Hace unas semanas hablábamos de Gore Vidal, primo lejano, por cierto, de Al Gore, y hoy traemos a otro Gore, en esta ocasión se trata del escritor y periodista inglés Gareth Gore y que hace unos meses ha sacado un libro muy bien trabajado y riguroso, cien de las casi 500 páginas del libro son notas. Atención al título. Opus: The Cult of Dark Money, Human Trafficking, and Right-Wing Conspiracy inside the Catholic Church. En español. El Opus: el culto al dinero negro, la trata de personas y la conspiración de la derecha dentro de la Iglesia católica.
martes, 3 de diciembre de 2024
¿Quiénes son los tres Gore?
jueves, 14 de noviembre de 2024
¿Se puede derrotar a la amnesia?
What was to be expected was foreshadowed by Bush Senior’s long-playing mantra. “Cut the capital-gains tax,” to which Bush Junior would introduce a breathtaking tax cut for the wealthy with the rationale that the surplus he had inherited was simply the result “of taxes that were too high ... government is charging more than it needs. The people of America have been overcharged and, on their behalf, I am asking for a refund.” Thus he made it clear that he, too, favors socialism for the rich and free enterprise for the poor.
Traducción:
Lo que ya se esperaba, lo trajo el mantra que Bush padre ya llevaba tiempo entonando: «Recortar el impuesto sobre las plusvalías». Bush hijo añadió una impresionante rebaja fiscal para los ricos con el razonamiento de que el superávit que había heredado era simplemente el resultado «de unos impuestos demasiado altos... el gobierno está cobrando más de lo que necesita. Se ha cobrado de más al pueblo de Estados Unidos y, en su nombre, pido un reembolso». Así dejó claro que él también estaba a favor del socialismo para los ricos y de la economía de mercado para los pobres.
Esta es una de las muchas joyas que podemos encontrar en Imperial America: Reflections on the United States of Amnesia (2005). América Imperial: reflexiones sobre los Estados Unidos de amnesia, un libro de ensayos de Gore Vidal.
Y saco otras dos citas del libro de Gore, una sobre el Tribunal Supremo estadounidense y otra sobre un estatuto establecido en el Código de los Estados Unidos, y que, por lo visto, nadie respeta.
Aquí va una.
It should be noted that both justices Scalia and Thomas have links with Opus Dei, a politically reactionary Catholic organization founded during Franco’s fascist regime in Spain and today politically active in many countries.
Hay que señalar que tanto los jueces Scalia como Thomas tienen vínculos con el Opus Dei, una organización católica políticamente reaccionaria fundada durante el régimen fascista de Franco en España y hoy políticamente activa en muchos países.Scalia ya no está, pero la antorcha del catolicismo opusdeísta sigue en las manos de Thomas y Alito. Vance, vicepresidente electo, también es miembro de esta organización.
Y la última:
the False Statement Statute. (No, I’d never heard of it either.) This statute (officially Title 18: Section 1001) provides a penalty of up to five years in prison, a fine, or both to:
Whoever, in any matter within the jurisdiction of any department or agency of the United States knowingly and willfully falsifies, conceals or covers up by any trick, scheme, or device a material fact, or makes any false, fictitious or fraudulent statements or representations, or makes or uses any false writing or document knowing the same to contain any false, fictitious or fraudulent statement or entry.
Traducción:
el Estatuto de Declaraciones Falsas. (Tampoco yo había oído hablar de él). Este estatuto (oficialmente Título 18: Sección 1001) establece una pena de hasta cinco años de prisión, una multa o ambas para aquel que:
en cualquier asunto bajo competencia de los departamentos o agencias de los Estados Unidos a sabiendas y deliberadamente falsifique, oculte o encubra valiéndose de cualquier artimaña, maquinación o método un hecho relevante, así como para aquel que haga declaraciones o representaciones falsas, ficticias o fraudulentas o elabore o utilice cualquier escrito o documento falso a sabiendas de que este contiene declaraciones o frases ficticias o fraudulentas.
A la pregunta de qué podemos hacer para reconquistar la memoria en Estados Unidos, la respuesta de Gore no es muy alentadora: a la gente se le olvidará derrotarla. De momento, parece que razón no le falta.
viernes, 21 de junio de 2024
ATENEO LIBERTARIO CARABANCHEL LATINA
martes, 9 de abril de 2024
El batallón de las Lincoln en la librería Amapolas en octubre. Jueves, 23 de mayo, a las 19 horas.
lunes, 15 de enero de 2024
Martin Luther King Day.
Hoy, 15 de enero, es Martin Luther King Day, Día de Martin Luther King. Al tratarse de una fiesta federal, bancos, bibliotecas, oficinas de correos y otros organismos públicos cierran sus puertas. De estar con nosotros, el Doctor hubiera cumplido los 95. Este pequeño homenaje siempre se celebra el tercer lunes de enero y, este año, ha dado en coincidir en el calendario con el aniversario de su nacimiento. Momento para recordar y celebrar su defensa de la justicia, la igualdad y la paz y sus desvelos por encaminarnos hacia un mundo mejor.
El mes que viene comenzará el Mes de la historia afroamericana, Black History Month. Aprovecho para mencionar que en mi libro, el cual también saldrá en febrero, una de las protagonistas es afroamericana y dejó su corazón en España. Más, en sucesivas entradas.
¡Permanezcan atentos!
domingo, 14 de enero de 2024
Cualquier día es bueno para resetear el amor.
Dentro de un mes, el 15 de febrero para más señas, será Love Reset Day, Día para resetear el amor. Un día para perdonar y reconciliarse con los seres queridos y con aquellos que no lo son tanto. También en febrero saldrá mi nuevo libro con la editorial Malpaso. Un libro que vuela rasante sobre el amor, la guerra o las divisiones. Ya iré dando más detalles según se acerque la fecha de publicación. Espero que sea de vuestro agrado.
Con gratitud.
martes, 14 de marzo de 2023
Un lugar en el corazón.
No creo que el profesor E. D. Hirsch haya visto La verbena de la Paloma, pero seguramente coincidiría con don Sebastián en eso de que "Hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad".
Algunos de estos adelantos hacen retemblar los pilares de la sociedad, y, a veces, su efecto es tan feroz, que resquebraja su estructura. Esos pilares pueden sobrevivir entre lo nuevo, no cabe duda, aunque, en muchas ocasiones, el tiempo se encarga de darles una manita de fosilización que los arrumba.
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En 1987 Hirsch publicó su libro Cultural Literacy: What Every American Needs to Know (Conocimientos culturales básicos: lo que todo americano necesita saber). Por aquel entonces, algunos ya expresaron que su propuesta, su lista con los imprescindibles, unos 5000 términos, algunos de ellos en latín, escondía una intención opresora, hegemónica y patriarcal, crítica que, en estos días del woke, parece haberse vuelto a reavivar. Hirsch siempre ha dejado claro que su modelo educativo solo pretende dar igualdad de condiciones al estudiante, independientemente de las condiciones de las que parta.
Puede que en el Saber y Ganar del futuro ya no se nos pregunte cuál es la capital de las Islas Marshall, y que en su lugar se nos requiera el nombre del banco californiano que quebró el 10 de marzo de 2023 (respuesta: Silicon Valley). El conocimiento universal evoluciona. A estas alturas del juego, ¿quién no sabe quién es Ronald McDonald?
domingo, 26 de junio de 2022
Educación en casa.
Ahora que la mano trumpera ha sentenciado que ya era hora de que las mujeres al delantal y la pata quebrada en casa, aprovechemos la ocasión para sacar papel y boli y apuntar gastos domésticos en el libro de contabilidad. No seguiremos el método Kakebo de la periodista japonesa Hani Motoko, de 1904, sino que utilizaremos uno anterior. El de la escritora y educadora, Catharine Beecher, recogido en A Treatise on Domestic Economy, (Tratado de economía doméstica), de 1841. Y sí, Harriet Beecher Stowe, autora de La cabaña del tío Tom, y Catharine, estaban emparentadas. Catharine era su hermana mayor.
Catharine creía fervientemente en las ideas diéteticas del ministro presbiteriano Sylvester Graham, aunque luego Beecher se relajara y aumentara las opciones gastronómicas. En la bebida, abstinencia absoluta. Y el puchero, ligero. Tan ligero, que a Graham se le tiene por el padre del vegetarianismo en Estados Unidos.
Catharine, magnífica educadora, consideraba que la asignatura de economía doméstica debía incluirse, desde la infancia, en la instrucción de la alumna. Economía familiar, productos químicos en el hogar, urbanismo y vivienda, almacenamiento en la despensa y cuidado de la ropa y el mobiliario formaban parte del currículum educativo propuesto por Beecher en sus clases avanzadas. También les enseñaba a no despilfarrar comida ni a derrochar las fuentes energéticas. Clases de fontanería iban incluidas. Como no existía libro de texto que llevarse a la boca, la profesora escribió el Tratado. Trescientas noventa y seis páginas para hacerle la vida más fácil a la mujer. Al año siguiente salió su libro de cocina, también considerado el primer libro de texto para sus clases de química alimenticia.
No sé, no sé. Tal vez a algunos el manual en cuestión les parezca demasiado avanzado. Al fin y al cabo, las lectoras acaban saliendo con una preparación, harto preocupante, aunque solo sea en un arte, el arte de la casa y sus habitaciones. Si la decisión estuviera en mis manos, lo de la fontanería, fuera. Y las clases de química con ella. Nada bueno puede salir de la fémina mano que juega a la combinatoria. Un rebozo sulfoglicérico, una sopa cáustica, un pollo en salsa cianhídrica. Sí, ya lo creo que las quitaría.
lunes, 14 de marzo de 2022
Estados Unidos, ¿anocracia?
Y mientras seguimos sintonizados al último horror que tenemos encima, del que, lógicamente, muchos ya están sacando tajada, (la gasolina una de las más jugosas, la de Pensilvania figura entre las más caras del país, ayer sábado el galón a 4,39, aunque cada dos días suele cambiar, a peor), nuestros representantes dándole a la cabeza pensando que, tal vez, podrían quitarle los impuestos al preciado líquido, aunque hay algunos que no lo ven muy claro, tal vez la densidad del petróleo y sus derivados, los petrodólares, les humedezca la vista. De alegría.
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Y en este fregado, algunas voces más sesudas como la de la doctora Barbara F. Walter de la Universidad de San Diego nos advierten que Estados Unidos corre el peligro de convertirse en una anocracia con amenaza de guerra civil pululando. La profesora Walter, autora del libro How Civil Wars Start: And How to Stop Them (Cómo comienzan las guerras civiles y cómo pararlas), alerta que el Center for Systemic Peace, Centro para la Paz Sistémica, ha hecho los cálculos y que los Estados Unidos, bajo el mandato Trump, estuvo 5 años en la tabla de las anocracias, la primera vez en más de doscientos años que le sucede al país. Solo ha sido este enero cuando la salud democrática estadounidense ha comenzado a remontar, regresando a la tabla de honor. El ejemplo que nos da Walter es bastante esclarecedor. Ahora mismo, Estados Unidos tiene la misma puntuación que la que tenía Brasil en el 2018.
No cabe duda de que hay que llevar más ojos que una cesta de peces.
Por cierto, que ya tenemos hora veraniega.
Y curiosidad histórica: tal día como hoy, un 13 de marzo de 1881, y que, por cierto, también era domingo, el zar Alejandro II fue asesinado en San Petersburgo por el grupo La voluntad del pueblo.
domingo, 6 de junio de 2021
Allan Gurganus: sudorosos y en pelotas.
Acabo de terminar las Historias no recopiladas (Uncollected stories) de Allan Gurganus y admito que no me ha defraudado ninguna.
Esta es la primera vez, apechugo con la vergüenza, que tomo un libro de este escritor sureño, (Gurganus es de Carolina del Norte), y eso que, en 1989, con su primera novela, el exitoso Oldest Living Confederate Widow Tells All, (La viuda confederada más longeva lo cuenta todo) recogió la atención de los medios y su adaptación televisiva se llevó cuatro Emmys.
Gurganus lleva el sello de presentación de uno de mis escritores favoritos, John Cheever: "Moralmente, es el que más se compromete y, en cuestión de técnica, ninguno de los de su generación lo supera". (Gurganus está a punto de cumplir los setenta y cuatro, precisamente el viernes 11 de junio es su cumpleaños). Estos relatos, casi todos transcurren en el Medio Oeste o en lugares húmedos y cálidos como son Carolina del Norte o Florida, rezuman ese ambiente sureño que destila en las obras de Faulkner.
Aunque todas las historias tratan temas distintos, es el paso del tiempo el que hace temblar con su oscura mano el entramado de cada una. Así, en la primera, The Wish for a Good Young Doctor, (El deseo de encontrar un doctor bueno), Gurganus convierte a la ingratitud y superchería, activas en medio de una epidemia de cólera, sí, una epidemia, en las protagonistas: "In La Verne, if we act too kind or smart or interested in much, they'll make us pay. And pay. And pay. "En La Verne, si nos comportamos desinteresadamente, actuamos con inteligencia o nos interesamos demasiado, nos hacen pagar, y pagar y pagar", cuenta la anciana que nos relata lo sucedido.
En la terrible y originalísima The Mortician Confesses, (El empleado de la funeraria confiesa), encontramos a un hombre que siente una abnegación extrema por algunos de sus clientes fallecidos y que, digámoslo así, trasciende los límites legales. En He's at the office, Está en la oficina, Gurganus, siempre tirando del hilo del humor y del ingenio, nos acerca a la vida de un hombre con dificultades para recordar, probablemente aquejado de Alzheimer. En Unassisted Human Flight, (Vuelo humano sin asistencia), nos encontramos de nuevo con el pasado a través de un joven periodista que va a entrevistar a un hombre de mediana edad al que, cuando tenía ocho años, un tornado levantó por los aires. El hombre, ahora ingeniero, en un principio se niega a la entrevista, ya que en ella se ve obligado a recordar que su hermano gemelo, su otro yo, no corrió su suerte y sucumbió en el mismo tornado. Para los que no dominamos inglés a la perfección, el lenguaje resulta bastante complicado, aunque los nativos a los que he preguntado, mi esposo entre ellos, me han dicho que recoge a las mil maravillas la musicalidad sureña.
Siempre hay una historia que sirve de contrapunto a tanta desolación, y la de esta colección es A Fool for Christmas, Loco por las Navidades. Sin dejar de lado la veta humorística, Gurganus nos presenta a un hombre maduro enamorado de una chica joven, prácticamente una niña, a la que han dejado embarazada. El final es caótico y elegante, y goza de esa delicadeza que solo el dolor y la honestidad pueden otorgar.
En Fetch, (Ve a cogerlo), la protagonista femenina del relato, volvemos a las andadas con la amenaza de lo inevitable, sufre una enfermedad terminal. El relato a veces puede resultar pesado, ya que el autor describe con ojo de lupa las acciones juguetonas del perro de la pareja con el que pasean por una de las playas de Maine. El animal, de venerable edad, barrunta que su ama está enferma y se ha propuesto contentarla, a pesar de su propia vejez, dando brincos y pegando pequeñas carreras para animarla. Pero su edad no perdona, y, cuando los amos le tiran un palo al agua para que vaya a recogerlo, estos se dan cuenta de que, lo que los une, está en peligro de perecer. Hay que destacar el cuidado, amor y respeto con el que Gurganus describe a los animales, en especial a los perros. El relato está narrado en tercera persona omnisciente y nunca presenta diálogo entre los protagonistas a los que solo vemos communicarse entre ellos mediante gestos.
En The Deluxe $19.95 Walking Tour of Historic Falls (NC) — Light Lunch Inclusive, Recorrido exclusivo, guiado a pie del Falls histórico, en Carolina del Norte, por $19.95. Ligero almuerzo incluido, Gurganus nos presenta a una jubilada, voluntaria en el centro de interpretación de Falls, un pueblo imaginado en Carolina del Norte, explicando a un grupo de escolares la historia de la localidad. En esta historia solo oímos a la señora du Pre Wells, así se llama la protagonista, aunque sabemos de la presencia del grupo porque la mujer repite o responde las preguntas de los niños. Sus preguntas le dan pie al autor a desvelarnos innumerables detalles de la vida de esta mujer. Sabemos, por ejemplo, que, aunque comenzó con una fuerte ideología conservadora, ahora ha dado un vuelco y ha "resucitado". Es decir, se ha vuelto más liberal. Muestra de esta liberalidad es que, a los niños, valiéndose de la figura de Jefferson, no tiene reparos en hablarlos de sexo, de homosexualidad o de la esclavitud, aunque el asco intelectual que siente por los yankees, y que Gurganus trata con gran comicidad sin caer en la burla y el cliché, no la ha abandonado.
Describir el paso del tiempo es una prioridad para Gurganus. El museo, el repaso genealógico, el tour ofrecido por la venerable voluntaria, los comentarios que la señora de Pres Wells hace a algunos de los niños para que presten atención y dejen de mandar mensajes de texto, o la constante mención a doctores, cirujanos, dolores o partes del cuerpo, nos impregnan, siempre de la mano de una inmensa compasión, de esa decadencia física inevitable que a todos nos espera.
En la última historia, My Heart Is a Snake Farm, (Mi corazón es una granja de serpientes), Gurganus regresa a las jubiladas. Esta vez nos las vemos con la que fuera bibliotecaria en un centro escolar de Toledo, Ohio. La jubilada, que ahora dirige un motel en Florida, de esos antiguos con luces de neón y que rellenan las letras "No vacancy", "No hay vacantes" o dejan el "No" opaco para indicar que hay disponibilidad, está enamorada de Buck, un bebedor en la sesentena de gran magnetismo. Tanto es así, que aún visita a tres de sus exesposas. La cuarta es la que le deshará su granja de reptiles, (treinta serpientes y cuarenta caimanes), presentándole los papeles de pensión conyugal y dejándolo prácticamente sin blanca.
Bellas historias de amor y supervivencia, pequeñas perlas de sabiduría crecidas gracias a las inclemencias del tiempo, huracanes, tornados, inundaciones que dejan a los cuerpos desnudos, siempre rebosantes de humanidad. Esto es lo que son estas historias ahora afortunadamente recopiladas. Humanidad: aunque esté sudorosa y en pelotas.
domingo, 14 de marzo de 2021
Nickel And Dimed: On (Not) Getting By In America.
Y ahora que Nomadland se ha llevado un montón de premios, que el salario mínimo interprofesional de 15 dólares la hora se ha desestimado, que Amazon, a lo mejor permite a sus empleados de Alabama que tengan su sindicato, y que estamos en el Mes de la Mujer, una autora brillante e indispensable, Barbara Ehrenreich, que, en el 2001, viera publicado su magnífico libro, Nickel And Dimed: On (Not) Getting By In America (Por cuatro duros: cómo (no) poder apañárselas), una obra que denuncia la precariedad salarial de los trabajadores en Estados Unidos, y que continúa rezumando la misma validez que alcanzó entonces. El libro no tiene desperdicio. Es ameno, engancha, y sobre todo, es real. Tanto, que se sale sudoroso de la experiencia.
En 1998, Ehrenreich, haciéndose pasar por divorciada, se echó a las carreteras estadounidenses en busca de trabajo. Casi dieciocho meses fuera de casa y empleos en distintos estados: Florida, Portland, Maine, Minnesota. Ehrenreich hizo de todo: camarera, asistenta por horas, trabajadora en una residencia de ancianos, dependienta en Wal-Mart... Todo para llegar a la misma conclusión: para poder malvivir, un adulto con dos niños necesitaba al año unos ingresos mínimos de 30000 dólares o, si se prefiere, 14 dólares a la hora. Y han pasado veinte años. Según Ehrenreich, entre 1998 y 2000, solo un 40% de los americanos ganaba este mínimo necesario, con lo que, si echamos cuentas, más de la mitad vivía por debajo de ese umbral. Ehrenreich llegó a esta conclusión con trabajos en los que no cobraba más de ocho dólares la hora. Y otro datito. Los que ganaban menos de 8,89 dólares a la hora, que se olvidaran de alquilar un estudio con una habitación. Si querían sobrevivir, les tocaba compartir piso.
Y si Ehrenreich se muestra crítica con el capitalismo, tampoco tiene reparos a la hora de sacar los colores a la masa trabajadora. Ehrenreich, por ejemplo, no entiende cómo algunos trabajadores son capaces de justificar el trato vejatorio que les dispensa el patrono. Los someten a test de drogas, los vigilan con cámaras, y no se quejan. La respuesta: si ellos fueran los dueños, tendrían comportamiento similar. El trabajador aguanta porque tiene la convicción de que, algún día, su sueño dejarará de serlo. Otra práctica que enfada a Ehrenreich es la habilidad de los empleadores para manipular a sus trabajadores y hacerlos creer que no merecen un salario mejor. La conciencia del Tanto ganas, tanto vales, marcada a hierro. Para empeorar las cosas, la ingenuidad del trabajador de por medio. Algunos incluso se vanaglorian de su exiguo salario, aduciendo que, en cuanto quieran, pueden permitirse el lujo de pedir una subida de sueldo y pasar a cobrar 7 dólares con 50 centavos, sin temor a que les rechacen la petición o los despidan.
En otras ocasiones, la periodista observó que las tácticas de la compañía era confesarse con el trabajador y apelar con su "te comprendo perfectamente, todos estamos pasando lo mismo, pero si quieres seguir con nosotros toca apretarse el cinturón", recurso especialmente esgrimido por empresas con mayores beneficios. En algunos lugares, se les acallaba el estómago con dónuts gratis y con arengas, también gratuitas, para levantarlos la moral. En fin, técnicas que no nos han abandonado. Solamente se han ido puliendo. Pero eso merece relato aparte...
lunes, 4 de mayo de 2020
Tanto para esto en Fuenlabrada
miércoles, 19 de febrero de 2020
Si soy negro, ¿dónde puedo pasar la noche?
El libro parece que surgió de una conversación con un amigo suyo que era judío. El amigo le dijo que los judíos contaban con un libro en el que se indicaban los lugares de la región de los Catskills, el Cinturón Borsch, en los que podían poner los pies y eso le encendió la bombilla a Green. Esta guía indicaba a los viajeros los lugares en los que serían bien recibidos en el territorio americano. La guía no solo daba un listado de hoteles y restaurantes, sino que también cubría otro tipo de servicios: peluquerías, gasolineras en las que repostar, librerías, bancos, farmacias... Y las ciudades que evitar cuando llegara el atardecer, ya que, en algunas, no se les permitía pernoctar.
En definitiva, el libro, que en poco simplemente pasó a llamarse el Libro Green, hacía un listado de los lugares en los que los conductores y sus familias pudieran dar esquinazo al racismo y evitarse humillaciones. Personalidades famosas como el escritor Langston Hughes, el boxeador Joe Lewis o el doctor Luther King Jr. utilizaron la guía.
Para los interesados hay bastante metraje cinematográfico sobre la guía de viajes. En el 2018 salió The Green Book, con Mahershala Ali y Viggo Mortensen, película basada en la relación de un pianista y su chófer-guardaespaldas. Si se pretende algo más elaborado The Green Book: Guide To Freedom (El Libro Green: Guía a la libertad). Disponible en el Smithsonian Channel.
Curiosidades: la guía comenzó con 10 páginas. En 1949 ya contaba con más de 80. Con más de 9500 lugares registrados, hoy solo quedan en pie un tercio.
martes, 18 de febrero de 2020
Fuera de aquí.

El asesinato de cuatro policías a manos de Robert Young, un hombre de color, fue el detonante para que el alcalde de Johnstown, Joseph Cauffiel, decidiera tomarse la justicia por su mano y obligar al éxodo a todas aquellas personas de color que llevaran menos de siete años viviendo en la ciudad. La mayoría llegó a Johnstown con la Primera Gran Migración para trabajar en las fábricas de acero.
Unas 2000 personas se vieron afectadas por esta medida. Y, ya que estaba puesto, el alcalde también decidió añadir al bote a los mejicanos que residían en la ciudad. Como era de esperar la reacción del KKK (Ku Klux Klan) fue inmediata, participando en la quema nocturna de doce cruces y garantizando así unos cuantos votos para el alcalde que estaba en época de primarias. Los que fueron obligados a abandonar su ciudad parece que se refugiaron en Pittsburgh y en las inmediaciones.
Las gentes de Pittsburgh y las ciudades colindantes, que, sin duda, sabrían por los periódicos o por el boca a boca de las técnicas aplicadas en Johnstown, decidieron no perder el tiempo y ponerlas en práctica semanas después. La oportunidad saltó cuando un hombre de color asesinó a Thomas Rowland, un hombre de setenta y tres años y dejó malherida a su nieta de once. Fue Stowe Township la ciudad que esta vez obligara a la población de color, unas doscientas cincuenta personas, a dejar la ciudad.
Para abortar las directrices del comité de vigilancia que surgió a raíz de las fechorías cometidas un 9 de octubre y evitar que la expulsión no se llevara a cabo, las fuerzas del orden, encabezadas por el detective Robert H. Braun, patrullaban la ciudad. Sin embargo no parece que consiguieran hacer un buen trabajo ya que el éxodo fue en masa. De los doscientos cincuenta habitantes de color que tenía la ciudad, solo se quedaron unos cincuenta, a los que, como era previsible, se les hizo la vida imposible.
Mientras tanto, los estados del sur de la época, un condescendiente abuelete para sus descarriados nietos, se frotaba las manos y les animaba a que volvieran a casa, a que metieran sus trastos en la maleta y dejaran atrás el desprecio norteño para encontrar el solaz que merecían entre los bucólicos algodonales que se habían quedado sin mano de obra.
Curiosidad: entre estos dos incidentes, también hubo otro éxodo en South Bend, Indiana, ciudad del excalde Buttigieg. En esta ocasión fueron unas dos mil personas las que tuvieron que dejarlo todo por una amenaza del KKK.
Y hoy, lunes, para algunos ya martes, Día del Presidente en Estados Unidos. O del No Presidente. Según quien lo mire. Y otra curiosidad. Iowa no tiene el Día del Presidente pero celebra el cumpleaños de George Washington.
Los interesados en estos episodios podrán encontrar más información en Banished from Johnstown, (Expulsado de Johnstown), un libro de Cody McDevitt. Solo en inglés.
viernes, 6 de diciembre de 2019
Tanto para esto en Todoliteratura
miércoles, 4 de diciembre de 2019
Tanto para esto en La veu de la ciutat
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Aunque lo diga internet no son nómadas
![Two families were represented here, topping beets on farm near Ft. Collins, Colo. Out of 12 workers, 7 were children, aged 7- 8- 9- 11- 12- 13- 14- years. This is an exceptional group. Although there are thousands of children under 14 yrs. in this state working beets, yet the actual percentage of the total number of beet workers is small -- many farms work no children and many have only one or two. If children under 14 yrs. were eliminated from this work during school session, their places would be filled easily by older ones, and the economic loss felt very little in most cases. See Hine Report for actual counts of adults and children in the various beet districts of Colo. Location: Ft. Collins [vicinity], Colorado](http://cdn.loc.gov/service/pnp/nclc/00300/00362r.jpg)
Los que hayan leído en Todoliteratura mi reseña del libro de Jessica Bruder Nomadland: Surviving America in the twenty-first century (Tierra de nómadas: sobreviviendo en la América del siglo veintiuno) se habrán dado cuenta de que sus protagonistas no son vanlifers, dilentantes, normalmente treinteañeros, que se echan a la carretera los fines de semana con su compañera de toma y rasga. Otras veces, es cierto que se lanzan y deciden tomar la carretera, aunque con las vicisitudes que esta proporciona, dígase pinchazos, miedo a la oscuridad, tormentas de nieve o calor insoportable se les haga más cuesta arriba que a los nómadas de Bruder, y en un pis pas abandonan el asfalto. Otros, más precavidos, no han renunciado al trabajo, y lo siguen desde la comodidad de su furgoneta. Y los hay que, con su ojo mercantil, han sacado patrocinadores de sus aventurillas, proyectos, así suelen llamarlas. No voy a negar que, entre los nómadas, alguno que otro también haya podido beneficiarse, aunque parece menos habitual. Quizás inexperiencia a la hora de saber venderse, falta de contactos y de tecnología o el deseo a que los dejen en paz, tenga que ver con ello.
La capacidad de elección en los nómadas de Bruder es mucho más estrecha. Prácticamente ahogada. Neil Peart, casi filósofo en Freewill, nos recuerda que nadie cede su capacidad de elección, porque, hasta la inacción, es una elección. A los vanlifers no se les ve por los Camperforce, frotando inodoros o recogiendo remolacha. Pero evidentemente no es lo mismo elegir entre una pechuga de pollo carbonizada a los sesenta, que te traigan el pollo jugosito a los treinta. Idéntico vamos.
miércoles, 28 de febrero de 2018
No somos unos cínicos
El que fuera profesor en Harvard y Ministro de Trabajo con la gestión Clinton, Robert Reich, viene este fin de semana a Cambridge a presentar su libro, The Common Good (El bien común).
Sorpresa. Según él, el actual presidente no tiene una pizca de moralidad ni de interés por el bien común, aunque no conseguirá quemar el optimismo americano. Un impuesto federal de igual cuantía a la exención fiscal que la que ofrecen estados y ciudades a las grandes corporaciones serviría, según Reich, para animar el optimismo del común de los mortales. Eso, y darse cuenta de una vez por todas que las Amazon no crean nuevos puestos de trabajo.
martes, 14 de noviembre de 2017
Janesville con Roger & Me
Creo que ya anuncié que la palabra americana y sus derivados, resaltados en las solapas de un libro o en cualquier otro despliegue visual, me parece que tienen más tirón que el chocolate. Supongo que el tribunal tampoco habrá podido resistirse a la llamada de lo americano, sin desmerecer, por supuesto, las virtudes de la obra de esta periodista que también cuenta con el Pulitzer. Tampoco debe perjudicar que un hijo de la villa sea Paul Ryan y que el tema tratado sean los efectos post General Motors que sufren los que viven de esta factoría. Quizás sea esta una nueva visita al Flint de Roger & Me, pero en papel.
lunes, 5 de junio de 2017
¿A Ted Cruz no le hace ninguna gracia...?
Normalmente son los demócratas, un punto más si son de origen judío, los que suelen tener mejor sentido del humor. A Al Franken, de profesión actor, escritor, humorista, (es especialmente conocido por su participación en el espacio humorístico Saturday Night Live), y político, es senador por el estado de Minesota aunque nació en Nueva York, le pasa justamente esto, y no sienta bien en las líneas republicanas. Y ha vuelto a hacer que se atraganten con una nueva publicación: su libro de memorias, Giant of the Senate, Gigante del Senado.
A los odiados de años anteriores a las elecciones presidenciales del 2016, Bush no podía faltar, podemos imaginarnos quiénes son los elegidos para la temporada. A Ted Cruz le tiene guardado un pedacito muy especial en su corazón. Tóxico o el Dwight Schrute del Senado, son algunos de sus apelativos cariñosos.
A Cruz no le ha gustado nada. Seguro que, por lo menos, se habrá leído los halagos para poder decir que el libro es obnoxious and insulting (repulsivo e insultante).
Lo dicho. Qué poco sentido del humor tienen algunos...