miércoles, 13 de marzo de 2019

Es cosa de hombres

[Achilles Perrin of Kentucky Military Institute in uniform]
Y seguimos con las maniobras militares. Parece que el mes que viene entrará una nueva normativa por la que las personas transgénero no podrán servir a la patria. Supongo que habrán querido darle a gusto a Pence y a sus cristianísimos congéneres, aunque los dineros también tendrán algo que ver. Parece que a los administradores en la Casa Grande el tener que tratar la disforia de género les ponen los pelos de punta. Quizás piensen que los dólares no les lleguen.

Pero ni los estudios de The Rand Corporation y The New England Journal of Medicine (La revista de medicina de Nueva Inglaterra) que demuestran que el miedo es infundado han conseguido cambiarles de opinión. El Departamento de Defensa solo tendría que desembolsarse un 1% del presupuesto anual destinado a la salud para el tratamiento de dicha disforia, cantidad que, indiscutiblemente, no tiene color con los kilos de viagra y medicamentos similares que le vienen costando unos 84 milloncetes anuales a dicho Departamento. Y a tener en cuenta. Solo un 10% del personal en activo tiró de viagra y similares. El resto se lo lleva el personal militar jubilado.

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