No sé si las bases científicas de Standard & Poor's serán correctas, pero, allá por el 2000, las predicciones de las encuestas fallaron. Daban a Bush como perdedor hasta el último día de la carrera hacia la Casa Blanca y salió elegido. Y lo mismo le sucedió a Kerry cuatro años más tarde. Partía como favorito y fue derrotado.
El día 26 de este mes tendrá lugar el primer debate presidencial. Las encuestas también han dicho que hacía treinta años que no se daban candidatos con tan mala reputación, lo que sin duda propiciará una gran volatilidad en el electorado. No pretendo ser frívola, pero me parece a mí, que, la cosmética, al igual que sucedió en el famoso debate entre Nixon y Kennedy, y que, casualmente se celebró un mismo día pero de 1960, dictaminará. Y es que, al que se le vea el rodal de sudor bajo la axila, dada esta volatilidad, ese, ese es el que lleva las de perder.
Y a ustedes qué les parece. ¿Ganarán las encuestas o el Parqué? ¿El maquillaje, tal vez?
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