domingo, 21 de enero de 2018

La ciudad sí es para mí




Hoy, una de delitos. Parece que en las grandes ciudades andan a la baja. Incluso en la temible ciudad de Chicago se registró ese rayo de esperanza. Los factores: la toma de conciencia de los que no se han ido y han podido aguantar el tirón de la gentrificación, mayor presencia policial, y un endurecimiento de las penas para los que decidan adentrarse en las nuevas zonas rehabilitadas, ya con ricos dentro, claro está, han permitido ese descenso. Curiosamente, según el profesor Patrick Sharkey de la Universidad de Nueva York, la gentrificación, esa toma de zonas abandonadas que pudientes y especuladores rehabilitan forzando que se disparen los alquileres y el aquí ya no podemos vivir, no tiene nada que ver, ya que estos exploradores se aventuran una vez que los delitos comienzan a descender. 

Ahora solo falta que en los Detroits suceda lo mismo. 

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