lunes, 9 de octubre de 2017

Cristóbal Colón, ¿al cuerno?

¡Y yo que me tenía por buena conocedora de Massachusetts! Ayer descubrí que hay un Museo de la Segunda Guerra Mundial en Natick, una localidad cercana a Boston. En manos privadas, tiene una colección tan extensa, que para el 2019 está prevista la inauguración de un anexo. Entre las joyitas del propietario, Kenneth W. Rendell, encontramos los dibujos y pinturas del aspirante a Bellas Artes, Adolf Hitler.  


Entre estas piezas del horror y el Día de Colón que probablemente pronto pasará a llamarse Día de los Pueblos Indígenas, me vuelve a venir a la mente una idea que presentaba en la entrada sobre el Dr. Seuss la semana anterior: que a lo mejor era conveniente dejar de hacer el rendibú a figuras de dudosa reputación. Ya lo dice el dicho: no hay mejor desprecio que no hacer aprecio. 

Hace ya algún tiempo que estados como Alaska, Minesota, Vermont o Hawái, o que ciudades como Austin, e incluso universidades, reemplazaron el Día de Colón con el Día de los Pueblos Indígenas. Berkeley, en California, fue la primera ciudad que adoptó la nueva fecha en 1991. Y es que a Colón, como sabemos, se le achaca sangre, y se le niega el descubrimiento de los nativos americanos.

La festividad colombina fue instaurada en 1937, en parte por la presión de los italoamericanos que querían en el santoral presencia, por duplicado, de un católico que fuera italiano, asegurándose así que el candidato anglosajón propuesto, Leif Erikson, quedara fuera de juego, y que las tribus indígenas no tuvieran ni voz ni voto. Eso sí, para calmar a los protestantes, el vikingo comparte fecha con el italiano desde 1954, pero prácticamente esta figura vive en el anonimato. Las tribus indígenas, como era de esperar, irreconocibles. Hasta ahora. Los nativos americanos en Boston también están presionando por su causa, arguyendo la hipocresía de la sociedad de Nueva Inglaterra. "Mucho soliviantarse con la bandera confederada ondeando al viento, y a celebrar las atrocidades del europeo".

A decidir toca. 

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