miércoles, 13 de abril de 2022

¿Es que las mujeres tienen que estar en pelotas para llegar al Museo Met?

Leo que, la Galería Courtland de Londres acaba de colocar en el panel informativo de Un bar del Folies-Bergère, la última gran obra de Manet, un aviso woke. La misma notificación woke ya aparece también en Nevermore, el cuadro de Gauguin inspirado en el poema de Poe

En el panel informativo de Un bar del Folies-Bergère ya encontramos la advertencia de que "hay una alarmante presencia masculina en el cuadro", presencia que, supongo, de inmediato robará la atención de los visitantes, afanados por descifrar qué es lo que se trae entre manos el dichoso caballero, y dejando, con esta aclaración, en un segundo plano, a la protagonista de la obra. 

Recuerdo que, en los años 80, en Nueva York, un grupo anónimo de mujeres disfrazadas con careta de gorila y con nombres de guerra como Frida Kahlo, Gertrude Stein, Julia de Burgos o Zora Neale Hurston, las llamadas Chicas guerrilleras, en inglés The Guerrilla Girls, se dedicaba a combatir, a través de mensajes que escribían en pósters y anuncios que lograban colar en galerías y museos, el sexismo y el racismo en el mundo del arte. Para que las tomaran en serio, sus carteles siempre estaban en clave de humor, de ahí lo de los gorilas. Además, se valían de otra feliz coincidencia ya que, en inglés, "gorila" y "guerrilla" tienen una pronunciación parecida. 

www.loc.gov

Su póster más conocido, lo podemos admirar en el Museo Victoria y Alberto, en Londres, es su versión de 1989 de La Grande Odalisque, de Ingres, probablemente el desnudo más famoso en la cultura occidental. A la derecha de la maja con cabeza de gorila, un gran letrero en inglés: Do women have to be naked to get into the Met. Museum?, algo así como ¿Es que las mujeres tienen que estar en pelotas para llegar al Museo Met? Por aquel entonces, en las alas del Met reservadas al arte moderno, solo un 5% de las obras eran de mujeres artistas, y un 85%, desnudos femeninos.   

Pocas gorilas guerrilleras quedan en activo. El establishment no tardó en apropiarse de sus obras, y las voces de que el cuerpo directivo de las gorilas se había vuelto tiránico y desoía las procupaciones de la mujer afroamericana forzaron su desmembramiento. A pesar de la fractura, agradecerles siempre su militancia.

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