Estos hombres, mujeres y niños solo consiguieron su libertad con la victoria de la Unión. Con el dinero que ganaron trabajando las tierras de Meaher, treinta lo emplearon para comprarle un terruño al Meaher. Estos treinta fundaron una comunidad llamada Africatown, (Ciudad de África) en Mobile. Comunidad que, con el descubrimiento, espera recobrar su entidad histórica que el huracán Katrina se encargó de borrar. Desde el 2005 el gobierno estatal no había destinado ninguna partida económica para revitalizar la zona. De los 3, 5 millones de dólares destinados a limpiar los vertidos de petróleo de la zona, el gobierno se ha comprometido a levantar un museo que albergará una réplica de la goleta, crear otro centro de interpretación y hacer un parque.
Para los descendientes de los que llegaron en la goleta estas acciones no bastan. Buscan entablar una conversación con los descendientes de Meaher, que aún mantienen su buen nombre y propiedades en la zona. Y, aunque se les ha pedido, de momento dan la callada por respuesta.
Zora Neale Hurston recreó la tristeza y el dolor de Kossola, Cudjo Lewis en América, uno de los esclavos a bordo de la Clotilda, en su obra Barracoon: The Story of Last “Black Cargo”, (Barracón: La Historia del Último Cargamento Negro), best seller el año pasado pero que tardó 90 en encontrar editorial.
Curiosidades: Redoshi, también conocida como Tía Sally Smith, falleció en 1937, y fue la última superviviente de la Clotilda. También coincide en ser la única persona esclava a la que se le ha hecho una entrevista para su publicación en un periódico. Algunos piensan que Sylvester Magee fue el esclavo más longevo. En 1971 decía tener la tierna edad de 130, pero no está probado. Además, de momento, que se sepa, nadie ha pasado la barrera de los 123. Que se lo digan a Calment.
Aquí dejo una grabación que la propia Hurston, entre otras cosas escritora, activista y antropóloga, hizo en 1928 de los esclavos de la Clotilda.
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