sábado, 27 de agosto de 2016

Jared Taylor, ¿disgustado? No tan deprisa, amigo.

Menudo disgusto se habrá llevado Jared Taylor (ver post del 22 de agosto) cuando se haya enterado de que Trump ha dado marcha atrás en su política de deportación masiva. Hace tan solo unos días que su esperanza y la de otros muchos, Stephen Bannon, el nuevo jefe de campaña tomaba posesión, un blanquista acérrimo, y ahora esto. Y todo por que Bannon habrá obligado al candidato a que echara cuentas, y las cuentas, claro, salían turbias. 


La diáspora masiva de once millones de personas, según un estudio de American Action Forum, una organización conservadora sin ánimo de lucro dirigida por Douglas Holtz-Eakin, antiguo consejero en política económica de McCain, le costaría al país entre 420 y 619 millones de dólares, eso, sin contar las cuotas de mantenimiento para prevenir las nuevas tentativas de los inmigrantes: transporte, deportación, servicios jurídicos, aduaneros, etc., a las que habría que añadir otro billón de pérdidas que afectaría al PIB.

Y no es que Trump se haya apretado el cinto por devoción. Bannon le ha hecho ver la luz. Con esta medida solo así podrá hacerse más atractivo en su carrera presidencial. Este aparente reblandecimiento seguramente le garantice recuperar parte de un sector entre las filas políticas del propio partido republicano. Y no solo eso. Quizás su reunión de esta semana con el Consejo consultivo nacional de asuntos hispanos tenga algo que ver con su anuncio, aunque uno de sus miembros, Jacob Monty, representante de Texas, opine que la visión hispana en lo referente al muro esté unificada y que todos los hispanos quieran el muro porque el muro los protege. Con esta marcha atrás Trump también puede que consiga arrebatar votos centristas a Clinton, especialmente el femenino. 

Finalmente, a su feudo tradicional, el obrero blanco, aunque decepcionado con su ¿retractación?, aún alberga esperanzas de que se produzca lo contrario, lo tiene atado y bien atado, pues, a falta de políticas más radicales, ¿a dónde iban a ir? El ardor de la promesa de que, si llega al poder Trump mantendrá su plan original, de que se dará cuenta de su craso error y, entonces sí, construirá el añorado muro que, por supuesto, ladrillo a ladrillo les cobrará a los mexicanos, los consume. Y la esperanza, a veces, escucha. 

Y a ustedes, ¿qué les parece¿Creen que si Trump llega a la presidencia, levantará el muro?

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