Resumen: Biden se lleva Carolina del Sur. Sanders es el que se llevará más delegados en la carrera a la Casa Blanca, (ganará por lo que se llama pluralidad, no por mayoría, es decir, conseguirá menos de los 1991 delegados necesarios para salir nominado). Entran los 771 superdelegados a escena, nominan a Biden, y Biden cae derrotado frente a Trump. Con la nominación de Sanders también pudiera suceder lo mismo, no cabe duda, pero, al menos, se respeta la pluralidad.
Desde 1972 los superdelegados han venido acatando la voluntad de los votantes aunque, esta vez, se les ve un poco nerviosos. Uno de ellos, William Owen, miembro del Comité Democrático Nacional que no le hace ascos entregar donaciones a la causa republicana, ya está dando coces para evitar la nominación de Sanders. Si de alguna manera Sanders lograra la nominación, Owens propone al expresidente Obama para la vicepresidencia. Si este la rechazara, el ofrecimiento iría a Michelle Obama.
Bloomberg, que tiene mucho dinero, ya se ha hecho amigo para el Supermartes (previo pago, naturalmente) de dos superdelegados. Ni más ni menos que de los vicepresidentes del partido demócrata de California y del de Tejas.
La cantinela es que, de salir Sanders, los demócratas nunca recuperarán el Senado. Pero con los otros candidatos, a excepción de Warren, la cosa cambia. Los demócratas no se dan cuenta de que, a la causa republicana, le da igual la cara del demócrata, aunque seguramente la prefieran dura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario