miércoles, 15 de agosto de 2018

La versatilidad de la cabra puede activar los chakras


Si no bastara con la leche. De la cabra también sacamos compañía. Enseguida la podemos convertir en profesora invitada para dar la clase de ciencias naturales en la escuela que lo mismo nos sirve para quitar la malas hierbas sin que le dé acidez estomacal.

Pero ya lleva unos años que se le ha encontrado nueva ocupación: el yoga. Eso sí. Solo a las cabras africanas enanas se les permite esta práctica. El gusto del ungulado por la escalada lumbar, además de otras posiciones, hace las delicias de los yoguis. El aliento del animal, sus aguas menores y otras cosillas que el mamífero a veces tiene a bien verter sobre la esterilla del practicante contribuyen a que el yogui se sienta en plena naturaleza. No sé si la cabra logrará activar los chakras, pero sospecho que la diversión y el aroma chotuno, garantizados. 

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