Cuando suceden desgracias como las de los accidentes aéreos que estos días son portada, siempre me acuerdo de Todos eran mis hijos, la obra de Arthur Miller. Un drama sobre la responsabilidad individual y social y la voluntad, o la falta de esta, de vivir con la culpabilidad. Desgraciadamente hay cosas que nunca dejan de estar de moda.
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