domingo, 22 de diciembre de 2019

Del perro nada. La pastilla es para mí.

[Oh, don't hurt me! cried Tom.  I only want to look at you; you are so handsome
Y abrimos esta semana con espíritu navideño, rompiendo una lanza en favor de Bernie Sanders y la cobertura de salud universal. Con anterioridad he hablado del problema, gravísimo, que tiene este país con la insulina. El problema son tres industrias farmacéuticas que, parece ser, tienen que responder con precios desorbitados porque "la cadena de suministro es muy compleja".

Antes, en el 2017, la insulina estaba más callada y fueron los antibióticos los que se pusieron de moda. Pero han vuelto a saltar a las páginas porque la gente no va al médico a que les recete antibióticos porque son caros o bien porque están convencidos de que no se los van a recetar. A veces esta negativa es por un motivo contundente, ya que se piensa que los antibióticos acaban con todo cuando no es así. Pero hay casos en los que realmente se necesita tirar de ellos, y el enfermo no busca asistencia médica porque, simplemente, no puede permitírsela.

Los antibióticos alternativa pueden adquirirse en las grandes superficies o por Internet y son propios de tiendas de mascotas, porque son los que les damos a nuestras mascotas cuando se ponen malitos. Y  no, no son aptos para el consumo humano.

Happy Hanukkah o Fiesta de las Luces que empieza hoy!

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