Esta tarde quería sacar a pasear a la creatividad, pero la lluvia de Pittsburgh, también los truenos, son una maravilla, con lo que me he quedado en casa, pensando en la labor creativa. El psicólogo y economista inglés, Graham Wallas, en su Arte de pensar de 1926, esboza los cuatro pilares en los que, según él, se sustenta el proceso creativo. A saber: preparación, incubación, iluminación y verificación. Trece años más tarde, en su A Technique for Producing Ideas (Técnica para producir ideas), el estadounidense James Webb Young, empresario de gran de éxito dedicado al mundo de la publicidad, atacará el proceso creativo en 5 pasos.
- Investigar y evaluar la información con la que contamos
- Digerir el material
- Dejarse llevar por el inconsciente, nada de forzar las cosas para
- llegar al momento eureka y
- poner en práctica la idea, una vez sometida al criterio de unas cuantas mentes de buen juicio.
Cortesía USDA ARS. |
Para explicar sus teorías, Webb Young se vale de las ideas que el también economista, ingeniero, sociólogo y filósofo italiano Vilfredo Federico Pareto (1848-1923) expuso en su Tratado de Sociología General (también conocido por La mente y la sociedad). Pareto señalaba, entre otras cosas, que el comportamiento del ser humano es ilógico y que, para entenderlo, hay que ahondar en sus instintos, (para el sociólogo las supersticiones o las ideas preconcebidas son parte de esos instintos). De su combinación saldrá ese ladrillo que llamamos creatividad. En una palabra. Nada es completamente original. Ni siquiera la lluvia.
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