lunes, 4 de junio de 2018

América es un pastel

Kennedy estaba equivocado: la religión no hermana. Sino que se lo digan al matrimonio formado por dos hombres, Charlie Craig y David Mullins, cuando fueron a encargar su tarta nupcial y el pastelero, aduciendo creencias religiosas que le imposibilitaban aceptar el encargo, prefirió perder un fajo de billetes y seguro que también unos cuantos clientes, aunque con su negativa a servir a la pareja quizás le hayan venido por otro lado.


En el 2012 la pareja llevó al pastelero a los tribunales de Denver, Colorado, y estos fallaron a su favor, argumentando que las leyes de Colorado prohíben la discriminación. Hoy, el Tribunal Supremo le ha vuelto a quitar la razón a la pareja. 

Y si esto de los motivos religiosos pasa con el pastel de boda, seguro que la famosa píldora anticonceptiva pone la guinda. En el 2017 Trump dio una palmadita en la espalda a sus amigos los empresarios para que, basándose en creencias religiosas, no tuvieran que cubrir la pastillita. Y eso que está amparada por el Affordable Care Act. Ese sí que es otro pastel. 

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