Hace unos días The Daily Beast nos revelaba las fechorías y estafas de Jerome Jacobson, un expolicía que tuvo que abandonar la profesión por sufrir un accidente laboral. Se hizo mecánico, pero arreglar coches que no podía permitirse el lujo de comprar solo le trajo el deseo desorbitado de hacerse rico. Y cuanto antes mejor. Consiguió hacerse director de seguridad en Simon Marketing, una empresa encargada de imprimir las piezas del gran juego del Monopoly de McDonald's. Pronto Jacobson logró amañarlo, seleccionando ganadores de su confianza que, a cambio, le darían un porcentaje. Sus andanzas ya tienen actor y director. Matt Damon será Jacobson mientras que Ben Affleck se esconderá tras la cámara costeada por la Fox.
Y otra historia de peligros y atracos bancarios aún más reciente. Esta, de momento, no tiene comprador para la gran pantalla, aunque sí editorial.
Cherry, así se llama la novela de Nicholas Walker, saldrá a la venta el 14 de agosto. Los que han tenido la suerte de leerla le dan el sobresaliente.
Como Jacobson, Walker tendrá que ver el lanzamiento de su obra entre barrotes. Walker llegó a los atracos tras más de 200 misiones como personal sanitario en Iraq. De regreso a la madre patria, la bebida y las drogas no pudieron frenar el trastorno de estrés postraumático que lo invadía. Los atracos terminaron de rematarlo.
Cuando se le pregunta qué va a a hacer tras cumplir sus once años en prisión, Walker no lo tiene muy claro. "Quizás seguir escribiendo. Eso, o cavar agujeros o ser basurero. Qué otras opciones me quedan". Aunque las dudas no le asaltan cuando se trata de la ley. De ahora en adelante "Solo obedecer las leyes".
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