martes, 19 de diciembre de 2017

Las obras de El Escorial sobre el asfalto





La democratización de la carretera le ha traído a Boston, entre otras cosas, 58 horas anuales evaporadas al volante. Ya sabemos que 58 horas no son nada si las comparamos con las 104 de Los Ángeles, la ciudad con mayor tráfico del mundo, aunque no el peor, porque, aunque casi dobla al de Boston, por lo menos el tráfico de Los Ángeles se mueve. Las distancias que cubren los automovilistas son más largas y, por lo visto, también son más trabajadores que los bostonianos. 


En la Katy Freeway en Houston, con sus 26 carriles, sí, 26, uno pensará que los atascos allí no se estilan. Pues no. Cuanto más carril haya, parece que más pide el cuerpo eso de salir a la carretera a ocupar el hueco que nos pertenece. Boston, que ha debido estar siguiéndole la pista a la Katy Freeway, ha optado por otras tácticas. Que las vías sean de pocos carriles es una de ellas. La otra aparentar que se está trabajando en su ampliación. La 128, por ejemplo, lleva levantada un tiempo, y no parece que las obras vayan a terminar pronto. Eso sí, está comprobado que tampoco se libran de los atascos. De hecho, en términos porcentuales, Boston se lleva el primer puesto. La democratización de la carretera también trae esto. Apreturas y las obras de El Escorial.

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