miércoles, 7 de septiembre de 2016

Los colores, ¿cosas de ricos?

El lunes que acabamos de dejar atrás fue Labor Day (Día del Trabajo). Con él se da oficialmente por concluido el verano. El martes fue la vuelta al colegio, y las playas, medio vacías, ya no son de pago. En Nuevo Jersey la mayoría de las playas requieren un pase en época estival. Se puede acceder a ellas gratuitamente a partir de las 4:30 de la tarde, cuando los turistas ya han gastado el sol.

Leyendo un artículo sobre el origen de esta fiesta, me he enterado de que era una celebración de la ostentación, un festival de apariencias, un anuncio para demostrar quién era el más potentado, un método para distinguir la pertenencia o no a esta hermandad de agraciados. El Día del Trabajo se estableció oficialmente a nivel federal en 1894, aunque el código de vestimenta que vino con él se remonta a fechas cercanas a la Guerra de Secesión.

El pánico y el asco saltó entre las damas emperifolladas al estilo de Lo que el viento se llevó. El dinero viejo, así lo llaman aquí, el dinero rancio, de tradición, con solera, vamos, dinero de terratenientes, estaba bajo amenaza. El dinero nuevo, término utilizado para definir a los nuevos ricos, era su nueva preocupación. A las esposas de los latifundistas no les quedaba más remedio que reforzarse contra la vulgaridad. Molly Brown, la activista y superviviente del Titanic es un gran ejemplo. Por si no han visto la película, esta mujer, de la noche a la mañana, se hizo rica con yacimientos de oro.


Para quitarse la chusma de encima, la élite diseñó una etiqueta, únicamente conocida entre el personal de rancio abolengo, por la que se consideraba que era una abominación que las mujeres fueran de blanco en otoño. Esta normativa no afectaba únicamente a los colores sino que minuciosamente recorría todos los aspectos de la vestimenta. Por ejemplo, una longitud de manga inapropiada, y la pobre era desollada. Hoy en día estas imposiciones se han templado, aunque, a veces, se oyen voces censurado el uso del blanco fuera de temporada.

Y ustedes, ¿creen que el blanco es para el verano o son cosas de los ricos?

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