lunes, 20 de noviembre de 2017

Un par de pavos

Abrimos la sesión del martes con el perdón a un par de pavos. De los que se comen. Los afortunados llevan nombre. Drumstick (Muslo) y Wishbone (Hueso de los deseos). La Federación Nacional de dicho animal lleva setenta años donando sus carnes a la Presidencia, que celebrará los indultos en el Rose Garden.

Aunque ya algunos presidentes comenzaron esta tradición de indultar a un pavo, con Kennedy empezó el escándalo, el perdón se hizo oficial con George H.W. Bush en 1989. Los condonados se envían a un santuario en Virginia, el Departamento de Ciencias de Animales y Aves en Virginia Tech. Supongo que en Virginia los pavos se sentirán como en casa, ya que de Virginia Tech han salido numerosos estudios que han tenido fuerte repercusión en la industria pava.

A los elegidos se los lleva, supongo que con todos los gastos pagados, a un hotel cercano a la Casa Blanca, en el que esperan hasta que se les presente en sociedad. Desconozco cuántos inquilinos tan alados y tan insignes conviven en Virginia Tech, pero no creo que sean muchos, ya que su esperanza de vida, con esas gorduras inducidas, no se lo permiten. Y admiten visitas una vez colocados en Virginia Tech. Esperemos que esta vez Trump tenga mejor mano con los pavos que con los Haliaeetus leucocephalus

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