domingo, 2 de diciembre de 2018

Las 115 formas de hacerlo fatal

Last of the Mohicans, 11/17/20
Hace unas semanas mencionaba a James Kirke Paulding, y no sé porqué, pero me ha traído a la memoria el que sea probablemente el ensayo más desternillante que Mark Twain nunca escribiera. Se trata de una sátira del estilo de otro Jaime. El de James Fenimore Cooper, creador de El último mohicano. Para ponerlo a caldo se ensaña con dos novelas, The Deerslayer (1841) y The Pathfinder (1840), incluidas en Historias de las medias de cuero y que probablemente tuvieran en Daniel Boone su fuente de inspiración. ¿Y qué era lo que Twain despreciaba sobremanera? La ñoñería con la que, según él, Fenimore Cooper trataba el encuentro entre el pionero y el hombre nativo, en su mayoría iroqueses.

Twain fue capaz de detectar en la obra de Cooper una lista de 115 infracciones que, según él, un buen escritor nunca comete. La lista son 6 páginas bien surtidas de un análisis ingenioso y concienzudo, llagado de pullas hilarantes con las que el lector no puede evitar la risa inducida por este ojo de halcón.

He aquí, en inglés, una selección de las joyas de las que hablamos. Y la traducción a continuación.


  1. En una historia se tiene que conseguir algo y llegar a algo.
  2. Los episodios de un relato son partes necesarias de este y deben contribuir a su desarrollo.
  3. Los personajes en un relato deben estar vivos, excepto cuando se trate de muertos, en cuyo caso el lector siempre debe ser capaz de distinguir los muertos de los que no lo están.
  4. Los personajes de un relato, tanto los muertos como los vivos, tienen que tener una excusa para estar ahí.
  5. Cuando los personajes de un relato entablan una conversación, lo que dicen debe sonar a una conversación entre humanos, sus palabras deben ser adecuadas para las circunstancias del momento, tener un significado reconocible, además de un propósito, ser relevantes, y no deben salirse del asunto tratado, deben ser interesantes para el lector, ayudar a la narración y hay que dejar de hablar cuando a los participantes no se les ocurre nada más que decir.
  6. Cuando el autor describe el carácter de un personaje, su conducta y su habla deberán justificar dicha descripción.
  7. Cuando un personaje habla como un prepotente, un estirado, un sentencioso, un regalo de navidad que ha costado 7 dólares al comenzar un párrafo, no debe hablar como un juglar negro al finalizar este.
  8. Los sucesos deben ser creíbles, los personajes de la historia deberán limitarse a las posibilidades con las que cuentan y dejarse de milagros. Y en caso de decidirse por el milagro, el autor debe hacerlo creíble, de tal manera que resulte posible y razonable.
  9. Se intentará ahorrar al lector las vulgares estupideces en las que tanto el escritor como sus personajes hayan podido incurrir.
  10. El autor hará que el lector sienta un interés genuino por los personajes de la historia y su destino. También hará que el lector ame a los buenos de la historia y odie a los malos.
  11. Los personajes de la historia estarán tan claramente definidos que el lector será capaz de adivinar lo que cada uno haría en situación de emergencia. 
Un kit valiosísimo sin duda para escritores y para desempolvar a estos dos autores.

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