El Departamento de Interior tampoco pierde comba y en cuatro días, la entrada está prevista para enero o febrero, se presenta en Alaska con el taladro a sacar oro negro. Para los 900 osos que quedan, amenazados ya por el hambre de la población nativa de Alaska, eso he dicho, 900, habrán pensado que les den morcilla. Que dejen paso a los nuevos habitantes del Ártico. Treinta toneladas de esto, camiones con capacidad para abrir el hielo a golpes y provocar movimientos sísmicos. Y si los osos se caen en los socavones o resultan heridos pues que la próxima vez se fijen por dónde van. Impacto cero. No hay más que oírlo.
miércoles, 12 de diciembre de 2018
Peor que con Reagan
El Departamento de Interior tampoco pierde comba y en cuatro días, la entrada está prevista para enero o febrero, se presenta en Alaska con el taladro a sacar oro negro. Para los 900 osos que quedan, amenazados ya por el hambre de la población nativa de Alaska, eso he dicho, 900, habrán pensado que les den morcilla. Que dejen paso a los nuevos habitantes del Ártico. Treinta toneladas de esto, camiones con capacidad para abrir el hielo a golpes y provocar movimientos sísmicos. Y si los osos se caen en los socavones o resultan heridos pues que la próxima vez se fijen por dónde van. Impacto cero. No hay más que oírlo.
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