jueves, 27 de junio de 2019

Y el ganador del debate demócrata del miércoles fue...

Democratic Digest. Attorney General Tom Clark looking at Bill of Rights I
Nadie. A O’Rourke se lo comieron con patatas fritas. Le faltó nervio y se dispersó contando historietas lacrimógenas. La demócrata Klobuchar ya ha firmado su sentencia con su: "te puedo prometer que gobernaré con integridad. Gobernaré para ti". Booker y Bill de Blasio fueron las sabandijas de la cámara. Preguntarles qué harían con las grandes corporaciones les convirtió en dos perros de presa.


Warren estuvo bastante bien, pero da un tufo a establishement que no puede con él. Encima, se ha puesto de parte de Sanders en el asunto de eliminar la opción privada de la sanidad, con lo que se ha colgado la etiqueta de alerta, socialista. A Sanders le tocará esta noche explicar y hacer entender, si es que puede, su socialismo. Castro tampoco estuvo mal, pero apoya despenalizar la entrada de ilegales en el país. Jay Inslee, por su parte, metió el cuezo hasta dentro cuando dijo que era el candidato que más había hecho por los derechos de las mujeres en la cuestión del aborto. 

La redistribución de la riqueza es un concepto que el americano medio se niega a admitir. Nada es gratis. Cada uno que se saque las castañas del fuego, y, el que no pueda, que se aguante o que se conforme con subsidios irrisorios. Otro miedo que les acecha: que las grandes empresas se instalen en el extranjero porque los impuestos les abruman. Pero como sabemos con Trump y su "modelo americano" y su veintiuno por ciento esto no pasa.



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