lunes, 5 de agosto de 2019

Las carreteras de Pittsburgh están llenas de

Putting a kick in the staid old Schuylkill here go a few barrels of beer -- not 1/2 of 1 percent -- into the Schuylkill River.
Muy lentamente una se va haciendo con el terreno pitsburgués: en busca del tofu asequible, el fin de semana pasado incursionamos en el barrio conocido como Strip District. Encontrar aparcamiento no fue muy difícil porque llegamos antes de las 7 de la tarde, cuando los parroquianos (es zona de restaurantes y bares) todavía no han anclado.

Acabábamos de poner el pie en el asfalto cuando una especie de barril gigante abierto en los costados nos pasó de largo. Tres pasajeros (hombres) sentados en una especie de bicicleta a un lado y tres mujeres en el otro en bicicletas similares. En la parte más redonda, supongo que la popa si se tratara de un barco, iban dos más, creo que hombres. Su pedaleo, activado con un altavoz a todo trapo que descolgaba la canción Macho Man movía el tonel hacia delante. Para hacer el camino más tolerable los pedaleantes iban dando sorbos a una cerveza en jarra. El resultado se puede ver aquí.

Darse el gustazo de pedalear y conocer la ciudad a ritmo de Macho Man o de lo que se quiera, se puede elegir el hilo musical, sale a 35 dólares por dos horas, con parada de veinte minutos recomendada. No sé si para tomar el resuello o para llenar las jarras.

Y para los amigos del tofu. Lo encontramos en Lotus, una tienda de comestibles dedicada a los productos chinos. Cuentan con tofu casero. Pero tiene los mismos precios que en Quincy, con lo que la compra vegana va a resultar más cara en Pittsburgh, ya que los sueldos de la zona de Boston, en general, son más elevados.

Siempre queda la opción de elaborarlo en casa.

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