lunes, 31 de diciembre de 2018

Condiciones leoninas

Prudential, la compañía de seguros, no lo admite, pero tiene miedo. Hace unos días que en Nueva Jersey se anuncia lo siguiente: Dicen que los de la generación del milenio son perezosos. Jubílate y dales la razón. Supongo que, cuando han colgado estas pancartas mastodonte a pie de autovía, será porque ven peligrar sus anualidades, sus planes de pensión con condiciones leoninas.

Corrección tardía: el anuncio anima a los muchachos del milenio a jubilarse para que abran sus planes de pensión con Prudential.

Dawn on the Matoppos

viernes, 28 de diciembre de 2018

Kit de inglés 126: A good man is hard to find

Hoy, A good man is hard to find. Es difícil encontrar un hombre bueno. Pronunciación casera. A gud man is jard tu fáind. Y la buena en voz del Chairman of the Board. (Segundos 57 y siguientes).

[Woman at piano with music "I didn't raise my boy to be a slacker"]

Al actor, director y compositor afroamericano Eddie Green se le debe el origen de esta expresión. Se trata de una canción. Data de 1918. Apareció por primera vez en la revista Fort Wayne Journal Gazette, donde salía a la venta en forma de rollo para pianola, de esos antiguos que están perforados y que se leen por métodos mecánicos. La canción se lanzó el 12 de diciembre de ese mismo año, lista para las Navidades. El precio: 90 centavos.

A good man is hard to find
You always get the other kind
Just when you think that he is your pal
You look for him and find him fooling 
'round some other gal

Un buen hombre es difícil de encontrar
Siempre das con el que no lo es
Justo cuando crees que es tu amigo
Lo buscas y está liado con una chica

Parece que en la Biblia, en la versión del rey Jacobo, (King James), aparece un pensamiento similar en Miqueas 7:2. Ha desaparecido el bondadoso de la tierra y no hay ninguno recto entre los hombres. 

Esperemos que Eddie Green se equivoque este año y los que nos siguen.

martes, 25 de diciembre de 2018

Me lo llevo todo si soy..

Free groceries for poor Jews, N.Y. City
Hoy, uno breve. Otro estudio de la Universidad de Boston nos dice que las personas religiosas y las que están expuestas a creencias religiosas gastan menos en la cesta de la compra que las que no profesan religión alguna o la respiran. Los descreídos que se anden con cuidado si no quieren acabar en números rojos.

lunes, 24 de diciembre de 2018

Semillas filantrópicas

Menudo sorpresón. Algunas corporaciones se están valiendo de fundaciones caritativas para ejercer presión política del sesgo que se apoye. El profesor de Economía de la Universidad de Boston, Raymond Fisman, así lo confirma en su estudio Tax-Exempt Lobbying: Corporate Philanthropy as a Tool for Political Influence (Presión política exenta de impuestos: la filantropía como herramienta para ejercer influencia política). Y uno de los ejemplitos que nos ofrece procede del santo Monsanto, la multinacional amiga de la tierra.

[Men with bags: American Tree Seed, Douglas Fir [...] presented to Great Britain by Charles Lathrop Pack, President, American Tree Association, Washington, D.C.]

Eso si qué no me lo esperaba, la verdad. Aunque lo que desde luego me ha pillado con la guardia por los suelos es el fastuoso donativo que Monsanto entrega a las buenas causas. Nada más ni nada menos que la incomparable suma de 1350 dólares del ala que se ha llevado una organización sin ánimo de lucro de la Universidad de Iowa del Norte para que disfruten de ese dineral. 

El senador republicano Charles Grassley, resulta que es uno de los fiduciarios de dicha organización sin ánimo de lucro. Francamente, si yo fuera Grassley me hubiera enfadado muchísimo. Los 1350 dólares se agradecen, pero las semillas dan para mucho y seguro que, escarbando un poquito en el bolsillo, algo más que patentes y polvillo de semillita hubieran salido. Monsanto habrá pensado que, como la organización se ahorra el pago de los impuestos que, lógicamente, pagamos el resto, le basta y sobra. Además, desde el puesto, también se le ha brindado la ocasión de hacer de vocero de las bondades del semillero republicano. ¡Qué más se puede pedir! Si acaso unas semillitas para el jardín.

domingo, 23 de diciembre de 2018

¿Quién trajo el pavo?

Y ya que se respira el ambiente navideño, una de celebraciones. La América de mediados del siglo diecinueve, cuando en las mesas de la clase media no podía faltar el pavo bañado en una salsa marrón hecha con la sustancia del animal. Tampoco se echaba en falta el famoso relleno, básicamente unas migas de pan con especias, patatas, y un pudding de ciruela. Pero la presencia del pavo y demás guarniciones no las puso en la mesa ningún americano, sino que fuera Charles Dickens el que, con su Cuento de Navidad, allá por 1843, los impusiera. Un pavo y no un ganso era el pájaro a desplumar. Fue en Nueva Inglaterra donde la historia de Ebenezer Scrooge y la familia Cratchit debió calar más hondo, quizás por la presencia de Dickens en esta zona el año anterior.

A Christmas joke with a point to it

Tras la Guerra de Secesión, el pobre pavo comenzó a usarse como aglutinante para reconstruir la maltrecha sociedad estadounidense. Había que encontrar una zona neutral en cada casa. Qué mejor que una tradición inglesa que llevarse a la boca. El pavo también prestó servicios con la llegada de inmigrantes, recordándoles que la americanidad estaba en sus adentros. 

Hoy por hoy, muchos no saben que hacer con el pavo, y las mesas, sobre todo las más acomodadas, lo han embuchado en la festividad de Acción de Gracias, tratando de diferenciarse de las mesas con menor despliegue culinario con presupuesto más ajustado. Pero para el tradicional, el pavo y el pastel de ciruela, de rigor.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Kit de inglés 125: to go Dutch

Con las fiestas encima, a compartir. To go Dutch. Literalmente ir de holandés.  Expresión que podríamos traducir por nuestro pagar a escote, sistema por el cual cada uno paga lo que ha consumido. La pronunciación sería algo parecido a esto. Tu gou dach. Y la buena en partes.

Esta forma apareció por primera vez en el periódico Baltimore American en 1873. La frase, por lo visto, surge del orgullo de los inmigrantes alemanes, que no pedían cerveza que no podían pagar.

Frase: We went Dutch on a meal. Pagamos la comida a escote.

[Group at dinner; includes John W. Weeks, near left, and Henry Cabot Lodge, Sr., center right]

jueves, 20 de diciembre de 2018

Amazon en casa


Packages for prisoners of war and internees. A Red Cross Canteen worker, Miss Mary Dougherty, inspects a Red Cross food package going to an American prisoner of war. Packages like this are sent regularly from International Red Cross headquarters in Geneva to American prisoners of war and interned civilians held by Germany and Italy. One a week goes to each American prisoner of war whose capture and location have been reported and one every two weeks to each interned civilian. Twenty thousand such packages were sent to the Far East on the neutral diplomatic exchange ship Gripsholm last June, together with one million cigarettes and other supplies for American prisoners and internees in Japan, occupied China and the Philippines. Much larger quantities are now on the Gripsholm pending final clearance with the Japanese for her sailing on a second trip
Y como estamos con las fiestas encima, una de consumismo. Según datos del 2015, veintitrés millones y medio de personas han sido víctimas de un saqueador de porches. En el 2017, casi veintiséis. Parece que la cifra va en alza y los chorizos de porche se dedican a robar lo que los servicios postales y, especialmente Amazon, dejan en casa de los clientes.

Algunos hogares cuentan con cámaras y pillan al ladrón en el ajo, pero la policía no puede hacer nada. Algunos servicios ya ofrecen una especie de jaula con un código que solo el repartidor del furgón es capaz de abrir.

Amazon, por su parte, también ofrece el suyo. Dejar el paquete dentro de la casa. La broma sale o salía por unos 250 dólares. El repartidor escanea un código de barras que Amazon reconoce y que es capaz de desbloquear la puerta. El repartidor solo tiene que dejar el paquete en casa. Dentro de la casa. Un video haciendo la entrega asegurará que el envío ha salido a la perfección. De momento, la gente no quiere dejar entrar a un extraño en casa, pero con Amazon, todo se andará.