martes, 16 de enero de 2018

Aquí hay chinches


Hoy una de narices. El Museo de Bellas Artes de Boston cuenta desde esta semana con un nuevo miembro que trabajará por amor al arte y unos cuantos huesos. Riley es un cachorro de Weimaraner, raza canina que se caracteriza por tener unas capacidades olfatorias de cuidado. Riley se encargará de detectar la presencia de posibles plagas en las obras de arte. Por su nariz pasarán todo tipo de insectos: termitas, escarabajos, milpies, y suma y sigue. Algunas empresas de detección de plagas ya utilizan perros, normalmente beagles, pero Riley es el primer perro que trabajará codo con codo en las labores de conservación de un museo. Este voluntario anunciará la detección del insecto sentándose frente a la obra tocada. Lo que no sé es si, de paso, aprovechará para apreciar el conjunto. 

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