una carrera brillante, en veinte años, veintinueve casos ganados de los treinta y dos que defendió, no es de extrañar que, en 1961, el por entonces presidente, John F. Kennedy, lo eligiera para integrar el Segundo Circuito, (de los trece que hay), de los Juzgados de Apelaciones de Estados Unidos. En 1965, Lyndon B. Johnson lo nombró fiscal general. Dos años más tarde, es miembro del Tribunal Supremo. 

Marshall, además de ser amigo del hombre insignificante, también defendía el derecho al aborto y se manifestaba en contra de la pena de muerte.  

lunes, 4 de febrero de 2019

No se quieren enterar

"Our nation will be great -- it cannot shirk its duties" -- President Roosevelt, San Antonio, Texas

Me he estado paseando por entrevistas y algún que otro video promocional para apoyar a los candidatos demócratas y me ha dado por eliminar de un plumazo a Warren y Harris. No porque sean mujeres, aunque desgraciadamente me parece que esta circunstancia no les dé puntos, sino porque se han atrevido a decir lo innombrable: la frasecita prohibida que, creo recordar, Al Gore puso de moda. Aquí va. Pelearé por ti. 

A los americanos no les gusta que peleen por ellos. Son ellos los que se sienten orgullosos de sacar adelante al país. Pensar en la idea de un gobierno, un poder, a muchos les pone los pelos de punta. Kennedy, Clinton y Obama entendieron esto como nadie. El famoso discurso inaugural de Kennedy. Ask not what your country can do for you – ask what you can do for your country. No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por él, lo dice todo. Por si las moscas, he visitado el discurso en el que Kennedy anunciaba su candidatura a la presidencia, y, efectivamente, en este tampoco suelta la frase aniquiladora. 

Cory Booker me ha convencido más. En lugar de usar la ominosa sentencia, se ha decantado por un nosotros, los americanos, tenemos un objetivo común, que me parece más efectivo, aunque a Booker, de momento, y a decir por las cámaras, parece que le faltan la seguridad y el aplomo de los tres magníficos mencionados anteriormente. 

El que más me ha gustado: Julián Castro. Prácticamente un desconocido. Tejano. En la cuarentena. Casado y con hijos. De San Antonio. Seguro de sí mismo, magnífico orador, voz redonda, envolvente, no se anda por las ramas. Y ha dicho lo que tenía que decir: it doesn't matter what their politics are. No importa a quién voten. Integrador. Sabe lo que se hace. Una especie de Kennedy latino. Ahora solo necesita dinero que lo respalde. Y mucho. ¿Algún dinosaurio demócrata forrado que lo apoye? Hillary, ¿estás ahí? 

jueves, 10 de enero de 2019

Del teatro a petrolero y acaba ...

La entrada de ayer me ha recordado que, a unas ocho millas del arroyo, hay una localidad llamada Franklin. Franklin es una ciudad bonita, sobre todo en invierno, cuando las montañas que la rodean están con el blanco subido. En la calle principal hay, o por lo menos había, un café bastante agradable y un cine de los antiguos que aún conserva, quiero pensar que todavía está, una marquesina con letras de neón.

A veces, en su afán revitalizador, estas pequeñas ciudades ponen placas en las casas donde alguna personalidad destacada naciera, viviera o muriera, pero la ciudad de Franklin se guarda muy mucho de hacer ese tipo de honores, al menos a uno de sus visitantes: John Wilkes Booth. Efectivamente, el hombre que matara al presidente Abraham Lincoln. Wilkes Booth dejó el mundo de la farándula, era actor, para fundar la Dramatic Oil Company, (La Compañía de Petróleo Dramático) en Franklin, y que lo llevaría a la ruina.

Ironías del destino. Dos meses después de que lo abatiera Thomas "Boston" Corbett, comenzaron a sacar 500 barriles de petróleo al día en el terrenito de 3. 5 acres que alquiló en Franklin para su explotación petrolífera.

Por cierto, para los que gusten de coincidencias y números redondos:

Assassination of President Lincoln, Ford's Theatre, Washington, April 14, 1865
  1. Lincoln fue elegido en el Congreso en 1846. John F. Kennedy en 1946. 
  2. Lincoln fue elegido presidente en 1860 por segunda vez. JFK en 1960.
  3. Las dos esposas de los presidentes perdieron hijos mientras vivían en la Casa Blanca.
  4. Los dos presidentes fueron disparados en la cabeza, un viernes.
  5. El secretario de Lincoln, tenía de apellido Kennedy. 
  6. La secretaria privada del presidente Kennedy era Ms. Lincoln. 
  7. Un Johnson sucedió a ambos presidentes. 
  8. Andrew Johnson nació en 1808 y Lyndon Johnson en 1908. 
  9. Tanto John Wilkes Barres como Lee Harvey Oswald fueron asesinados antes de que saliera el juicio.