La que sigue parece también una de Halloween. En versión más moderna. Al video le acompaña Let the bodies hit the floor (Deja que los cuerpos se golpeen contra el suelo). Una canción del grupo de rock Drowning Pool que un creativo usuario ha puesto como banda sonora a una operación masiva para despertar a base de tumbazos a los correligionarios. Aquí no se mira la edad, ni si el ardiente hipnotizado sufre de artritis y del batacazo no se recuperará en los días que le quedan por vivir. Aquí lo que importa es que, cuando Benny Hinn, no hay que confundirlo con Benny Hill, el comediante, les arree un golpe en la sien o les dé una ventolera a lo John Travolta con la chaqueta se caigan todo lo anchos que son.
Hinn es israelí pero hace años que vive en Estados Unidos. Los teleevangelistas siempre cuentan con un rinconcito especial en la Tierra donde todo es Posible. Y si les acompañan efectos especiales, éxito asegurado. Las intenciones de Hinn, lógicamente, se sienten en la cara y en otras partes del cuerpo. Y supongo que en ciertas partes de la vestimenta, como el bolsillo. Lo que no tengo tan claro es de dónde les sale a los fieles ese ardor por las cruzadas milagrosas que dicen sanan al enfermo. ¿El poder de la sugestión? Desesperación ¿tal vez? ¿Quizás el gustazo de verse frente a la cámara? ¿Serán trabajadores a sueldo? ¿O a lo mejor no sienten nada y es el temor a quedar en evidencia, de ahí, el efecto dominó, si uno cae nos tiramos todos?
Una cosa está clara: Hinn no va a impedir que los cuerpos dejen de besar el suelo.
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