martes, 1 de abril de 2025

¡Oh, Aristófanes!

    Como acabamos de pasar Los Idus de Marzo y se aproxima el aniversario del nacimiento de su autor, marchando una visita a Thornton Wilder, viejo conocido de esta casa. En Los Idus de Marzo, Wilder recrea al mimógrafo Décimo Laberio, (en su novela le otorga el nombre ficticio de Pactino). El dramaturgo latino, contemporáneo de Publilio Siro, no se ganó el afecto de Julio César, ya que, con lengua afilada, criticaba su política dictatorial. Así que, a los 64, el César lo condena a subirse al escenario a que representara uno de sus propios mimos, despojándolo así de su título de caballero. Ya sabemos que, por aquel entonces, en un 46 antes de Cristo, los que tocaban las tablas eran un atajo de despendolados y no merecían dignidades algunas. 

Cortesía loc.gov

La obra, publicada en 1948, está inspirada en las cartas antimussolinianas que el poeta y también aviador romano, Lauro de Bosis, lanzaba desde su aeroplano. Su avión fue derribado mientras esparcía sus pasquines contra el Duce. A de Bosis está dedicada la obra. Por cierto que, en 1927, de Bosis escribió una tragedia clásica con un título bastante premonitorio: Ícaro.

Fue ese 46 antes de Cristo, cuando a Julio César se le ocurre ofrecer un premio al mejor autor de mimos que, obviamente, Décimo Laberio no ganó, al pronunciar un discurso con tintes criticones contra el emperador. Wilder sitúa esta convocatoria un año después, en el 45 a. C. El César de Wilder deja escrito en su diario que se ha visto forzado a suspender la representación porque esta carecía de mérito literario y que la cancelación no la hizo de buen grado, sino que la decisión lo mortificó. 

    Me molestó cerrar el teatro. La obra no tiene mucho mérito literario, pero hasta ahora nunca he coartado la libertad de expresión de los ciudadanos ni castigado ninguna opinión, por agresiva que haya sido. Además, me irrita pensar que muchos supondrán que he suprimido la obra porque muchos de sus dardos iban dirigidos contra mí. 

    Y termina con una añoranza helena. 

     ¡Oh, si entre nosotros hubiera un Aristófanes! Podría poner en la picota a Clodia y a César, y luego hacer reír al público de su propia risa. ¡Oh, Aristófanes! 

    Mussolini, qué preferiría. ¿Las obras griegas o las latinas?

miércoles, 19 de marzo de 2025

¿Quién dijo Eso no puede pasar aquí?

En lo que a lo literario se refiere, Sinclair Lewis fue un hombre con suerte. Extremadamente prolífico, (entre octubre de 1915 y mayo de 1921 se marcó más de sesenta relatos, por cierto, muy bien pagados), consiguió abrir una brecha en la literatura estadounidense explorando una temática a la que pocos autores se habían acercado: el hombre de negocios de poca monta, en  especial un substrato económico algo menos elevado: la figura del viajante y que luego recuperará tan maravillosamente Arthur Miller en Muerte de un viajante. Entre sus favoritos, los vendedores de zapatos o los agentes inmobiliarios. 

Es en la primera década del siglo XX cuando el avispado y creativo Lewis comienza su andadura literaria. George Horace Lorimer, el editor del Saturday Evening Post, enseguida se dio cuenta de la gran demanda de dicha especialidad y Lewis, de envidiable agilidad mental y afilada lengua, le sirvió, en bandeja de plata, una mina de oro con sus sátiras. 

Lewis, que, antes de alcanzar fama como escritor se dedicaba al oficio de la publicidad, conocía al dedillo el arte de manipular el corazón y el ojo humano. De vivir hoy, sin duda se hubiera quedado pasmado con los nuevos ingenios que invitan y seducen al americano a que no se quede atrás en la carrera consumista. Sin embargo, y, dado que hasta el último día de su vida el escritor renegó de la expansión de la economía capitalista y que siempre cargó un sentimiento de culpa por haber participado en una labor que él consideraba degradante y que lo vaciaba de cualidades humanas, me atrevo a pensar que, con su pluma, hubiera seguido criticando nuestro materialismo. Pero ojo. Lewis no era hipócrita y admitía que provenía de un sistema que él mismo había contribuido a sustentar. Fue a raíz de la Primera Guerra Mundial, con el hambre mercantil de grandes compañías desatado, como el de la Standard Oil, cuando ese rechazo se le asienta en el corazón. 

No es que las obras de Lewis puedan catalogarse de profundas, pero, socialmente, sin duda fue un visionario que supo poner el dedo en la llaga anticipándonos temas de dolorosa actualidad. Algunas de sus obras se han llevado al cine. Nos acordaremos de la sátira El fuego y la palabra, con Burt Lancaster haciendo de predicador y de Jean Simmons en el papel de hermana. O de Arrowsmith, a la que se ha calificado de primera novela científica y en la que, entre otras cosas, se tratan temas como la ignorancia y la corrupción. Hace unos años, allá por el 2016, una novela de Lewis fue número uno en ventas en Amazon: It Can't Happen Here, Eso no puede pasar aquí. Esto es lo que dice la entrada de Wiki: 

 
    Sátira política distópica del autor Sinclair Lewis de 1935, cuya trama es la llegada al poder de un nuevo presidente que va a crear un estado fascista en los Estados Unidos en crisis tras el crac del 29. […] La novela describe el ascenso de Berzelius "Buzz" Windrip, un demagogo que es elegido presidente de los Estados Unidos, luego de fomentar el miedo y prometer drásticas reformas económicas y sociales al tiempo que promueve un retorno al patriotismo y los valores "tradicionales". Después de su elección, Windrip toma el control total del gobierno e impone un gobierno totalitario con la ayuda de una fuerza paramilitar despiadada, al estilo de fascistas europeos como Adolf Hitler y Benito Mussolini. La trama de la novela se centra en la oposición del periodista Doremus Jessup al nuevo régimen y su posterior lucha contra él como parte de una rebelión liberal. 

lunes, 17 de marzo de 2025

San Patricio, ¿santo patrón del inmigrante?


Como todos sabemos, hoy es Día de San Patricio. Para comer, ver y beber, preferiblemente en verde. Más de trece millones de pintas de la Guiness caerán por todo el mundo. 

A tener en cuenta que, en Irlanda, esta festividad no se contempló en el calendario oficial hasta 1903.  ¿Y qué celebran los irlandeses? Resistencia. Una manera de combatir la discriminación protestante en su nuevo mundo.

 El desfile en Nueva York; a punto de comenzar

¿Qué dos estados no cambian el horario ni en invierno ni en verano?

Aviso a navegantes. Desde el 9 de marzo andamos con el horario de verano. Sin embargo, hay dos  estados que no mueven las manecillas: Arizona (aunque la Nación Navajo lo sigue) y Hawái. 

Ya el avispado de Benjamín Franklin, en comisión de servicios en Francia, anotó que la luz que atravesaba el ventanal de su dormitorio a eso de las 6 de la mañana se le desparramaba encima. Con su reconocido espíritu ahorrador, enseguida pensó en la cantidad de aceite que podría ahorrarse con que se corriera la aguja una horita.

Las ideas de Franklin y las de otros pensadores que vinieron después, como los británicos George Vernon Hudson o William Willettno se pusieron en marcha hasta que otro país, Alemania, también conocido por su espíritu práctico y ahorrador, aprobara el cambio. La Primera Guerra Mundial fue la gran pantalla sobre la que se imprimiera. Poco a poco, país por país, fuimos sincronizándonos con las primigenias necesidades alemanas de ahorrarse carbón en las casas para poder emplearlo en la Guerra al tiempo que se permitía a los trabajadores rendir más. A Alemania le siguió Estados Unidos en 1918. Con la crisis del petróleo en 1974 España se aunó al cambio.

El supuesto ahorro no es concluyente en Estados Unidos, debido a la gran variación térmica con la que cuenta el país. De momento, nos quedamos como estamos. 

jueves, 13 de marzo de 2025

Kit de inglés 413: toe the mark

Y después de este inciso, abrimos la semana con una expresión deportiva, algunos dicen que sale del boxeo: toe the mark. Literalmente "tocar con la punta del pie la raya", y que podríamos traducir por obedecer las reglas. Esta forma podría haber salido de la expresión deportiva a sus puestos, on your mark, donde se pide a los participantes que se coloquen detrás de la línea de salida, ya que, de no hacerlo, serán descalificados.   

Pronunciación nudosa: "tóu de mark". Y la buena aquí, con el extraordinario Waylon Jennings.  

Parece ser que fue un viejo conocido de esta casa, James Kirke Paulding, el que nos trajo la forma en su sátira The Diverting History of John Bull and Brother Jonathan, La entretenida historia de John Bull y Hermano Jonathan, de 1812. Y esta era la frase.

He began to think it was high time to toe the mark.

Comenzó a pensar que ya era hora de cumplir las reglas. 

sábado, 15 de febrero de 2025

Kit de inglés 412: hammer home

Y esta semana una de martillo machacón con hammer home, literalmente "martillo casa", y que podríamos traducir por repetir machaconamenterecalcar, hacer que a alguien le entre algo en la cabeza.

Pronunciación de martillo: "jámer hóum". Y la buena aquí, con el profe Shane.

Esta expresión es de origen desconocido, aunque es probable que saliera del gremio de la carpintería. Según Ngram, en 1829 ya se registra su uso en Estados Unidos. 

Frase: The candidates hammered home their promises to create more jobs.

Los candidatos repitieron una y otra vez sus promesas de crear más puestos de trabajo.  

jueves, 6 de febrero de 2025

Loterías americanas

Dos loterías americanas a recomendar esta semana. La primera nos viene de la mano de Borges. Se trata de La lotería de Babilonia, relato publicado en 1941, en plena Segunda Guerra Mundial. La otra lleva simplemente el título de La lotería y es de la extraordinaria Shirley Jackson. Este relato, probablemente uno de los más conocidos en Estados Unidos, ha aparecido en infinidad de colecciones, fue publicado en 1948, tres años después de que terminara el conflicto bélico.