miércoles, 30 de agosto de 2023

La cosa está que arde.

Para celebrar que, tal día como hoy, pero de 2006, el Senado estatal californiano aprobaba la Global Warming Solutions Act, Ley de Soluciones para el Calentamiento Global, otra de calores con Burning Man, el festival que comenzó con ardores anarquistas y jipiosos y que, desde hace ya unas cuantas ediciones, destaca por abrazar las bacanales de los niños bien del Silicon Valley y de  influencers varios. A algunos de ellos les gusta descender hasta Nevada, allí es donde tiene lugar el fiestorro, en sus aviones privados.

La organización del festival, una asociación sin ánimo de lucro de San Francisco, se ha declarado fiel seguidora del capitalismo verde y está trabajando, según ella, en su compromiso con el medio ambiente. Parte de su compromiso: la instalación de paneles solares y llegar al 2030 con 0 emisiones de carbono.

La compañía verde ha demandado al gobierno de Biden, que pretende levantar una central geotérmica en la zona, cerca de  Gerlach, el pueblo-ciudad que acoge el evento, fastidiándoles así el fiestorro. Aunque la compañía verde no es la única que se opone a la construcción de la central. También está en contra la tribu de los payutes. En su caso, los payutes aducen que los animales pudieran verse afectados y que las fuentes termales existentes correrían el riesgo de secarse. 

Pues a echar cuentas, a ver quién es más verde. 

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