lunes, 17 de junio de 2019

El Junidiecinueve de Tejas

Otro saltito en la historia. Esta vez nos vamos con el mayor general, Gordon Granger, a Galveston, Tejas. Allí por lo visto no se habían enterado de que los que habían estado esclavizados ahora eran libres gracias a la Proclamación de Emancipación que el presidente Lincoln tuvo a bien emitir y que entró en vigor un 1 de enero de 1863.

Abraham Lincoln and his Emancipation Proclamation

El mayor general entró en Galveston dos años y medio después de que se emitiera dicha proclamación. Un 19 de junio de 1865, de ahí que a la celebración se la conozca por Juneteenth, una mezcla de junio y diecinueve. Algo así como Junidiecinueve.

El porqué de esta ignorancia y tardanza en aplicar la Proclamación se desconoce, aunque se barajan distintas hipótesis. Quizás los esclavizadores se estuvieran haciendo los suecos, siempre venía bien una manita gratuita, (unos 250000 esclavos en Tejas) con la cosecha de algodón. O tal vez fuera que, las noticias, efectivamente, se movieran a paso de tortuga en Tejas. Fuera lo que fuera, el caso es que, por fin, gracias a la Orden número 3, muchas familias desmembradas lograron reagruparse. Plegarias de agradecimiento, cantos y la inevitable barbacoa no faltaban para su celebración. Con los años se han ido añadiendo otras tradiciones, como los rodeos o el béisbol.

En 1980, gracias a los esfuerzos del diputado por Houston, Al Edwards, Juneteenth alcanzó el rango de fiesta a nivel estatal en Tejas, aunque también lo es en otros 43 estados. Por el contrario, Hawái, Montana y las dos Dakotas no dan su brazo a torcer.

Ralph Waldo Ellison, el creador de la magnífica El hombre invisible, dejó su Juneteenth inacabado. Por cierto que fue en la casa de verano que tenía en Massachusetts donde perdió, según él, más de 300 páginas de la obra. Las devoró el fuego.

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