Veinte fueron las empresas seleccionadas aunque de momento ninguna la elegida. Algunas ciudades estadounidenses han dicho que harán la vida imposible a la constructora o constructoras que se repartan el botín. Las constructoras, nerviosas, han pedido protección gubernamental.
Algunas ciudades, como Jacumba en California, están sufriendo un retroceso en su economía con el paredón. Los vecinos de Jacume, al otro lado del acero sacado de un aeródromo de los tiempos de Vietnam, ya no se pasan a dejarse los cuartos, lógicamente.
En cuanto a los contratistas, que no desesperen que protección no les faltará. Porque, al fin y al cabo, se trata de revitalizar la economía. La de algunos por lo menos.

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