Mientras los jóvenes se hinchan a ver las historietas
desaboridas de Rick y Morty, en enero Mark Russell nos volverá a sorprender, esta vez con
Snagglepuss, un personaje animado de Hanna-Barbera. El León Melquíades, así lo
conocemos en España, es un puma con acento sureño y de gustos refinados al que
se le achaca cierto amaneramiento y que siempre termina huyendo de sus
perseguidores. Y digo que Russell nos volverá a sorprender porque ya lo hizo el
año anterior con su versión de los Flintstones, Los Picapiedra, una narración
llena de mareo existencial.
En Snagglepuss, el título completo es Exit Stage Left:
The Snagglepuss Chronicles, (La Salida del Escenario por la Izquierda: Las
Crónicas de Snagglepuss), Russell cincela el amaneramiento de Melquíades en abierta
homosexualidad y lo convierte en un dramaturgo de éxito a lo Tennessee Williams.
A este felino, afincado, cómo no, en Nueva York, no le da ninguna tregua, y lo
deja caer en el horror del macartismo de los años 50, la Guerra Fría y la
hipocresía de la sociedad estadounidense. Melquíades, ¿escapará de sus garras o
sucumbirá a la Innombrable? ¿Y qué sucederá con la puerta a su derecha? ¿Se
abrirá? En seis números lo sabremos.
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