miércoles, 5 de abril de 2017

Las brechas están para abrirlas

Ayer fue el día de poner a las mujeres los dientes largos. Anualmente, se lleva haciendo desde 1996, se viene celebrando, siempre es un martes de abril, un si fueras hombre esto es lo que cobrarías por tu trabajo. Vamos, en este día, se nos recuerda la famosa brechita salarial y, de paso, se nos pone de un humor de perros.

En Estados Unidos es grande. Por cada dólar que gana el varón, la mujer, desempeñando el mismo puesto, recibe 83 céntimos de dólar. Esto es, un 16, 8% menos. La diferencia, lógicamente, se hace notar en los cargos de mayor responsabilidad, porque el margen que dejan los salarios más bajos es más reducido.

Pero esto ya se ha acabado. Las mujeres podemos respirar tranquilas. Trump acaba de anular la Fair Pay and Safe Workplaces (Salario Justo y Seguridad en el Trabajo) que firmara Obama en 2014 para asegurarse de que las empresas contratadas por organismos federales cumplían con las catorce leyes que contemplan los derechos laborales y civiles. De esas normativas, dos, en particular, eran las que más directamente afectaban a las mujeres: transparencia salarial y la prohibición de llevar a una empresa y/o a sus trabajadores a juicio por acoso sexual, abuso sexual o demandas por discriminación.

Desde ahora, a la que se queje, le tocará dirimir su causa con un mediador (así lo contempla la cláusula arbitral), elegido, naturalmente, por la compañía. Digo yo que, si las mujeres queremos seguir trabajando, los contribuyentes tendremos que volver a rascarnos los bolsillos para poder seguir bombeando desigualdad.

En verdad no mentía Trump cuando decía que "en este mundo, no hay nadie que respete más a la mujer que yo".

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