https://www.nosrwebs.com/codes/how-to-add-social-share-buttons-on-a-blogger-website/ American X-Ray: Un lugar en el corazón.

martes, 14 de marzo de 2023

Un lugar en el corazón.

No creo que el profesor E. D. Hirsch haya visto La verbena de la Paloma, pero seguramente coincidiría con don Sebastián en eso de que "Hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad". 

Algunos de estos adelantos hacen retemblar los pilares de la sociedad, y, a veces, su efecto es tan feroz, que resquebraja su estructura. Esos pilares pueden sobrevivir entre lo nuevo, no cabe duda, aunque, en muchas ocasiones, el tiempo se encarga de darles una manita de fosilización que los arrumba.

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Hirsch, profesor de inglés y teórico de la educación, es consciente de la obsolescencia del conocimiento: a tiempos modernos, nuevos conocimientos. Los Galileos, Newtons o Shakespeares correrán la misma fortuna que corrió el huevo de starlite. Nadie se acordará de ellos. Tan solo un puñado de nostálgicos y aquellos con afán enciclopédico les reservarán un lugar en sus corazones. El resto de los mortales se limitará a ir sacándose de la cabeza el contenido que no le sea de utilidad para ir incorporando en su repertorio nuevas tendencias culturales. Eso sí, nos comenta el profesor, para evitar que algunos partan con ventaja, el conocimiento mínimo requerido tendrá que ser impartido en las escuelas. Pongamos por caso: la sociedad decide que es de suma importancia recordar que ChatGPT salió en noviembre del 2022. Ese dato, según Hirsch, deberá impartirse en las escuelas, y al estudiante no le quedará más remedio que memorizarlo. De no impartirse este conocimiento, el alumno saldrá con desventaja, lo que lo alejará del éxito, especialmente en lo profesional. 

Este conocimiento mínimo común es, según Hirsch, instransferible, esto es, cada país cuenta con el suyo, y es el pegamento que mantiene a un país unificado. En Francia, por ejemplo, no tendría mucho sentido guardar en la memoria quién era Jefferson, a menos que quisiéramos hablar de las idas y venidas del marqués Lafayette a Monticello, como tampoco tendría sentido en España, pongamos por caso, retener quién fue Madam C. J. Walker

En 1987 Hirsch publicó su libro Cultural Literacy: What Every American Needs to Know (Conocimientos culturales básicos: lo que todo americano necesita saber). Por aquel entonces, algunos ya expresaron que su propuesta, su lista con los imprescindibles, unos 5000 términos, algunos de ellos en latín, escondía una intención opresora, hegemónica y patriarcal, crítica que, en estos días del woke, parece haberse vuelto a reavivar. Hirsch siempre ha dejado claro que su modelo educativo solo pretende dar igualdad de condiciones al estudiante, independientemente de las condiciones de las que parta.  

Puede que en el Saber y Ganar del futuro ya no se nos pregunte cuál es la capital de las Islas Marshall, y que en su lugar se nos requiera el nombre del banco californiano que quebró el 10 de marzo de 2023 (respuesta: Silicon Valley). El conocimiento universal evoluciona. A estas alturas del juego, ¿quién no sabe quién es Ronald McDonald?  

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