martes, 11 de diciembre de 2018

Peor que con Reagan

[A polar bear seated on snow and another polar bear walking in background]
Por si no nos bastaba con las intenciones de la industria farmacéutica y de las farmacias que nos despachan la medicina a precio de riñón y medio, la Agencia de Protección del Medioambiente estadounidense (la EPA) les va a hacer un favor. A contaminar las aguas para que así estemos tirando de mostrador para cortar diarreas y otras afecciones. Y todo por los lobbies, como no podía ser de otra manera, de los agricultores, los señores ganaderos y las promotoras inmobiliarias. Menos agua protegida y más bacterias a diseminar. Hay que volver a los tiempos de Reagan para recordar medidas parecidas. Y no solo se mete mano a las aguas. La semana pasada la EPA, con Andrew Wheeler de imagen de la Agencia, propuso que se relajara la normativa para las centrales termoeléctricas de nueva construcción que van con carbón. Curiosamente Wheeler pertenecía al grupo de presión de la industria carbonera.

El Departamento de Interior tampoco pierde comba y en cuatro días, la entrada está prevista para enero o febrero, se presenta en Alaska con el taladro a sacar oro negro. Para los 900 osos que quedan, amenazados ya por el hambre de la población nativa de Alaska, eso he dicho, 900, habrán pensado que les den morcilla. Que dejen paso a los nuevos habitantes del Ártico. Treinta toneladas de esto, camiones con capacidad para abrir el hielo a golpes y provocar movimientos sísmicos. Y si los osos se caen en los socavones o resultan heridos pues que la próxima vez se fijen por dónde van. Impacto cero. No hay más que oírlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario