lunes, 24 de abril de 2023

Beso en la frente.

 El 25 de mayo del 2003, la escritora, filósofa y cineasta, Susan Sontag, fue la encargada de dar el discurso de graduación de la Universidad de Vassar, en Nueva York. Normalmente, en este tipo de discursos el orador se esfuerza por infundir coraje y valentía a los alumnos que salen a la calle, por primera vez, con su título bajo el brazo. La recomendación de Sontag, eternamente americana: "no dejes de creer en tus sueños", aunque el tiempo te coma con su costra. No es de extrañar que la ponencia lleve por título "Momentos decisivos". 

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Estos eran algunos de los consejos que dejaba Sontag a los recién graduados para que no perdieran de vista el barco de sus ilusiones:  

  • Leed mucho. 
  • Evitad la vaguedad y utilizad la palabra precisa. No os conforméis con una aproximación. Sobre este particular, se puede consultar la obra del escritor Josh Billings, amigo de Mark Twain, y su diferencia entre luciérnaga, lighting bug, y lighting, encendido.
  • Intentad dejar de pensar en vosotros y en los problemas que tenéis. 
  • Viajad.
  • Guardad en vuestro corazón, por pequeño que sea, un rincón que os recuerde que el dinero no lo es todo. 
  • Rechazad la violencia.
  • Intentad poneros en la piel de otros.
  • Cuestionad lo que hacen todos los gobiernos, no solo el vuestro.
  • Mantente firme, sobre todo si eres mujer.
      Y una más, de cierre, que espero sirva de inspiración.

  • Haz cosas, no pierdas la curiosidad. No te quedes esperando a que te llegue la inspiración o a que la sociedad te dé su beso en la frente. 
Nota: ver cita atribuida a Edison sobre el genio: 1% de inspiración y 99% de sudor.  

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