domingo, 31 de marzo de 2019

Se les va la mano con la...

[Bird's-eye view of hills and body of water, possibly the Dead Sea]

Abrimos la semana con sal. La voz de la industria salerosa, el Salt Institute, (el Instituto de la sal), ha cerrado sus puertas. El Center for Science in the Public Interest, (el Centro para el estudio de las ciencias en beneficio público), opina que a esta institución fundada en 1914 se le daba muy bien maquillar datos. Según el Centro, al Instituto se le iba la mano con la sal, ya que afirmaba que la cantidad consumida por los estadounidenses no es abusiva. 

En cambio, el Centro y the National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine, (las Academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina) son de otro parecer. En marzo las Academias sacaron un estudio en el que afirmaban que los adultos no debían consumir más de 2300 miligramos de sodio al día. Y los americanos, entre el pan de molde, y los alimentos preparados de calentura en el microondas, se están dando un atracón a todas luces insalubre. Entre los 2400 y los 5500 miligramos diarios. 

Los hippies, en 1969, ya le pedían al gobierno que metiera cartas en el asunto y que regulara la ingesta de sodio. Por cierto que, a la administración Trump, también le van mucho las sales. Sobre todo en los colegios, donde niños y adolescentes se darán un baño de sales con la absorción de comidas embadurnadas en esos preciosos cristales. 

jueves, 28 de marzo de 2019

Kit de inglés 139: logrolling


[Woman carrying jars of canned food outside log cabin]
Esta semana, marchando una de política que se atribuye al diputado Davy Crockett, el del famoso gorrito. Logrolling. La pronunciación chapucera no es difícil: lógrolin. Y la buena aquí.

Parece que ya se usaba hacia 1790 y se utilizaba para describir un trabajo conjunto. Y es que en tiempos de los pioneros, los vecinos se ayudaban unos a otros, en especial en la tala de árboles y el corte de troncos con los que levantar la casa. De ahí que la forma que propusiera Crockett en la arena política, que, en un principio solo tenía el valor de hacer de buen vecino, literalmente se podría traducir por rodar un tronco, pasara a ser sinónimo de hacer un intercambio de favores. Una especie de yo te doy votos para que se apruebe el proyecto con la condición de que luego me devuelvas el favor. 

Frase: McConnell logrolling with Trump.
McConnell intercambiando favores con Trump.

miércoles, 27 de marzo de 2019

¿Qué hay por dentro y por fuera de las barbas?

[Unidentified soldier with full beard in Union uniform with brass epaulettes]

Parece que las barbas a lo ZZ Top están pegando fuerte. Sobre todo entre los millennials y la Generación Z. Barbas espesas y, como mínimo, que cubran la mitad del pecho. La barba, a veces va acompañada de pelo engominado con pequeña onda ajustada milimétricamente en el arranque del cráneo. Este gusto por la barba, que no por la gomina, salió de la Guerra de Secesión, en concreto por la gracia de Grace Bedell, que en 1860, con once años, decidió meterse a estilista enviando al que todavía no fuera presidente una carta sugiriéndole que se dejara barba. La moda se apagaría con William Howard Taft, aunque hubo dos presidentes de por medio que no tuvieron tiempo a dejársela. Andrew Johnson porque fue impichado y William McKinley, asesinado. El señor Gillete, el de las maquinillas de afeitar, en 1895 cambia el gusto con otra voltereta, inventando las cuchillas desechables. Y me da que él no se la pasaba mucho por el filtrum, a juzgar por las fotografías que he visto de su persona.

Además de la mano de Grace, imagino que otros factores intervendrían para convencer al cuerpo militar de su idoneidad. El tiempo para estar rasurándose, supongo que sería uno. Otro importante tal vez fuera el deseo de tapar alguna herida. Fuese lo que fuese, el caso es que pronto ambos bandos creyeron que el pelo en la cara les realzaba el porte, les hacía parecer más poderosos y valientes, y les daba una sombra de seriedad y sobre todo, de dignidad, a la que apenas podían resistirse.

No sé si por fuera nuestros jóvenes buscarán imitar ese aplomo bélico o si pretenden emular la maravillosa creatividad de los tejanos. Por dentro, nuestros jóvenes millennials y chicos Z no llevan barba, aunque sí tatuajes, y algunos los ocultan. Están en forma. Los que tienen niño, salen a correr empujando el carrito, mientras que la compi se lo pasa en yoga. Se gastan un dineral en comer bien, sobre todo si es comida de autor. Artesano, lo llaman por aquí. Los ritmos  de Animal Collective los conmueve. Compran el New York Times pero pasan de leer las noticias y se buscan la vidilla en Instagram. He aquí unos cuantos rasgos por dentro y por fuera de las barbas de los millennials y sus sucesores.

martes, 26 de marzo de 2019

Las pastillitas de los Sacklers

El opioide OxyContin, de Purdue Pharma, parece que está en peligro. Más de 1600 demandas le han sacado a la farmaucética 270 millones de dólares de los millones de millones que sacó con la venta de este y de otros productos. Por lo visto Purdue Pharma sabía que este opioide causaba adicción pero se libró muy mucho de anunciarlo. 

El dinero se empleará para costear un fondo dedicado a investigar las adicciones, pagar las medicinas de las personas afectadas y abonar los costos legales. La familia Sacklers, que se llevó más de 4 millones de millones de dólares entre 2008 y 2016 recetando estas pastillitas, ha dicho que lo siente mucho, pero que se le ha acabado el espíritu filantrópico y que dejará de apoyar las artes en Inglaterra y en Estados Unidos. Supongo que las instituciones agraciadas con su aportación, en nombre de la dignidad, han emitido sus comunicados respectivos con tal de no verse arrastradas por las desgracias de dicha familia y sus mejunjes.  

lunes, 25 de marzo de 2019

Antes que IKEA estuvo ella

[Home interior, china cabinet and chairs]
Y como aún no nos hemos salido del Mes de la Mujer, hoy, un recordatorio para Florence Knoll, probablemente una de las mejores embajadoras que haya tenido este país. Y no es que ocupara ningún cargo político, pero sus exposiciones en el extranjero, particularmente en Alemania, le hicieron ser la portavoz de la buena voluntad estadounidense, exportando el diseño americano durante la posguerra de la Segunda Guerra Mundial.

Y a eso precisamente se dedicaba nuestra retratada. A diseñar mobiliario. Esta minesotana que también estudió arquitectura con Mies van der Rohe, el creador de la famosa silla Barcelona, aprendió de varios maestros, pero lo esencial lo tomó de este. La funcionalidad del diseño.

Knoll introdujo nuevos aires en las oficinas de las empresas americanas eliminando el mobiliario armatoste y reemplazándolo con otro menos bloque, más simple y moderno. Los espacios también los desatrancó, abriéndolos con sus diseños textiles, ya fuera cubriendo suelos, ventanas o tapizando el mobiliario. Con el conflicto bélico, la escasez de materiales se hizo notar, y la necesidad de reinventarse le impulsó a alcanzar nuevas cotas en su creatividad. En 1943, ya había dado con un sistema por el que no se necesitaban herrajes para armar su mobiliario prefabricado. Una especie de precursora del IKEA fue Knoll. “Flexibilidad, economía y confort”. Con este eslogan consiguió Knoll que sus enseres se vendieran como rosquillas.

domingo, 24 de marzo de 2019

La señora Goldberg

Jewish colonies and settlements. Commencing a Jewish settlement; a camp. Jewish settlers arriving
Y aunque el mes de marzo, Mes de la Mujer, ya casi está tocando a su fin, aún me quedan unos días para rescatar unas pocas. Hoy traigo a Gertrude Berg. Una mujer todoterreno. Escritora, productora, directora, mujer de negocios, actriz y letrista. Para Patsy Cline, una de las grandes de la música country, escribió en 1957 That Wonderful Someone, Ese alguien especial. Pero a Berg no se la reconoce por este talento, sino por The Goldbergs, una serie radiada que Berg escribía, capítulo tras capítulo, a mano, y que estuvo en las ondas desde 1929 hasta 1954, con una interrupción de un año producida por el infame de McCarthy y sus secuaces, que acusaron al que hacía de esposo de Berg, el actor principal, Philip Loeb, de comunismo. El desventurado Loeb se retiró de las ondas para no perjudicar a sus compañeros de reparto, la serie por aquel entonces ya se emitía por televisión. Sumido en una profunda depresión, Loeb se quitó la vida en 1955.

A través de la señora Goldberg, Molly era su nombre, nos adentrábamos en la vida de una familia judía al tiempo que también se nos permitía observar lo que suponía ser un inmigrante judío en América. Anna Maria Louisa Italiano, una jovencita que luego se cambió el nombre a Ann Bancroft, hizo una visita a los Goldbergs en 1952.

Por si alguien está interesado, el documental Yoo-hoo, Mrs. Goldberg nos desvela, un poco, la magia de la que, algunos dicen, fuera inventora de la comedia de situaciones.

jueves, 21 de marzo de 2019

Kit de inglés 138: it gets my danders up

Hoy, It gets my danders up. Un equivalente a nuestro me pone de los nervios, me pone enfermo o me saca de mis casillas. Literalmente esta forma la podríamos traducir por me pone de punta la caspa del pelo animal.

La pronunciación casera: It guets mái dánders ap. Y la buena aquí (segundos 7-10) en voz británica.

El origen de esta expresión es incierto. Algunos piensan que procede del holandés op donderen y que significa encolerizarse. Otros la consideran una forma cómica derivada de otra expresión similar, mientras que otros contemplan la posibilidad de que el origen no esté en la caspa animal sino en la espuma que resulta al fermentar la levadura.

La primera vez que aparece la expresión completa se recoge en marzo de 1834 en el periódico The Republican Banner con esta frase: 

“there must be a change, Gineral”… but that didn’t go good, and that got the Gineral’s dander up.”

Algo tiene que cambiar, General. Pero no le sentó bien y se encolerizó.