Hace unas semanas hablábamos de la labor de la fotógrafa Dorothea Lange en Manzanar. Pero Lange, y después Adams, no fueron los únicos fotógrafos que pusieron los pies en aquel campo de concentración. Otro fotógrafo llegó mucho antes que ellos. Y es que, Toyo Miyatake, conocido fotógrafo retratista de Los Ángeles, ya estaba dentro. No en calidad de reportero invitado con una comisión especial, no, sino en calidad de prisionero. Allí estuvo, con su esposa y sus cuatro hijos, y los vecinos de barrio, al principio tomando fotos a escondidas con una lente que consiguió colar. En el campo de internamiento se las arregló para que le dieran el trabajo de carpintero, con lo que creó la caja o cámara. El material de impresión se lo llevaba un antiguo cliente cuando iba a visitarlo. Con el tiempo le preguntó al que fuera el segundo alcaide, Ralph Merritt, si podía abrir un estudio en el campo, y este le dio el visto bueno, (siempre y cuando la cámara la disparara un ayudante caucásico).
Antes del ataque a Pearl Harbor, Miyatake vivía y trabajaba en "Little Tokyo", "Pequeño Tokio", una modesta comunidad japonesa-americana. Miyatake nació en Takashinomura, en Japón, en 1895. En 1909 el padre se vino con la familia a América en busca de trabajo. En 1923, Miyatake abrió en "Pequeño Tokio" su estudio de fotografía. Miyatake pertenecía al grupo Shaku-Do-Sha, un club devoto del modernismo, y practicaba el pictorialismo, estilo caracterizado por el efecto borroso o desenfocado que se practicaba sobre las fotografías.
Miyatake documentó los horrores que unas 10000 personas padecieron en Manzanar. "Para que esto no vuelva a suceder" le dijo a su hijo. Aquí (en inglés) el hijo de Miyatake narrando esta confesión.
Miyatake tiene calle y estatua de bronce en Los Ángeles. Para los que quieran saber más sobre su vida, dos documentales: Infinite Shades of Gray (Infinitos tonos grises) de 2001 y Toyo's Camera, (La cámara de Toyo) de 2008.
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