lunes, 19 de marzo de 2018

El efecto Selfie

Ahora que nos acercamos la cámara a las narices para hacernos un selfie, resulta que no nos gusta. Me refiero a la nariz. Boris Paskhover, cirujano plástico, es el que ha dado la voz de alarma. Sus pacientes se le quejaban de que tenían una napia de cuidado. Para probarlo, le llevaban selfies que, según ellos, podían corroborar este hecho. Según el doctor Paskhover, el selfie, al estar tan cerca del rostro, nos distorsiona la nariz, haciendo que a una distancia de 30, 48 centímetros, parezca un 30% más grande en los hombres y un 29% en las mujeres.  

A las redes sociales habrá que agradecerles la bonanza de los cirujanos plásticos. El término Snapchat Dysmorphia (Dismorfía Snapchat) en la que se nos puede filtrar el rostro y casi hacernos pasar por el hombre o la mujer de nuestros sueños se maneja con la familiaridad de una lechuga en una frutería. Dentro de poco algunos con cara nueva. Lo malo es que no les guste su nueva apariencia y pretendan cambiarla hasta dar con la ambicionada. Pero siempre podemos ir de compras y tirar de filtro. O de cirujano plástico. Aunque nos cueste un ojo o una nariz de la cara.    

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