miércoles, 30 de septiembre de 2020

Imposible moderar al inmoderado.

Imposible moderar al inmoderado: es el resultado del primer debate. Biden se defendió aceptablemente, al menos no cometió el horror de decir lucharé por ti, y tampoco tuvo muchas meteduras de pata. Trump en su tónica. Intranquilo y dispuesto a saltar a la yugular. Incapaz de soportar la penitencia de tener que estar callado más de treinta segundos de corrido, el moderador tuvo que pedirle en muchas ocasiones que guardara silencio hasta que le llegara el turno. 

Entretenimiento asegurado, sobre todo cuando Trump tuvo a bien airearnos los trapos sucios de los hijos del aspirante. La adicción a las drogas de uno. Del otro, el malhadado Beau, dijo que a sus compañeros de guerra los había tratado a patadas. 

Otro momento estelar fue apoyar la presencia de espontáneos republicanos para vigilar las urnas.  Asegurarse de que no hay manipulación a la hora de contabilizar los votos. Es la consigna que ha lanzado el presidente a las ondas. Y todo este espectáculo seguramente para nada, porque, indecisos, quedan pocos. 

Y el miércoles 7 de octubre, también a las 9 de la noche, pero esta vez desde Salt Lake City, en Utah, el dúo Pence-Harris. Susan Page, de USA Today, moderando. A ver si con más suerte.  Y, puestos a pedir, a ver si elevamos también la oratoria. Lincoln y Douglas pueden dormir tranquilos...  

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